VAR, roja, goles, milagros de Soria y hasta lesión del asistente: ¡qué partido, papá!
El Getafe aguantó el empate pese a estar en inferioridad numérica desde la media hora del partido en Balaídos.

"Ya lo saben. Si parpadean, se lo van a perder, porque esto es fútbol (en realidad, Fórmula 1) en estado puro". Parafraseando a Gonzalo Serrano, porque la ocasión lo requiere. Los astros de la programación se alinearon para hacer coincidir en el tiempo el Gran Premio de Catar, todo un Arsenal-Manchester City, el Barcelona-Real Sociedad de Liga F, un Alavés-Betis y un Celta-Getafe. Probablemente esta última opción no fuera la más atractiva. Pero ya avisó Bordalás: "Esto es fútbol, papá". Y tanto que es fútbol.
El partido fue una revuelta a aquel clásico debate de que en LaLiga no pasa nada. Si hasta se lesionó el asistente, en la última para hacer rebosar la botella del surrealismo. Por partes, que hay para dar y tomar. Al minuto y medio de partido, Borja Mayoral le ganó el cuerpo a cuerpo a un tétrico Unai Núñez, recortó a Iván Villar y definió a placer. Partió la temporada como jugador secundario y ahora ya no le sienta nadie. Se lo ha ganado a base de goles y sprints, dos requisitos mínimos en la religión de Bordalás.
Lo ocurrido invitaba a la suspicacia. Con el Getafe tan pronto por delante, podía preverse un duelo trabado, sin demasiado fútbol efectivo y con un equipo deseando que sonara la campana. La primera muestra fue Domingos Duarte en el suelo y Balaídos abroncando enormemente al rival. El central precisamente vio la primera amarilla en el 8'. Sánchez Martínez lo iba a tener difícil. Y lo que le quedaba por ver.
A Unai Núñez le tocó enmendar su error forzando un penalti de esos que acompañan muy bien a la frase popular de "si... levantara la cabeza". Más en idioma moderno: un penaltito. El central estuvo listo haciéndose un chalet en el suelo hasta que el VAR reaccionó. Había contacto de Maksimovic con su pierna, pero... Lo falló Aspas, que chutó al palo. Balaídos, aun así, reconoció a su alma sobre el césped. No pasa nada.
Sánchez Martínez ya suspiraba, como el que jadea en el primer kilómetro de una maratón. El Getafe no achicó aguas como se esperaba de un equipo que va por delante y rápido cedió el tanto del empate. Bamba, hasta ahora un jugador de puro destello, condujo, abrió hacia Luca de la Torre y este vio como el '17' acompañaba la jugada para remachar. Dicho y hecho, le devolvió el balón y este definió a la perfección. Mientras, el equipo de Bordalás reclamó enérgicamente una posible falta de Unai Núñez sobre Aleñá. Motivos tenían para protestar, aunque es más una acción gris que el clásico error claro y manifiesto.
El colegiado vivió la clásica tarde de trabajo en la que se empiezan a acumular las tareas sin cesar, hasta el punto que resulta hasta gracioso. Claro, que una oficina no es un estadio con miles de personas pendientes de cada decisión. La siguiente que tomó, eso sí, fue favorable a los locales. Domingos Duarte agarró a Larsen y se llevó otra amonestación, su segunda. Increíble que en media hora pasara tanto. En esta ocasión, era más primera amarilla que segunda, aunque el reglamento no llega a diferenciarlas como sí lo hace la cultura popular.
El primero de Greenwood
El partido quemaba como el agua moja o Verstappen gana el Mundial de Fórmula 1. Y le faltaba terminar de romper con más goles. Gastón filtró un balón a Mayoral, que se la llevó ante un gris Starfelt y la puso al segundo palo para que Greenwood marcara su primer gol con la camiseta del Getafe. Benítez lo debe trabajar: un equipo con carencias ofensivas como el suyo no puede permitirse flaquezas defensivas de este calibre.
El Celta caía en superioridad y el respetable comenzaba a frustrarse. Lo resolvió rápido el equipo celeste. Ristic, en presunto fuera de juego, centró a Aspas, Soria hizo una parada desproporcionada y Larsen anotó en el rechace. El linier se equivocó: el lateral no se encontraba en posición antirreglamentaria y el tanto subió al marcador vía VAR.
Sánchez Martínez añadió siete minutos, cuando podría haber dado 153. Por orden: cuatro goles, un penalti vía VAR, el lanzamiento, revisión de VAR en otro tanto, una expulsión, otro gol con la ayuda de los de la sala VOR, seis amarillas, protestas, lesión de David Soria... Resulta incluso difícil narrar cuánto tiempo se jugó realmente.
¡Si hasta se lesionó el asistente!
Ver para creer. A veces la narrativa es superior al sentido común. Si en el partido ya había pasado absolutamente de todo, lo que faltaba ya es que se lesionara el árbitro asistente. Cabañero Martínez tuvo que abandonar el terreno de juego y en su lugar se puso el silbato Román Román, el cuarto árbitro. Benítez, mientras, se encontraba perplejo en la banda. ¿Qué más le puede pasar?
El curioso incidente enfrió lo que era un partido ardiente y el Getafe siempre ha utilizado el control sin balón como su mejor arma. Con diez, el empate era un premio mayor. El Celta cayó en la desidia y hasta un remate de Larsen que obligó a Soria a hacer su enésimo milagro no hizo temblar al rival.
El duelo entró en la 'zona Geta'. Juan Iglesias, con el hombro en mala condición, insistió en que el cronómetro avanzara sin que ocurriera nada. Una vez fuera, la metodología para colocar su articulación, con la valla publicitaria de Balaídos, resultó especialmente llamativa. Y Bordalás tronando en la banda por no dejarles Sánchez Martínez hacer el cambio. Hay que reconocer que no se lo pusieron fácil. Tampoco ayudaron sus ocho de descuento, dada la facilidad que hay en el campeonato para alcanzar las dos cifras.
"Se ha creado un ambiente con nosotros y no hacemos nada diferente que lo que hace el resto. Los árbitros vienen revolucionados hacia nosotros. Ahora seguro que se quejan de las pérdidas de tiempo. No ha habido nada, faltas normales y seis amarillas. Nos va a pasar todo el año, somos el Getafe", reflexionó David Soria tras el final.
Un descuento que dio pie a otra gran intervención de Soria, lesionado desde el primer tiempo. Su dolor fue casi como aquel día en el que Jordan bailó lo que quiso con fiebre alta. Quién no firmaría una exhibición así, aunque sea con el hombro maltrecho. 106 minutos, VAR, roja, goles, lesiones hasta del asistente y un vibrante empate a dos. ¿Parpadearon? Esto es fútbol, papá. Se habrán perdido mucho.
La ficha del partido
2 - Celta: Iván Villar; Mingueza, Starfelt, Unai Núñez, Ristic; Carles Pérez, Fran Beltrán, Luca de la Torre, Bamba; Aspas y Larsen.
2 - Getafe: Soria; Damián, Duarte, Djené, Gastón, Diego Rico; Greenwood, Maksimovic, Aleñá, Jaime Mata; Borja Mayoral.
Goles: 0-1, Borja Mayoral (min.2); 1-1, Bamba (min.24); 1-2, Greenwood (min.33); 2-2, Larsen (min.43).
Incidencias: Sánchez Martínez amonestó a Duarte, Maksimovic, Djené, Mata, Aleñá, Fran Beltrán, Diego Rico y Mauro Arambarri. Expulsó a Duarte por doble amarilla. Su asistente Cabañero Martínez se lesionó y fue suplido por el cuarto árbitro, Román Román.