Carlos Álvarez, el talento que dijo 'no' a Arabia para brillar con el Levante: "Seguro que habríamos sacado más de lo que nos ofrecían"

El Levante ha arrancado su tercera temporada consecutiva en Segunda, con un proyecto renovado y más austero que el de campañas anteriores. Su precaria situación económica le ha llevado a inscribir solo a 18 jugadores con ficha de la primera plantilla, dando una importancia capital a los jugadores del filial que están también para luchar un puesto, como han declarado tanto Julián Calero, nuevo técnico granota, como Felipe Miñambres, su director deportivo. Entre las vueltas llamativas del 'comandante' Morales y Vicente Iborra, hay una estrella emergente que ha cogido los galones desde la segunda línea y que pronto estará en otro escalón.

Se trata de Carlos Álvarez (Sanlúcar la Mayor, 2003), que sigue con su explosión meteórica con la camiseta del Levante, donde demuestra cada día que su techo sigue muy lejos, pero que se acerca a él a pasos agigantados. Sumó un tanto en la primera jornada de Liga, en el asalto del cuadro levantinista al Molinón y esta última jornada certificó su conexión con José Luis Morales en el Cartagonova, con una asistencia que está al alcance de los mejores talentos de la categoría.

Con una conducción hipnótica, lleva cosido el balón a su zurda y mueve a los de Julián Calero una velocidad por encima de su rival. No alcanza una altura de 1,70 y eso es un añadido para encontrar paralelismos con algún que otro astro argentino. Salvando las distancias, Carlos Álvarez es ese futbolista diferencial que cambia partidos, con buen golpeo y una visión de juego propias de un peldaño más.

"No me explico que por Carlos no haya un Primera", comentaba Felipe Miñambres en una rueda de prensa analizando el cierre de mercado granota. "Yo soy yo y otro director deportivo es otro director deportivo. Que nos tenga que venir una oferta de Arabia por Carlos. Es el problema que tenemos nosotros, que los árabes y otros están yendo a por talento joven", explicaba ante los medios en un espacio en el que tampoco entendía no haber recibido otras ofertas por figuras como Kochorashvili, que venía de hacer una gran Eurocopa en Alemania.

La oferta por Carlos Álvarez efectivamente llegó desde Arabia, como adelantó el 26 de agosto SER Deportivos Valencia y pudo corroborar el propio Felipe Miñambres ante los medios. La propuesta fue de 5 millones, pero no llegó a buen puerto a pesar de la precaria situación económica del club. "Nosotros no contábamos con lo de Carlos, pero el mercado es un mercado que allí es fuerte y nos tienen controlados hasta chicos juveniles", explicaba Miñambres, que admitía que el Levante tiene "chicos para pequeñas cosas, pero necesitamos cosas más grandes para estar más tranquilos y respirar un poco más".

La situación de uno de los jugadores con más futuro del cuadro granota se avivó en esos últimos días de agosto, en los que el director deportivo aclaró que "no lo queremos vender, pero a veces las circunstancias te obligan a hacer cosas". "Él [Carlos] dijo que no [a la oferta]. Nosotros no negociamos con el club árabe, pero seguro que habríamos sacado más de lo que nos habían ofrecido", insistía un Felipe Miñambres que aseguraba que él se habría fijado en Carlos y habría preguntado por él.

Carlos Álvarez fue traspasado al Levante en el verano de 2023, pero el Sevilla, que es el club en el que se ha formado como profesional, guardó un 40% durante las primeras tres temporadas. Con ese escenario, el mediapunta sevillano firmó hasta 2026 con la entidad granota. Carlos no llegó solo desde el cuadro hispalense, que utilizó la misma fórmula de venta con Iván Romero, uno de sus socios en el filial sevillista y que fue presentado el mismo día que el de Sanlúcar la Mayor.

Carlos Álvarez llegó al Sevilla con 5 años y desde entonces "ya se le veía un jugador diferente. Es un jugador de la escuela andaluza, regateador que ve muy bien los espacios a la hora de asociarse con sus compañeros", explicó a Relevo Agustín López, coordinador de la cantera del Sevilla justo después de su debut con el primer equipo, en diciembre de 2022. Fue en Copa del Rey y un gol suyo encarriló la eliminatoria frente al Juventud Torremolinos.

El atacante andaluz fue dejando huella casi desde el primer día. Se coronó en categoría alevín cuando ganó LALIGA Promises con el Sevilla, mientras empezaba a deslumbrar con su control de balón. En esa ocasión se enfrentó en la final al Barça de Xavi Simons, al que volvería encontrarse años más tarde como rival en la Youth League con el PSG.

La carrera de Carlos Álvarez fue progresando, mientras alternaba la competición europea juvenil y un papel importante en el filial sevillista. Compartió vestuario con futbolistas como Kike Salas, el oro olímpico Juanlu Sánchez o su actual compañero en el Levante, Iván Romero. Aunque todo apuntaba a que el salto definitivo llegaría tras debutar en el primer equipo, Sampaoli solo le dio la alternativa en dos encuentros de Copa del Rey y algunos minutos en un partido liguero ante el Getafe en el Pizjuan.

Con ese escenario, Carlos Álvarez se desvinculó del club de su vida para empezar a escribir una nueva historia con el Levante el pasado verano. En el Ciutat le costó coger el rol de jugador imprescindible en la primera vuelta, pero terminó por convencer a Javi Calleja primero y Felipe Miñambres -que se hizo cargo del banquillo- después para convertirse en columna vertebral. A día de hoy, Carlitos (como se le conocía en Sevilla por su estatura) es uno de los mejores argumentos para creer que el cuadro granota es un aspirante serio a pelear por todo.