El doble reto de los cedidos del Barça: no sólo vale con jugar
Muy pocas cesiones desde el club blaugrana han tenido éxito recientemente.

Lo complicado no es irse, sino regresar. Durante los últimos años, el FC Barcelona ha intentado cambiar el rumbo de la carrera de algunos de sus futbolistas -fuera como punto de inflexión o para seguir creciendo- buscándoles cobijo en otro club en forma de cesión. Y la conclusión que se saca al analizar todos estos casos es que tener minutos en otro equipo no es sinónimo de ganarse un puesto en la plantilla de cara a la temporada siguiente.
Ya no es únicamente disfrutar de los minutos que no tuvieron con el Barça, sino que estos sean de calidad y en contextos favorables para el futbolista para que luego pueda trasladarlos al Camp Nou. Esta temporada, Deco y Mateu Alemany se desprendieron temporalmente de seis jugadores del primer equipo: Eric Garcia, Ansu Fati, Pablo Torre, Sergiño Dest, Lenglet y Julián Araujo. Tienen el reto de romper los malos precedentes y que su cesión sea el trampolín a un puesto en la plantilla para la campaña 2024/25.
El precedente más alentador es el de Abde. El extremo marroquí, al que el filial se le quedaba demasiado pequeño y el primer equipo todavía no podía prometerle todos los minutos que quería, salió en dirección a Pamplona. De la mano de Jagoba Arrasate, que le construyó un sistema en el que podía expresar todas sus virtudes, jugó su mejor temporada en la élite. Xavi se lo quería quedar para este curso, pero Abde deseaba jugar cada fin de semana. Es lo más cerca que ha estado el Barça de cerrar una cesión con nota. Es decir, que el futbolista haya tenido minutos, mejorado y preparado para establecerse en el primer equipo blaugrana. Falló el último punto, el más importante.
Durante las últimas temporadas, el Barça ha explorado el método de la cesión para que futbolistas jóvenes no se estancaran por la falta de minutos. Uno de los casos más recientes fue el de Nico, que decidió salir en busca de rodaje. También Álex Collado, que fue líder del filial pero no terminó de lograr trasladar su brillo al primer equipo. Anteriormente, también Cucurella, Deulofeu, Munir, Samper o Denis Suárez. En instancias más avanzadas de sus carreras, André Gomes o Rafinha siguieron la misma hoja de ruta. Ninguno logró tener continuidad en el club tras el viaje de regreso a Barcelona.
Ansu Fati para De Zerbi
Este es el reto al que se enfrentan los cedidos del Barça este año. Quien más vigilarán los catalanes desde la distancia será Ansu Fati. El canterano eligió Brighton, desviándose del Tottenham en las últimas horas de mercado. La decisión de Ansu no hace sino evidenciar que los de De Zerbi son uno de los equipos del continente que mejor tratan el talento joven. Ahí están los precedentes de MacAllister, Moisés Caicedo, Cucurella o Ben White.
Throwing it back to @ANSUFATI's first day of training as an Albion player! 🧵💫 pic.twitter.com/JJcpeVh0oQ
— Brighton & Hove Albion (@OfficialBHAFC) September 8, 2023
En la pizarra del entrenador italiano, y compartiendo esquema con promesas como Evan Ferguson y realidades como Mitoma, Ansu quiere volver a sentirse futbolista. Y todo bajo el paradigma de un Brighton que tiene un dialecto similar al del Barcelona. El Brighton puede que no parezca tener un escenario de absoluta élite, pero dejando los focos mediáticos a un lado elegir a los Seagulls es una decisión más que coherente para Ansu.
El Girona de Míchel como trampolín
Un destino más cercano han elegido Eric y Pablo Torre. El central, que cuajó una gran pretemporada, pactó con Xavi el día antes de cerrarse el mercado que continuaría en Barcelona. Sin embargo, a horas del cierre, su situación cambió radicalmente. La salida de Santi Bueno al Wolves activó a Quique Cárcel, director deportivo del Girona, y apuntó hacia Eric. Semanas atrás, Torre ya había firmado jugar una campaña en Montilivi.
Com li queda la blanc-i-vermella... 😍 pic.twitter.com/AbrfrTEo6x
— Girona FC (@GironaFC) September 9, 2023
Al igual que Ansu, el destino de Torre y de Eric también encaja en la forma. Y es que Míchel se ha convertido en uno de los entrenadores de moda de LaLiga por su propio peso. Convierte a los centrales en los iniciadores del juego de su Girona y le da peso a sus mediapuntas para acelerar las jugadas. El central catalán todavía no ha debutado, mientras que Pablo ha participado en todos los partidos saliendo desde el banquillo. Siguiendo el mismo camino que Álex Baena o Rodrigo Riquelme, deberá ganarse los minutos en la nutrida línea ofensiva gironina.
Reto de altura para Araujo, Dest y Lenglet
Mayor será el reto para Julián Araujo, Dest o Lenglet. Al internacional mexicano le penalizó perderse medio año de competición. Llegó a Barcelona en enero pero no pudo jugar. Se fogueará en Primera en la UD de Pimienta, otro ex de la casa blaugrana. Más difícil lo tendrán para volver Dest o Lenglet. Xavi trató de meter en el escaparate a Sergiño ofreciéndole minutos en pretemporada, pero no llegaron ofertas de fichaje. Tampoco para Lenglet, que finalmente se marchó cedido al Aston Villa.
Los precedentes de cesiones del Barcelona evidencian el doble reto que es salir durante una temporada de Can Barça. No sólo vale con jugar, también es importante hacerlo en un ecosistema parecido al que propone Xavi. Y este año, el destino de Ansu, Eric, Pablo y Julián responde a los patrones deseados. Mientras que el club explora nuevas formas de mirar al futuro, guardándose opciones de recompra sobre futbolistas como Abde o Nico, los cedidos de este curso deberán sobreponerse a la dificultad de luchar por un puesto para el Barça 24/25 lejos de casa.