CELTA DE VIGO

La autocrítica, el gran debe de Rafa Benítez en el Celta

El entrenador subraya innumerables aspectos positivos mientras el equipo suma una única victoria en diez partidos.

Rafa Benítez, en un partido esta temporada. /Getty
Rafa Benítez, en un partido esta temporada. Getty
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Diez partidos de Liga y una única victoria. Dos puntos de 18 posibles en casa. Diez goles a favor y 18 en contra. El inicio de temporada del Celta está siendo malo, muy malo. Los números son el reflejo de la floja situación del conjunto vigués, que no consiguió cerrar el mercado de fichajes como pretendía y que está pagando su endeblez en las áreas. El de Rafa Benítez es un equipo que no es capaz de levantarse después de un golpe y que a su vez necesita múltiples intentos para hacer algo de daño al rival.

Sin embargo, si uno ve las ruedas de prensa del entrenador sin tener delante la clasificación, puede pensar que el equipo está no solo en zona tranquila, sino peleando por los puestos europeos. Nada más lejos de la realidad. Hasta el momento, el técnico madrileño pocas veces ha reconocido que su equipo haga algo mal durante los partidos y salvo los días frente Alavés y Osasuna, siempre ha señalado ser mejor que su oponente.

En la jornada 3, tras el encuentro ante el Real Madrid, Benítez criticó el gol anulado a Larsen en los primeros minutos cuando el marcador todavía reflejaba un empate a cero. "El primer gol que nos anulan yo no lo veo y me imagino que alguien lo verá más claro que yo", señaló el míster, que en la jornada quinta, después de caer en Balaídos contra el Mallorca, volvió a apuntar a otros factores más allá de los futbolísticos.

"No me sirve que entre la cámara en el vestuario a ver cómo un jugador se pone las espinilleras y decir 'uh, qué buenos somos' y luego que me des un gol o no porque la tecnología puede ser más o menos cara", expresó Benítez tras el gol anulado a Bamba por no superar supuestamente la pelota la totalidad de la línea de gol. En ambos casos, el preparador destacó el buen juego de su equipo.

También contra Las Palmas criticó duramente al colectivo arbitral después de que el equipo insular remontase en los últimos minutos un gol de Larsen, al que le habían anulado otro en la primera mitad que parecía completamente legal. "Es alucinante. Todos los partidos nos pasa algo y nos anulan un gol de esas características. A nivel anímico nos está matando al equipo. Tienes que estar continuamente a contracorriente y esas jugadas nos matan", apuntó aquel día.

Una semana después, en casa frente al Getafe, el madrileño intentó justificar el empate contra diez con el poco tiempo efectivo que se jugó durante los noventa minutos. "Evidentemente, hemos hecho muchas cosas para ganar. No sé cuánto tiempo efectivo se ha jugado, cuántas veces se ha interrumpido el juego, y así es muy difícil. Por supuesto, nosotros tenemos que hacerlo mejor para terminar ganando estos partidos, pero es que es muy complicado porque cada situación era una eternidad para poder jugar. Yo vengo de una Liga donde las cosas son distintas y cada día estoy más sorprendido de lo que veo", criticó en sala de prensa.

El último episodio fue ayer tras la clara derrota por 0-3 contra el Atlético de Madrid, marcada por el penalti y la expulsión de Iván Villar en la primera mitad, algo a lo que también hizo alusión. "Comentábamos en el vestuario que si analizas el partido, en los primeros veinte minutos el equipo tiene llegada, ocasiones, de todo… Luego cambia todo. Una decisión que te pueden explicar pero el portero iba buscando el balón y esa jugada para mí es amarilla y ya está, no se pita desde una sala", aseguró en sala de prensa.

Benítez cree que el Celta merece tener más puntos de los que tiene en su casillero, y posiblemente tenga razón. Incluso es lógico estar de su parte en los lamentos de algunas decisiones arbitrales, sobre todo frente a Real Madrid y Las Palmas. Sin embargo, pocas veces se le ha visto señalar los errores que comete su equipo y sí otros factores ajenos que parecen repercutirle mucho más. Muchas voces que rodean al club celeste ya le piden cierta autocrítica porque la situación es cada vez más preocupante.