REAL MADRID

El regreso más cruel de Vallejo le devuelve a la casilla de salida

Sus opciones de participar se reducen a la mínima expresión: Tchouameni, Carvajal y hasta Mendy están por delante.

Vallejo, ante el Alavés. /EP
Vallejo, ante el Alavés. EP
Manuel Amor

Manuel Amor

Jesús Vallejo (27 años) abandonó el martes el Bernabéu con un sabor agridulce. Su regreso al fútbol, por un lado, supuso una enorme alegría para el central y su familia: llevaba 265 días sin jugar (desde el 3 de enero), no vestía la zamarra del Madrid desde hace 541 (2 de abril de 2023) y su vuelta significó el portazo definitivo a los problemas personales que le apartaron del césped en los últimos meses de la temporada pasada. La satisfacción por ese motivo contrastó con que su rendimiento, quizá de forma lógica por su inactividad, no estuvo a la altura del Real Madrid-Alavés. Falló en el 3-2, erró en algún despeje y los vítores del estadio (pidieron a Ancelotti que le sacase) se tornaron pronto en dudas sobre su nivel actual.

El cuerpo técnico entiende como lógico que pagase su largo período alejado de los terrenos de juego. Los blancos ya iban cuesta abajo antes de su entrada en el minuto 80 (Abde lanzó al palo en el 76') y la dinámica del partido no ayudó a Vallejo, que formó junto a Rüdiger en unos últimos compases de infarto. La acción del gol de Kike García, en la que perdió el control del espacio y permitió que el delantero le ganase la posición, generó los primeros murmullos, avivados por acciones en las que le faltó contundencia. Y aunque el staff le exculpe ("los goles no fueron responsabilidad de Vallejo", dijo Ancelotti), no esconden que tanto tiempo parado y las lesiones le han hecho mella. Sus opciones de participar a partir de ahora se reducen.

Rüdiger y Militao conforman la pareja titular, pero no pueden jugar siempre. El brasileño ya ha tenido problemas (se lesionó en el muslo y arrastró molestias en la rodilla) y el alemán, que el curso pasado sufrió la sobrecarga de minutos y renunció a acudir con la selección al último parón por ese motivo, tampoco debe poner a prueba su cuerpo a sus 31 años. Que uno cayese por una lesión larga colocaría a Ancelotti en una posición delicadísima. Y por eso Carletto les ha rotado y les mima (Militao descansó contra el Stuttgart; Rüdiger, ante el Espanyol).

Vallejo realiza trabajo compensatorio tras el Real Madrid-Alavés. RELEVO / JORGE C. PICÓN

El tercer central de la plantilla es Alaba, que se recupera de una rotura de ligamento cruzado y al que todavía le quedan semanas para reaparecer. En el proceso han aparecido ciertos problemas que han retrasado su retorno. Cuando lo haga, no se correrán riesgos: lleva K.O. desde diciembre, va a cumplir 33 y parece previsible que le cueste volver, como le sucedió a Militao. Ante ese factor, y tras el plantón de Leny Yoro para marcharse al Manchester United, Ancelotti contaba con cuatro alternativas para reemplazar a Rüdiger o Militao cuando uno faltase. Vallejo se encuentra ahora a la cola del escalafón.

Tchouameni, Carvajal y hasta Mendy

La opción de emergencia pasa por Tchouameni. En la 23-24 disputó 10 partidos como central, entre ellos la ida de cuartos de Champions contra el City, y cumplió en todos con nota. Sus virtudes (juego aéreo, salida de balón y concentración) garantizan un rendimiento óptimo si tiene que retroceder a la línea defensiva y Ancelotti ya le utilizó ahí en la goleada al Espanyol. Aunque a él no le guste, sabe que las exigencias del guion pueden obligarle a abandonar el medio.

Ancelotti tiró contra el Stuttgart de Carvajal, la segunda posibilidad. El de Leganés manifestó recientemente su disposición a jugar ahí: "Ya lo hice el año pasado ante Atlético y Girona en casa. No tengo ningún complejo. En lo que el míster requiera mis servicios, ahí estaré". Su pundonor y fortaleza en los duelos le convierten en otra garantía. Y la tercera preferencia, en caso de urgencia máxima, es Mendy, también con experiencia en esa demarcación. En la 20-21 hasta marcó un gol. Sus cualidades se adaptan al puesto: un físico portentoso, velocidad y un muro en el uno contra uno.

Y luego, en la casilla de salida, aparece Vallejo, que el año pasado apenas dispuso de 106' y tres encuentros de Liga con el descendido Granada. La temporada anterior participó en sólo 88' con el Madrid. Y en la 21-22, en 353'. Son tres campañas prácticamente en blanco que dificultan que alcance su mejor versión. Aunque el club le abrió la puerta de salida este verano, él se negó y decidió quedarse. Su profesionalidad está fuera de toda duda y sus compañeros le apoyaron tras el triunfo ante el Alavés. "¡Vamos, Suli!", le escribió Rodrygo. Bellingham, Fran García y Lucas también comentaron su publicación en Instagram. El central sólo piensa en seguir trabajando para estar preparado cuando le llegue la siguiente. Que presuma de dos Champions, 11 títulos y fuese clave en algunas eliminatorias europeas no puede ser una casualidad... y cree que todavía merece un último baile en el Madrid que deje un recuerdo grato.