El catalanismo moderado de un Joan Laporta que un día aspiró a ser presidente de la Generalitat
El máximo mandatario culé ha exhibido menos sus sentimientos durante su segunda etapa al frente del FC Barcelona.

Este domingo se celebran las elecciones al Parlament de Catalunya para conocer al nuevo President de la Generalitat. En una semana decisiva para el futuro, Joan Laporta siempre ha tenido un vínculo especial con el país y la política hasta el punto de fundar un partido en 2010, justo después de abandonar la presidencia del FC Barcelona, que tenía como objetivo la independencia: Democràcia Catalana (DCat). "Hace falta que Catalunya sea un Estado", espoleó Laporta para dar la bienvenida a un partido que creó junto a Jordi Finestres y Rafa Yuste, compañeros de fatiga en el Barça actual.

Sin embargo, Laporta no se presentó como él quería a esas primeras elecciones de 2010. Lo hizo en una candidatura unitaria, Solidaritat Catalana per la Independència, de todas las fuerzas nacionalistas catalanas que tenía como objetivo declarar de forma unilateral la independencia. La formación que lideró el actual presidente azulgrana se convirtió en la séptima fuerza política logrando cuatro escaños. Además, en las elecciones municipales de 2011, el partido de Laporta obtuvo un concejal en el Ayuntamiento de Barcelona.
La aventura de 'Jan' en la política, tras su primera y exitosa etapa al frente del FC Barcelona (2003-2010), duró poco. Descartó presentarse a las elecciones al Parlament de Catalunya de 2012 y posteriormente decidió dejar la política al término de su mandato en el Ayuntamiento de Barcelona, en mayo de 2015. Antes de meterse de lleno en la política y siendo presidente del Barça, el club se posicionó a favor de las proclamas independentistas y de la oficialidad de las selecciones catalanas. El presidente aseguró que su ideología era "desacomplejadamente catalanista", dando así un giro a lo que había sido la postura de la institución azulgrana en el pasado. El máximo mandatario culé explicó al aterrizar en el club por primera vez que "mi proyecto para el Barça es catalanista".
En esta segunda etapa al frente del club (llegó en marzo de 2021), Laporta ha moderado ese catalanismo, que solo ha mostrado de manera puntual como por ejemplo en la tradicional ofrenda floral en el monumento de Rafael Casanova con motivo de la Diada del 11 de septiembre. El pasado septiembre Laporta, encabezó la expedición azulgrana y aseguró que "tanto en tiempo de democracia como en la oscuridad de la dictadura, el Barcelona se ha erigido en defensa de los derechos y libertades de Catalunya. Y lo seguiremos haciendo porque la Junta y el club tienen el deber de ser fieles a nuestra historia y a las esencias fundacionales que explican porqué somos más que un club".
𝑩𝒐𝒏𝒂𝑫𝒊𝒂𝒅𝒂𝒂𝒕𝒐𝒕𝒉𝒐𝒎!
— FC Barcelona (@FCBarcelona_cat) September 11, 2023
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Ese catalanismo de Laporta mostrado a cuentagotas durante su segundo mandato también salió a flote durante la rueda de prensa explicativa por el Caso Negreira donde se mostró muy tajante. "Quieren destruir a uno de los emblemas de Catalunya como es el FC Barcelona. Algunas esferas de poder no soportan que el club sea una plataforma de catalanidad abierta al mundo", expresó en un discurso sin fisuras. "Afortunadamente, ya he dicho que algunas esferas de poder, no todas, no soportan que el Barça exprese su catalanismo. Algunos han visto una oportunidad de cargarse a uno de los órganos más representativos de Catalunya", insistió el presidente, que aprovechó el catalanismo para atacar al Real Madrid.
La evolución del Laporta catalanista a través del Barça ha girado con respecto a sus dos mandatos. En el primero, aprovechó la institución para dar muestras de su catalanidad mostrándolo y exhibiéndolo en infinidad de ocasiones. En el segundo, lo está haciendo de una manera mucho más selectiva y circunstancial, como en la ofrenda floral en la Diada o en la conferencia de prensa sobre el Caso Negreira.