CRISIS EN LA FEDERACIÓN

Louzán se juega su última bala en el Supremo ante cinco jueces: preside el del caso Osasuna y "decide" el del Procés...

Los magistrados deciden hoy si mantienen o retiran su condena por prevaricación al presidente de la RFEF, de cuando era político del PP en Galicia.

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, condenado por prevaricación a siete años de inhabilitación./AFP
El presidente de la Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, condenado por prevaricación a siete años de inhabilitación. AFP
Sergio Fernández

Sergio Fernández

En una semana en la que el Tribunal Supremo tiene decisivas vistas judiciales sobre dirigentes del Procés (Laura Borrás) o declaraciones muy relevantes sobre el caso que se instruye contra el Fiscal General del Estado, aparece en la mañana del miércoles 5 una que para el día a día de la cúspide del poder judicial español no parecería tener la menor relevancia, pero que tiene toda la pinta de que va a remover todo el fútbol nacional (otra vez) de arriba abajo.

Se trata de un antiguo caso de prevaricación y fraude por la financiación de un humilde campo de fútbol en Moraña (Pontevedra) que ascendía a 86.311 euros. A Rafa Louzán, entonces presidente de la Diputación de Pontevedra, le condenaron por aquella concesión. Su pena incluía dos años de prisión que, posteriormente, la Audiencia Provincial le retiró junto con el delito de fraude. "Sólo" lo quedan los siete años de inhabilitación para cargo público por la prevaricación, que es justo lo que puede significar su final precipitado al frente de la RFEF.

¿Y qué va a pasar ahora? Pues que el Tribunal Supremo se reúne en el que es el último cartucho del gallego para poder seguir al frente de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas: el recurso de esa sentencia, la opción final de Louzán para borrar su condena y que el Gobierno no le expulse de la presidencia de la Federación por incumplir la Ley del Deporte. El cargo de fraude se lo quitaron argumentando que Louzán cometió irregularidades para adjudicar la ayuda a la empresa, pero que no hubo fraude porque no existió "perjuicio ni riesgo de perjuicio para la administración y tampoco se ha acreditado en los acusados el dolo o intención de perjudicar el patrimonio de la Administración". Dejaron la prevaricación en lo que llamaron "un procedimiento administrativo ficticio", siendo bastante severos en sus conclusiones sobre este particular, lo que no invita precisamente al optimismo al presidente gallego, por lo llamativo que sería que el Supremo enmendase la plana a la Audiencia Provincial, después de tanta vehemencia.

En cualquier caso no es una vista normal. Vamos a explicar las dudas más frecuentes que surgen a la hora de afrontar este nuevo episodio judicial de la Federación Española de Fútbol.

Pilar Alegria sobre Louzan y sus problemas con la justicia. Moncloa

La primera: ¿tiene opciones Louzán de salir sin condena de allí?

Entonces: ¿es posible que salga de allí sin ninguna condena y pudiendo ser el presidente de la RFEF al menos hasta que termine su legislatura? Pues sí. No parece la opción más probable pero fuentes jurídicas consultadas por Relevo explican que no sería descabellada una solución así en el Supremo. No es lo más habitual, pero tampoco es extraño que se produzcan estimaciones. Obviamente, el Supremo desestima más, porque sería un desastre que todo lo que les llegase estuviera "mal juzgado", pero en ocasiones sí tienen que darle la vuelta a una sentencia.

¿Cómo será la vista?

Son cinco magistrados. La presidirá Julián Sánchez Melgar que confirmó la condena del 'caso Osasuna' con penas de cárcel para sus implicados entre los que estaban el expresidente Archanco, o el gerente Vizcay, además de los exjugadores Iván Amaya y Xavi Torres. El ponente, es decir, el que más lo ha estudiado y presentaría su criterio a la votación de los demás, será Pablo Llarena, que también lleva, por ejemplo, al caso del Procés independentista catalán.

Lo normal es que el criterio de ponente, que es el que más se ha estudiado el caso, se respete. Pero de nuevo no sería extraño que a la hora de votar no logren un acuerdo, o se produzcan votos particulares al margen del criterio del ponente. ¿Es más decisivo su criterio? Estadísticamente sí, porque es más habitual que le hagan caso. Pero, al final, a la hora de votar, los cinco magistrados podrán decidir con total libertad.

Junto a ellos estarán Antonio del Moral, Carmen Lamela y Javier Hernández. La vista será a las 10.30 horas del miércoles 5 de febrero. En ella no estarán los acusados (junto a Louzán hay cuatro recurrentes más, en ese caso). Solamente las defensas de todos ellos, que expondrán brevemente los argumentos que previamente les han enviado a los jueces.

¿Cuándo se sabrá algo? ¿Es inmediato?

Todo esto será público. Después, ya a puerta cerrada, los magistrados deliberarán y podrían incluso hacer público un avance de su decisión en el mismo día. Aunque lo normal es que tarden entre una semana y un mes. No mucho más, en cualquier caso.

Llarena expondrá a los otros cuatro magistrados sus conclusiones y votarán. Si están de acuerdo, lo normal es que puedan avanzar el fallo a las pocas horas. Si no, tardarán algo más.

Tebas sobre la posible inhabilitación a Louzan. Relevo

¿Qué pasaría si no le quitan la condena?

Pues que el Gobierno, aplicando el punto 60.6 de la Ley del Deporte, pedirá vía Consejo Superior de Deportes el cese inmediato de Louzán al frente de la Federación. "Cuando la persona titular de la presidencia o cualquier miembro de la junta directiva de una federación o liga profesional sean condenados por sentencia firme, deberán abandonar el cargo de forma inmediata", asegura este texto, de forma demoledora para el presidente gallego. Pero es que, además, los estatutos de la propia RFEF añaden que para ser miembro de la Federación es necesario "no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos".

Lo tiene todo en contra, aunque se esté barajando la posibilidad en los mentideros federativos de que Louzán y su recién estrenada Junta Directiva pretendan hacer algún cambio normativo en estos estatutos para "protegerse" de una posible condena contra su presidente en el Supremo. Se reúnen cinco días después de la vista en el Supremo, el 10 de febrero, bajo la atenta mirada del CSD, que ya ha explicado que no tolerarán ningún triquiñuela en modo de cambio normativo "protector" para Louzán.

Evidentemente, si el Tribunal Supremo estima el recurso de Louzán y anula la condena, nada le impediría seguir al frente de la RFEF.

¿Tiene alguna defensa posible después de este paso en el Supremo?

No. Ya no le quedan más instancias a las que recurrir si le dejan algún tipo de condena. Aunque de los 7 años que tiene le dejen sólo uno, tendrá que salir de la RFEF.

Él, por supuesto, junto con su equipo, intentará argumentar que la RFEF no es un cargo público y que la inhabilitación no le afecta, pero es muy poco probable que consiga sacar adelante esa línea de defensa. La mejor que tiene es el plan B federativo: convocar elecciones, que las gane su vicepresidente Sergio Merchán (eso es muy fácil de conseguir si el resto de 'barones' se ponen de acuerdo) y crearle a Louzán un cargo de Director General Ejecutivo (CEO) para que, a efectos prácticos, siga mandando igual a pesar de su condena.