BETIS - BARCELONA

Cuando la afición del Betis se rindió al "extraterrestre" Messi: "Yo lo intenté varias veces e hice el ridículo"

Loren Morón y Joel Robles recuerdan con Relevo la exhibición de Messi ante el Betis.

El Benito Villamarín ovacionó a Leo Messi. /AGENCIAS
El Benito Villamarín ovacionó a Leo Messi. AGENCIAS
Alex Pintanel

Alex Pintanel

Hasta los rivales se rendían al argentino. Messi esculpió una auténtica obra de arte ante el Real Betis. Un hat-trick del delantero acercó al Barça a un título de Liga que acabaría ganando con 36 goles de Leo -15 más que Luis Suárez y Karim Benzema-. Fue la temporada 2018-2019, con Ernesto Valverde en el banquillo culé. Sevilla se rindió al talento del genio argentino como nunca antes había sucedido.

El tercer tanto de Lionel, el cuarto del Barça y el que cerró el partido, fue de una muy bella factura. Un gol al alcance de pocos privilegiados. Con el tiempo a punto de cumplirse, el '10' se inventó su enésima obra de arte. Un golpeo suave y perfecto, con su pierna izquierda, desde el borde del área, que superó a Pau López para situar el 1-4 en el marcador. "Nos condenó un extraterrestre llamado Messi", destacó el técnico verdiblanco Quique Setién.

Las manos a la cabeza de Lenglet, muy cerca de la acción, precedieron a la ovación. "Lo recuerdo muy bien porque estaba delante de la jugada. El balón sale rechazado de un saque de esquina. Yo toco la pelota y va a Messi. Choco contra él, pero logra abrir a banda. Se la devuelven y yo me quedo quieto y veo hacia donde va el balón. Él ya sabía donde estaba el portero y donde la quería colocar y la puso al otro lado. Lo sabía todo. Eso es lo más difícil", cuenta Loren Morón a Relevo.

El andaluz, ahora en las filas del Aris de Salónica, marcó el gol bético. "La ovación habla muy bien de lo que es la afición del Betis. Nunca recuerdo algo así perdiendo 1-4. La gente tiene que estar cabreada con el equipo, silbando... y se levanta, aplaude y homenajea al mejor jugador del mundo. Ves que tu afición valora que tienes en frente a un jugador superior a todos", añade el futbolista de Marbella. "Yo he tenido ocasiones de hacer lo mismo que Leo y el resultado ha sido todo lo contrario. Hice un ridículo espantoso", sonríe.

Fue en ese instante cuando, de manera espontánea, gran parte del público presente en el Villamarín se puso de pie para aplaudir al jugador del Barça y corear su nombre, como si del Camp Nou se tratase. Una escena que se repetía cada pocos días en el coliseo azulgrana y que se trasladó en marzo de 2019 al estadio verdiblanco. Algo muy poco habitual. "No recuerdo una ovación así. Estoy agradecido a la gente por su respuesta. Siempre que venimos aquí nos trata bien, más allá de la rivalidad", destacó el argentino tras el partido.

Antes del hat-trick, Leo perforó la portería del Betis por partida doble. En el minuto 18 botó una falta, marca registrada, que se coló por la derecha de la escuadra de Pau López. El segundo del argentino, "en una jugada de dibujos animados", tal y como definió Setién, llegó al filo del descanso tras una dejada de espuela de Luis Suárez que aprovechó Leo entre una maraña de piernas para marcar el 0-2. "Estoy seguro de que este gol lo solía hacer en los entrenamientos porque sabe perfectamente la posición del portero cuando recibe fuera del área. Pincha el balón con el interior y la manda al segundo palo", rememora Joel Robles, el portero suplente aquel día. "Unos años más tarde me lo intentó hacer a mí, pero tuve suerte de que no fue gol", recuerda el cancerbero.

"La afición se levantó y aplaudió porque la gente es inteligente y sabe de fútbol como para aplaudir", explica el ahora guardameta madrileño del Estoril. Una actuación memorable que será siempre recordada, por los culés... y los béticos. Este sábado se vuelven a ver las caras en el Villamarín Betis y Barça... por tercera temporada consecutiva, sin el que fuera el protagonista de aquella histórica noche de marzo, Leo Messi.