El Real Madrid pega un subidón de dos categorías a Enzo Alves, hijo de Marcelo

Las canteras de los grandes clubes suelen estar plagadas de familiares de leyendas que, en muchas ocasiones, no alcanzan ni de lejos el nivel de sus progenitores cuando llegan al profesionalismo; Enzo Alves (14 años) parece decidido a romper la regla. El hijo de Marcelo, en la cantera del Real Madrid desde 2017, no deja de subir escalones y el club ha tomado esta semana una decisión rompedora: incorporarle a la dinámica del Juvenil B, dos categorías por encima de lo que le corresponde.

Por su año de nacimiento (2009) debería formar parte del Cadete A, pero el Madrid le ahorra por lo pronto ese paso y el del Juvenil C para juntarle con chicos del 2007. La medida no es nada habitual y sólo se recuerda con casos concretos como Jesús Fortea (lateral del Juvenil A con proyección de primer equipo) o Paulo Iago (joya que se ha marchado al Sporting de Portugal por su pérdida de 'feeling' con Arbeloa).

De esta forma, la entidad impulsa el crecimiento de un futbolistas con condiciones bárbaras y que rompe récords temporada a temporada. Hace dos, con el Infantil A, marcó 40 goles y repartió 10 asistencias en 20 partidos y dejó exhibiciones propias de un elegido: un póker en 35 minutos, un hat-trick en seis… El curso pasado se perdió varios meses de competición por una pequeña fractura por estrés en la espalda (lesión de crecimiento) y aun así terminó con 24 tantos en 18 apariciones con el Cadete B.

A esta pretemporada ha llegado igual o mejor y ya dejó alguna diana de bella factura con el Juvenil C. Julián López de Lerma, ex del Espanyol, será ahora el entrenador encargado de moldearlo y potenciar su talento. Para suplir su ausencia en el Cadete A, el Madrid ha incorporado a Yeremaiah Ramos, un killer hispano-guineano que enamoró en la última campaña con el Atlético.

Con un físico privilegiado, Enzo ha ganado recursos en los últimos años que le han convertido en un '9' todavía más completo: lectura de juego, timing, capacidad asociativa, toma de decisiones e intensidad en la presión. Son virtudes que complementan su característica principal, el gol, y una determinación en el área que ya le vale varios Pichichis. Además, su envergadura le permite apoyarse en un juego de espaldas dominador y convertirse en un activo en el juego directo.

Por eso el Madrid le renovó en mayo por tres años y, por eso, la RFEF también le señala en rojo: ya sabe lo que es brillar con España Sub-15 y David Gordo le ha convocado ahora con la Sub-16, que disputa dos amistosos frente a Italia los días 17 y 19. Pese a que puede irse con Brasil por poseer la doble nacionalidad, el hijo de Marcelo siempre ha tenido claro que prefiere defender los colores de la Roja y nada parece indicar que vaya a cambiar de opinión. En cualquier caso, desde Las Rozas le cuidan y le miman para evitar una posible fuga… porque se tienen enormes esperanzas puestas en él.

Su padre, ahora en las filas de Fluminense, suele dejarse ver por los campos madrileños cuando el calendario se lo permite y respalda la decisión de su hijo de jugar para la selección del país que le vio nacer y crecer. El partido del Tricolor (se miden el domingo a las 21:00 a Juventude en el Brasileirão) le impedirá ver en directo el último paso de Enzo, pero lo vivirá pegado a la tele y con los nervios propios de un padre orgulloso. Él sería el más feliz si su vástago consigue seguir sus pasos.