El padre de Lamine Yamal ya tiene el alta médica tras superar un apuñalamiento
Mounir Nasroui está de camino a casa para recuperarse tras superar varias un apuñalamiento el pasado miércoles.
El padre de Lamine Yamal, Mounir Nasroui, ha abandonado este viernes el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona tras recibir el alta hospitalaria, según ha podido constatar EFE.
Nasroui fue ingresado en el citado centro este pasado miércoles por la noche tras haber sufrido un apuñalamiento en el barrio de Rocafonda, de Mataró. Como consecuencia de ello, han sido detenidas cuatro personas por su presunta participación en los hechos, las cuales han pasado en la mañana de este viernes a disposición judicial.
Los cuatro detenidos, según han informado a EFE fuentes de los Mossos d'Esquadra, han sido conducidos desde las dependencias policiales de Mataró hasta el juzgado de Instrucción en funciones de guardia de esta localidad.
Los hechos ocurrieron sobre las 21:00 horas del miércoles en el barrio de Rocafonda de Mataró (Barcelona), donde reside la víctima, y a las 23:00 horas fueron detenidas tres personas por su presunta implicación en la agresión con arma blanca a Nasraoui, a las que se sumó ayer un cuarto detenido.
Durante los días que ha permanecido ingresado, Mounir Nasroui ha estado acompañado en todo momento por sus familiares y este jueves recibió la visita de Lamine Yamal, a quien desde el centro hospitalario recomendaron que no lo hiciera inicialmente para no perturbar el normal funcionamiento del mismo, debido a su importancia mediática del futbolista del Barcelona.
"Me veía entre la vida y la muerte, tuve miedo como cualquier otro ser humano", declaró el padre de Lamine sobre el incidente, ayer en El Chiringuito. Ya por la noche, el susto parecía menor: "Hay que estar más tranquilo por el bien de todos, el mío y el de familia, no me queda otra. Hay que pensar en que la Justicia va a hacer su trabajo. Gracias a Dios, Dios es muy grande y todo tiene solución". Finalmente, Mounir Nasroui puede descansar en su casa, acompañado de los suyos, para intentar superar cuanto antes una experiencia tan dura.