Raúl Asencio saca partido a las 1.000 diagonales de Raúl, justifica el 'no' al City y se doctora
El central, capo del Castilla, se ha metido en el bolsillo a los 'mayores' y seguirá en dinámica de primer equipo después de su exhibición ante Osasuna.
Raúl Asencio (21 años) ha pasado por todos los estados de ánimo posibles en los últimos 12 meses. Si su nombre saltó a la palestra de la opinión pública por el 'Caso Canteranos' (él no estuvo presente en el lugar de los hechos), en realidad su apellido lleva mucho tiempo subrayado en rojo en los despachos de la dirección de cantera. Desde que llegó al Real Madrid en 2017 no ha sufrido apenas bajones, ha demostrado paciencia y un compromiso inquebrantable con el club (se quedó en el segundo filial en la 2022-23 pese a recibir ofertas del fútbol profesional) y en este 2024 ha pegado un paso adelante evidente que le ha convertido en "el puto jefe" del Castilla, como exponen fuentes del vestuario. Carletto premió su rendimiento y le hizo debutar contra Osasuna… y el central regaló una exhibición: asistió a Bellingham, presumió de colocación y contundencia y elevó su acierto en el pase hasta un sobresaliente 93,5%.
Lo que más destacó de su partido fue el envío en largo hacia Jude que generó el 2-0. El movimiento lo ejecutó con precisión de cirujano: un par de toques en la conducción, mirada a la profundidad, brazos abiertos para golpear y balón cruzado de derecha a izquierda. Bellingham lo pinchó y superó a Sergio Herrera con una vaselina. La presentación en sociedad de Asencio, con una capacidad para jugar en largo sólo al alcance de los elegidos, no sorprendió a los que le ven día a día en Valdebebas y, especialmente, a su mentor Raúl. Tantas veces criticado, el técnico del Castilla ha pulido el desplazamiento del central y le hace hincapié una y otra vez en que emplee su fuerza para habilitar a los extremos: "En los entrenamientos ha podido repetirle 1.000 veces lo de las diagonales". Y, de tanta práctica, ha acabado por convertirse en una de sus mejores armas.
La conexión con Bellingham la repite habitualmente en el filial con Víctor Muñoz, un "avión" que juega como extremo izquierdo y al que Asencio encuentra de forma recurrente con esos balones de 50 metros que teledirige al pie del atacante. Su pase corto también es bueno y no tiene problemas en cambiar de perfil y jugar por la izquierda; en los últimos duelos de Primera Federación, para dejar al juvenil Mario Rivas en su pie natural, se ha acoplado al perfil zurdo de la zaga y ha cumplido con nota. A su capacidad futbolística se le une su ADN de líder: ha alzado la voz en varias ocasiones en la caseta y, cuando él habla, todos escuchan.
Con ofertas para salir
El grancanario ha recibido el premio a su trabajo, desarrollo y lealtad al club que más apostó por él en 2017, cuando salió de Las Palmas. Le descubrió Sixto Alfonso, el ojeador en las Islas Canarias que también llevó a Valdebebas a Jesé o Nico Paz, y nunca se ha saltado una etapa: pasó por Cadete B, Cadete A, los tres juveniles, el C y el Castilla hasta debutar con la primera plantilla. Y ha llegado para quedarse, como avanzó Ancelotti: "Ha jugado muy bien, una sorpresa bonita. Hay que agradecer el trabajo que ha hecho Raúl con él. En este momento, le necesitamos". El entorno del central agradeció que el italiano se acordase de Raúl (al que el Madrid empuja fuera del filial) porque consideran fundamental la confianza que le ha entregado el '7'.
Hay otras casualidades que maravillan de Asencio: su contundencia, sin hacer nunca prisioneros; su juego aéreo, pese a medir sólo 1,84 m; y su habilidad para ganar duelos por arriba y por abajo. Ha jugado en todas las posiciones de una línea de tres centrales y puede adaptarse al lateral derecho. Todo eso, unido a que "no se arruga" y su excepcional base física, le convierte en una opción más que interesante para colaborar en este momento de la debilidad de los 'mayores' y para repetir titularidad en Leganés a la vuelta del parón. Ahí todavía no estará Tchouameni… y se ha confirmado que Militao se perderá lo que resta de temporada. Vallejo no cuenta, y a Alaba, que ya toca balón, no se le espera hasta bien avanzado 2025.
El canario ha gozado de múltiples opciones para salir del Madrid en los últimos veranos y a todas ha respondido con un 'no'. El club nunca le abrió la puerta. En 2022, por ejemplo, y tras conquistar la Copa del Rey juvenil en Lugo en un equipo en el que también destacaron Bruno Iglesias (ahora en el Real Madrid C) o Isra Salazar (Estoril), el Mirandés llamó a su puerta y mostró su disposición a sumarle a su plantilla de Segunda. La entidad prefirió que madurase en casa y que ayudase al recién absorbido RSC Internacional a pelear por el ascenso a Segunda Federación; luego se quedaron a las puertas.
En 2023 le tocaron de nuevo desde la categoría de plata y el extranjero… y este verano se interesó mucho por él el Grupo City, dispuesto a plantear una generosa oferta económica para incorporarle a su bolsa de futbolistas y enviarle luego al Girona, como avanzó Marca. El Alavés también lo quiso… y al final, entre la situación precaria de un Castilla que ya dejó volar a Nico Paz, Mario Martín, Carrillo o Marvel y no fichó, se decidió mantenerle y que pudiese echar una mano en un primer equipo que tampoco acudió al mercado pese al adiós de Nacho y el cruzado de Alaba.
Su paciencia le recompensa. En la gira empezó a ganarse a sus nuevos compañeros y con su talante y rendimiento ante Osasuna se los ha terminado de meter en el bolsillo. "Grande, Raúl", le comentó Lucas Vázquez en Instagram; Bellingham le agradeció en público su asistencia; y el capitán Modric o tipos aparentemente más fríos como Lunin tuvieron detalles de cariño con él en la intimidad. Ha subido para quedarse. El tiempo y los juzgados, tema aparte, dictaminarán si es culpable o no de un delito de revelación de secretos basado en la difusión de un vídeo sexual de una menor de edad.