Manu Díaz, 'barón' de Guipúzcoa, se planta: "No contribuiré a otro capítulo de la triste historia que vivimos desde hace más de un año"

No ha llegado todavía el día de autos para que los presidentes territoriales de la Real Federación Español de Fútbol (RFEF) se reúnan, en una de las citas más importantes de los últimos tiempos, y ya hay evidentes diferencias entre ellos. La última, según ha podido conocer Relevo en exclusiva, ha llegado nada más conformarse la Asamblea General que elegirá Papa el próximo 16 de diciembre y la ha protagonizado el barón de Guipúzcoa, Manu Díaz de Marcos (Bergara, 1965).

Ayer por la tarde, según numerosas fuentes consultadas, el directivo envió una carta a todos sus colegas (los 19 con voz y voto más el de Vizcaya, Álava y la interterritorial de Canarias) para informarles de primera mano de que no acudirá a la cumbre de mañana en Madrid donde, una vez conocido si Pedro Rocha continúa inhabilitado o le dan la cautelar, consensuarán la estrategia para que el próximo presidente sea de la casa. La obsesión es no dar opciones a alternativas de fuera de Las Rozas como las de Juanma Morales o Gerardo González Otero.

Manu Díaz de Marcos, según hasta seis presidentes diferentes consultados por este periódico en las últimas horas, puso mucho énfasis en que esta misiva no viera la luz con el objetivo de no entrar en polémicas que ahora mismo no ayudan a la institución. Sin embargo, como puede comprobarse con la publicación de este comunicado, más de uno y de dos prefieren que se sepan las cosas para dejar claro dónde está cada uno en esta parte de la historia. Hay presidentes que comparten varios de los postulados de Manu Díaz al considerarlos "constructivos", y los reforzarán a su debido tiempo, mientras que otros consideran que no es momento de "literatura y fragmentación" sino de "unión por encima de todo" y que desmarcarse así, siendo respetable, no es lo ideal. Habrá que ver si algún barón más también se descuelga de este cónclave que se celebrará en las próximas horas y que fue desvelado el pasado viernes.

La carta en cuestión de Manu Díaz, de un folio de extensión, es ésta:

"Estimados presidentes:

Por medio de la presente os comunico que no asistiré a la reunión convocada para hablar sobre la presidencia de la RFEF, y no lo haré por varios motivos que ahora detallo y para los que espero al menos vuestra comprensión.

En primer lugar, creo que los presidentes de las federaciones no debemos realizar ninguna acción concertada para elegir al nuevo presidente de la RFEF. En el contexto actual, es necesario que los presidentes seamos ejemplo de transparencia y respeto con un proceso electoral que debe llevarse a cabo de forma inmaculada y sin ningún tipo de tutela. Debemos dejar que el fútbol español hable en libertad y tome sus decisiones sin influencias externas, y cada mandatario debe actuar de forma independiente. Lo mismo debe exigirse a los altos ejecutivos y personal de la RFEF, los cuales deben evitar inmiscuirse por interés personal en un momento tan delicado.

Por otra parte, y por lo que hasta ahora he podido ver, la reunión se convoca con el único fin de designar una persona de entre todos nosotros que sea el único candidato. He solicitado en muchas ocasiones hablar de ideas antes que de nombres, y siempre me he encontrado con la misma negativa. A cualquier candidato, sea presidente de una federación o sea externo a la vida federativa, lo mínimo que se le puede exigir es que exponga las líneas maestras de su programa y presente a su equipo. Por supuesto, y a pesar del escaso peso que tiene la federación que presido tanto en avales como en votos, estaré encantado de conocer el programa y el equipo de cualquier candidato.

En consecuencia, os transmito mi decisión de no participar en ningún foro en el que simplemente se decida un nombre. No voy a contribuir a un nuevo capítulo de la triste historia que estamos viviendo desde hace más de un año ni voy a ser testigo impasible de otra muestra de una forma de gobernar completamente alejada de lo que nos exige nuestra sociedad.

Afectuosamente,

Manu Díaz".

El presidente de la territorial de Guipúzcoa ya fue bastante crítico hace meses con la situación de la RFEF: "Los 'barones' tenemos parte de la culpa... y parte de la solución; hay que cambiar la forma de gobernar la RFEF y el sistema". Y fue de los pocos que dejó clara su ausencia de la Asamblea de la vergüenza de agosto de 2023 en la que Luis Rubiales fue aplaudido por no dimitir y emprender una huida hacia delante con un discurso incendiario. Por eso, nada más salir el expresidente por la puerta de atrás de la Ciudad del Fútbol, compartió un programa de futuro, que ponía al servicio de cualquier compañero que quisiera ser presidente en un momento dado.

Además, se alineó con un nutrido grupo de directivos con Salvador Gomar (Valencia) al frente que alertaron de que la convocatoria de elecciones en su día no se ajustaba a los estatutos y también fue de los que, ante las dudas reglamentarias, solicitaron consultar al Consejo Superior de Deportes (CSD) cualquier paso a efectuar. El objetivo entonces, más que la intervención, era que la Comisión Gestora no cargase con responsabilidades que no le tocaban, culpas y denuncias —como sucedió— que al final derivaron en numerosos problemas que han afectado sobre todo a Rocha y retrasos al actual proceso electoral.