La cruda realidad de CVC para el Levante: "De nada me va a servir hacer mejores palcos, el dinero debe ir a los futbolistas"

CVC fue una revolución. LaLiga llegó a un acuerdo con el fondo de inversión para que adelantase un dinero futuro de los derechos de retransmisión del campeonato. Los clubes —con algunas excepciones que se salieron del programa— recibieron una inyección monetaria a cambio, eso sí, de que la mayor parte de ese dinero fuese dedicada a áreas no deportivas: infraestructuras, modernización de cantera, internacionalización...

La teoría siempre estuvo clara pero años después, cuando ya se ve las ventajas e inconvenientes del plan desarrollado por LaLiga, algunos de los protagonistas del mundo del fútbol le empiezan a ver problemas a esa ambición que sacaba el dinero del campo.

Un ejemplo de estas dudas lo pone Felipe Miñambres, director deportivo del Levante, que entiende que los clubes podrían haber tomado otro camino: "Todos los clubes decidieron en un determinado momento cómo era esa repartición. No son cosas de LaLiga, los clubes se juntan. Y a lo mejor es cosa que se junten y hagan una diferente repartición".

El asturcense explica su opinión, los problemas que le ha ocasionado, por ejemplo, al Levante esta manera de hacer las cosas. "A mí de nada me vale ir a comprar un chalet de 300 metros cuadrados con piscina, con todo, gastarme todo en eso y después no tengo para comer. Y si yo no tengo para comer me voy a morir en un chalet de 200 metros cuadrados. Entonces hay que ver, yo no sé, no sé si a lo mejor dar un 5% más. Por lo menos para que se mueva el dinero, porque el dinero en el CVC de nada nos va a servir tener una ciudad deportiva, una nueva ciudad deportiva. Nosotros ya tenemos un estadio precioso, tenemos una buena ciudad deportiva", relata el directivo granota en un a rueda de prensa que sirvió para analizar la ventana de fichajes de verano.

Cree Miñambres que estos márgenes tan estrictos están asfixiando el fútbol, sin capacidad para invertir en jugadores, sin que el aire corran y se cambien cromos, el campeonato se marchita. "De nada me va a servir hacer una mejor sala de prensa o hacer unos palcos. O hacer una serie de cosas que no van a ir al sitio donde deben de ir en su mayoría, que es al terreno de juego y a los futbolistas", analiza el director deportivo del club valenciano.

Sabe que en el Levante la economía ha sido más compleja en los últimos tiempos, pero también asegura que su dolor es compartido por otros: "Yo creo que todos debemos de ser conscientes, porque cuando hablas con muchos clubes, al final no solo estamos nosotros, nosotros quizás estamos en una situación un poco peor, pero la mayoría de los clubes te hablan de esta sensación", cuenta.

Felipe es consciente de que sus palabras no son bien vistas por la patronal, y por eso termina con esta frase: "No si cuando vaya a LaLiga luego me tirarán de las orejas".