FC BARCELONA

La peor experiencia de Piqué el día del referéndum por la independencia de Cataluña: su voto, el desacuerdo con Messi y el "no tiene nivel" a Rajoy

El excentral, que explicó en '3Cat' que desde la Selección intentaron que se disculpara, vivió su peor experiencia ese 1 de octubre.

Los jugadores del Barcelona celebran uno de los goles anotados ante Las Palmas el 1 de octubre de 2017. /GETTY
Los jugadores del Barcelona celebran uno de los goles anotados ante Las Palmas el 1 de octubre de 2017. GETTY
Lu Martin
Alberto Martínez

Lu Martin y Alberto Martínez

Cada vez que habla, sube el pan. Y no hay personajes que se agarren más a esa expresión que Gerard Piqué, a quien siempre le gustó pisar los charcos y no morderse la lengua, independientemente de las consecuencias. La última es una confesión siete años después de lo vivido cuando regresó a la concentración de la Selección española de fútbol después de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de Cataluña y de las cargas policiales en las votaciones del 1 de octubre. En el programa El nou clam de David Carabén, que se emitirá este jueves por 3Cat, el ahora propietario del Andorra FC y promotor de la Kings League, explicó como Julen Lopetegui y Sergio Ramos le obligaron a realizar una conferencia de prensa y disculparse.

"Voy con la Selección, llego a Madrid, a Las Rozas, y, sorprendentemente, esa noche me cogen el mister y el capitán, que era Sergio Ramos. Me dicen: 'Gerard, debes pedir perdón. Te has posicionado mucho a favor de Cataluña...", explicó Piqué, quien se negó, tiró a la basura un papel que le dio el seleccionador con lo que debía decir y afirmó que él lo haría a su manera. Ahí se torció todo, y justo después del Mundial de Rusia, el exjugador del Barcelona dejó el equipo nacional con 31 años. Pero, ¿qué pasó ese 1 de octubre?

Después de que la Generalitat de Catalunya aprobase la celebración de un referéndum pese a las advertencias de inconstitucionalidad del Gobierno de España, ese 1 de octubre buena parte de los catalanes se lanzaron a las urnas. También Gerard Piqué, que depositó su voto en el distrito 6 sección 72 de Barcelona, en la zona alta, donde tenía su residencia. Ese día el equipo azulgrana jugaba a las 16:15 en el Camp Nou ante el Las Palmas. Pero todo se iba a torcer rápidamente.

Desde primera hora de la mañana fueron constantes las cargas policiales en muchos colegios electorales para impedir que se celebrase un referéndum que se había declarado inconstitucional. Las imágenes llenaron las televisiones a todas horas: las cargas, los golpes, gente sangrando, tensiones políticas... Y eso explotó, como no podía ser de otra manera, en el FC Barcelona, que se planteó suspender el encuentro ante Las Palmas.

LaLiga no dio tregua y en el vestuario se habló de Las Ramblas y ETA

La entidad azulgrana, presidida entonces por Josep Maria Bartomeu, se puso en contacto con LaLiga y con la Real Federación Española de Fútbol para solicitar la suspensión del encuentro. Había varias razones para ello más allá del caldo de cultivo que había en la ciudad y en toda Cataluña: los Mossos d'Esquadra no aseguraban la seguridad, ya que se habían queda prácticamente sin efectivos. Desde LaLiga se instaba a que se jugara, de lo contrario al Barça le podrían penalizar con seis puntos menos. La directiva dejó la decisión en manos del vestuario.

Y, ahí, surgió el grupo de los catalanes comandados por Piqué para pedir que no se jugara el encuentro. Después del partido, en zona mixta y tras ganar por 3-0, confesó que "ha sido muy difícil jugarlo. Ha sido la peor experiencia como profesional de mi vida. La gente ha ido a votar pacíficamente y el trato de la Guardia Civil y la Policía habla por sí sola. Los actos de hoy los ha visto todo el mundo y habrá consecuencias".

Finalmente, el partido se disputó a puerta cerrada. Otros jugadores de la primera plantilla, entre ellos Leo Messi como portavoz, abogaron por jugar teniendo en cuenta que se ponía en riesgo la pérdida de puntos. Incluso hubo futbolistas que recordaron que el Barça jugó tras los atentados de Las Ramblas y Cambrils apenas un mes y medio antes, y el cuerpo técnico, encabezado por Ernesto Valverde, quienes vivieron la época del plomo, apuntó que ellos lo hicieron con atentados de ETA el mismo día de partido cuando jugaban en el Athletic, incluso cerca del estadio.

Las Palmas tampoco dio facilidades para la suspensión y, para más sal en la herida, jugó con una bandera de España en la camiseta. Entre otras cosas, Piqué cargó con el presidente del Gobierno por aquel entonces, Mariano Rajoy: "Es una de las peores decisiones de los últimos 40 años. Estamos ante un presidente que tiene el nivel que tiene. Va por el mundo sin ni siquiera saber inglés".

Dos dimisiones y una bronca con defensores a Piqué con España

El partido tuvo más historias. Bartomeu quiso jugar con público porque consideraba que la seguridad estaba garantizada, pero los Mossos no opinaban lo mismo. Y al día siguiente fue él quien dijo en una conferencia de prensa que él había tomado la decisión de hacerlo a puerta cerrada. Al jugarse el encuentro, dimitieron dos directivos que abogaban por la suspensión: Jordi Monés y Carles Villarrubí. Los grupos de animación amenazaron con saltar al campo en el minuto 1 de partido si se jugaba. No ocurrió. Y, por último, a muchos les recordó a aquella eliminatoria de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid en la que el Barça decidió no jugar al tener solo diez jugadores, con Guardiola de capitán: los futbolistas querían, pero Josep Lluís Núñez y Van Gaal dijeron que no. En este caso sí se jugó.

Al día siguiente, Piqué se dirigió a Madrid. Y tuvo esa reunión con Ramos y Lopetegui. Y, el día 3, en el primer entrenamiento, se armó el revuelo. Silbidos, insultos y un mensaje claro: "Piqué, fuera de la Selección". Hasta Pedro Rodríguez, en conferencia de prensa, sintetizó lo que representa el central: "Tiene estas ideas,estos ideales,estos valores, los defiende y es valiente defendiendo estas ideas sabiendo que se puede poner a mucha gente en contra pero dentro del campo y del terreno de juego la verdad es que no se le puede decir nada". Y, un año después, dejó la Selección cuando aún rendía a un gran nivel como central tras el Mundial de Rusia, ya sin Lopetegui.