BARÇA-LAS PALMAS | NILI PERDOMO

El talento que rozó la gloria en el Barça de la MSN y aprendió a levantarse: "Cuando veo a Cucurella, le digo a mi mujer: 'Allí estaría yo'"

El exjugador del Barça repasa su breve paso por el club blaugrana, marcado por lesiones, ansiedad y malas decisiones, y cómo encontró su estabilidad en el fútbol griego.

Nili, en el vestuario junto a Messi y Suárez/Nili Perdomo
Nili, en el vestuario junto a Messi y Suárez Nili Perdomo
Andrés Arencibia Almeida

Andrés Arencibia Almeida

Los componentes de la famosa MSN, de las delanteras más letales de la historia del fútbol europeo, podría hacer un esfuerzo memorístico y caer en que, en los entrenamientos del Luis Enrique más culé, en 2016, había un pibe canario, de delgadez extrema, que habitualmente se ponía de lateral derecho. No era de la Masía, era Francisco José Perdomo Borges, conocido en el fútbol como Nili Perdomo (Las Palmas de Gran Canaria, 1994). Fue uno de los favoritos de Quique Setién en la UD Las Palmas del mediático Kevin-Prince Boateng. Y como el tren solo pasa una vez, abandonó esa temporada el club canario y firmó por tres años por el FC Barcelona. "Luis me dio toda la confianza en una época en la que estaban Sergi Roberto y Aleix Vidal. A los pocos días de llegar, el técnico me dice que me va a inscribir en Champions y Liga. Flipé. Pero dos lesiones traicioneras, un esguince de rodilla y una lumbalgia, me mataron. Caí en una depresión. Al final, solo jugué un partido de Copa del Rey.", se desnuda en su entrevista con Relevo.

"En el Barca tenía psicólogo, me dio ansiedad no poder demostrar toda mi valía", continúa con su discurso. Y más allá de las lesiones y los desencuentros, él insiste en que, en el día a día, disputaba partidos contra, por aquel entonces, su enemigo más silencioso y letal: las malas amistades. "Los amigos se cuentan con los dedos de una mano. Los pajaritos en la cabeza que tenía, y la presión de estar a la altura de un club como el Barça, sumada a la fragilidad emocional, acabaron conmigo". Cedido al Albacete Balompié en enero de 2018, intentó reconstruir su carrera en un entorno menos abrumador, pero no hubo forma. "El nuevo entrenador no contaba con la gente joven", desvela sobre Enrique Martín Monreal.

Desde las Navidades de 2018, el camino de Nili ha sido una travesía errante por el fútbol griego, una tierra que ha acogido su talento "roto". Seis equipos –acumula más de 100 partidos totales y acaba de fichar por el Kalamata de Segunda- han visto su evolución "y la seguirán viendo por cinco, seis años más. Me queda fútbol", se autoconvence. La gloria que alguna vez rozó con el Barcelona, ya no es un mal trago, es un recuerdo, una enseñanza de la que hoy, ya con 30 años e infinitamente más maduro, cuenta a su hija, su máxima prioridad en su nueva vida.

Llevas siete años en Grecia. ¿Qué tal tu experiencia y qué es lo que realmente te motiva para seguir allí?

El fútbol, en Grecia, es complicado. Tienes que estar mentalmente preparado. Cuando digo fútbol, no solo me refiero al balón. Hablo más bien de lo que rodea a todo un equipo. Aquí en Segunda División me he encontrado muchos jugadores que tienen problemas con sus clubes. Respecto a impagos no hay tanta profesionalidad… Así que debes estar al loro y elegir tu club con cautela. Sí que me parece una liga competitiva y que su afición vive muchísimo cada encuentro. Yo sinceramente juego para divertirme, eso me motiva. Estoy con el número 10, o el 8. Aún me quedan todavía cinco o seis años de mucho fútbol. Me gusta, me conocen, estoy muy a gusto. No quiero ir a más sitios desconocidos, tengo a mi familia y a mi hija, que son mis prioridades.

Vamos ya para tu isla. ¿Qué recuerdas de tus inicios con Las Palmas Atlético y qué decisión marcó el inicio de tu carrera profesional?

Para llegar al primer equipo es, por un lado, muchísimo trabajo desde pequeño, y por otro lado, un granito de suerte. En la época en la que yo estaba era todavía más difícil. Había que entrenar mucho, jugar bien cada semana. En definitiva, ganarse las castañas. Tuve suerte porque, con Las Palmas Atlético, yo que solía jugar de extremo, pasé al lateral por decisión técnica. Por aquel entonces, ya presumía del apodo "Nili" en honor al jugador belga Luc Nilis, del PSV holandés, todo por una camiseta que me regaló mi abuelo en mi infancia. En el filial insular, como te decía, lo hice francamente bien y empecé a despuntar. De hecho, recuerdo que me llamaron para el primer equipo, en Segunda División, cuando estaban todos los laterales apercibidos. Debuté contra el Deportivo Alavés y genial. Ya de ahí pasamos a la temporada con Quique Setién, el hombre que me da la oportunidad de jugar a mi fútbol en Primera División con el equipo de mi tierra.

Nili aprendiendo de Juan Carlos Valerón en la UD Las Palmas
Nili aprendiendo de Juan Carlos Valerón en la UD Las Palmas

¿Qué significó Quique Setién para tu carrera futbolística y cómo influyó en tu rendimiento durante tu etapa en Primera con la UD Las Palmas?

Con Setién, al principio, muy bien. El tener lo que hay que tener para poner a un canterano, jugándose el primer equipo de Las Palmas no descender de la élite, lo aprecio mucho. Gracias a él di mi nivel, mi mejor nivel.

Algunos trabajadores de la propia entidad le pusieron la etiqueta de soberbio...

Lo que te puedo decir es que, cuando salí de la UD, Setién habló y dijo en público algo así como que debía tener los pies en el suelo. Y lo cierto es que nunca hablamos de ese tema. Me dolió, la verdad. Estoy todavía con esa mosca.

¿Qué factores influyeron en tu salida de Gran Canaria y cómo viviste esa etapa en la que no se concretó tu renovación?

Básicamente el club canario tenia el derecho de hacerme la renovación automática antes del 30 de mayo. Cuando se superó esa fecha, era agente libre. Me acuerdo que vinieron y me quisieron renovar a la baja, para el equipo filial. Yo llevaba tres años en Las Palmas Atlético, era volver a la misma situación. No me sentó muy bien. También hubo compañeros que jugaron menos minutos y sí contaron para el primer equipo….

¿Te volvieron a llamar del equipo canario?

Sí, años más tarde, Las Palmas, que por aquel entonces era de Segunda, tocó mi puerta, cuando yo estaba en el Platanias griego. Iban a pagar por mí un traspaso, pero al final no sucedió.

Después de dejar tu isla, recibiste interés de varios grandes equipos, incluido el FC Barcelona. ¿Qué es lo primero que sentiste en ese momento en el que, al fin, se concretó tu fichaje por el club blaugrana?

Cuando salí de Las Palmas me llamó el Real Madrid, el Liverpool, el Villarreal. Y el FC Barcelona, claro. Ese era mi sueño, verme de blaugrana. Es que nunca te esperas que te va a llamar el Barcelona. Fue una locura. Lo que poca gente sabe es que yo con el FC Barcelona firmo tres años de contrato. El primero de ellos, para el equipo B, los otros dos para el primer equipo. Recuerdo que incluso al poco tiempo de llegar me comentaron que me habían inscrito en Liga y Champions, y que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo.

Quien te aporta esa confianza es Luis Enrique, ¿no?

Sí. Me quedé en shock con Luis Enrique. Era muy cercano, confiaba en mí, encima yo estaba con los mejores del mundo. Debuté con él, con el primer equipo, en Copa del Rey. Me acuerdo que, en la previa de un Las Palmas contra el Barça, justo la semana anterior me dijo que iba a jugar yo, en el Estadio de Gran Canaria, porque además Sergi Roberto y Aleix Vidal estaban lesionados. Pues nada, esa semana, juego primero con el B… Y de repente me hago un esguince de rodilla y me quedo fuera. Al final viajó Marlon Santos.

Se acaba la temporada y no debutas en Liga...

Ni en Champions. Porque sí, iba a jugar el partido contra el Manchester City y justo me dio una lumbalgia. Imagínate la mala suerte, otra vez. Eran duelos que me hubieran valido para demostrar lo que soy como profesional, para que me vieran más. Pero pasó lo que pasó, el fútbol es como es. Ya veo la realidad de otra forma. Crecí mucho como persona, maduras y aprecias las cosas importantes de la vida.

Pulgar arriba de Nili, en Champions con Aleñá
Pulgar arriba de Nili, en Champions con Aleñá

Quedarte a un paso del sueño debe mermar muchísimo a nivel mental.

Está claro que me afectó. En aquella etapa iba al psicólogo. Yo en Gran Canaria vivía en mis abuelos, por tanto, irme a vivir fuera, pues ya suponía bastante. Y verme en el Camp Nou a nada de debutar, cada vez más cerca de alcanzar la meta, y finalmente no conseguir. Merma. Pero bueno, cuando pasan los años, ya lo ves de otra manera. Lo vivido, vivido está. Ahora mi prioridad es mi familia.

Por cierto, ¿El Barça estuvo contigo en estos complicados momentos?

Sí. De hecho, fui yo el que tuvo el error de marcharse del FC Barcelona. Porque el club no me echó, fui yo. Cuando veo a Cucurella, excompañero mío, le digo a mi mujer que allí estaría yo. Pero bueno, ya está. Ahora a disfrutar.

"En un entrenamiento, me pusieron a marcar a Neymar. Se las quité todas. Al día siguiente vino hacia mí, me hizo tres caños en una misma jugada. Dije: 'Ya está'"

Nili Perdomo

Nadie te puede quitar que coincidiste con la MSN, una de las mejores delanteras de la historia del fútbol.

Y es imposible de describir. Estabas en el entrenamiento y era imposible pararlos. Y en los partidos. Me acuerdo que con Neymar, en un entreno, me pusieron a marcarlo a él, en contra de él. Se las quité todas. Coge él al día siguiente y dice: "venga, ahora me toca a mí". Pues dicho y hecho. Vino hacia mí y me hizo tres caños en una misma jugada. Dije: 'Ya está'. No hay más que decir.

¿Qué consejo le darías al Nili del pasado?

Pues que las oportunidades están para aprovecharlas y que se deje de pájaros en el aire, de malas amistades. Los verdaderos amigos se cuentan con una mano. Es totalmente cierto esto. La familia siempre está.

Nili posa con su nuevo equipo, el Kalamata griego
Nili posa con su nuevo equipo, el Kalamata griego

Pisaste La Mancha de puntillas.

Sí. En Albacete empecé jugando y luego vino otro entrenador que no contaba con gente joven. Busqué una salida rápida y desde ese momento decidí ir a Grecia, hasta el día de hoy.

Pasamos rápidamente a la actualidad. ¿Qué radiografía haces de esta nueva UD Las Palmas de Diego Martínez?

Hasta hace muy poco, a la UD Las Palmas le costaba mucho hacer gol, defender, el ritmo no era el apropiado. Pero con Diego Martinez han pegado un cambio de mentalidad asombroso. Es un equipo más incisivo, más peleón, más directo, menos contemplativo con el balón. Les veo bastante bien. Es cierto que esta Primera División, de este año, la veo floja con respecto a otros años. Pero bueno, si siguen así confío en que se van a salvar. Es llamativo que los jugadores portugueses, Fabio y Dário, que a su vez están cedidos, den tanto por la camiseta amarilla. Chapó por ellos, porque los ves ahí en el campo y se matan corriendo como perros presa. Contagian a sus compañeros y a la afición, una afición canaria exigente, pero que premia ese esfuerzo.

¿Y el FC Barcelona de Flick?

Es el mejor equipo de Europa. Cómo juegan, cómo presionan, cómo sacan la línea de defensa para romper el fuera de juego… Es alucinante, cómo han trabajado y cómo el técnico alemán se ha adaptado y se ha amoldado tan bien a sus jugadores. Yo ya lo veía desde el año pasado. Han sacado jugadores muy jóvenes, más profesionales. Son pibes que han ganado ya una Eurocopa.

Como Lamine Yamal...

Es otro como Messi, en el sentido de que es inhumano lo que hace con esa edad. A los 17 años creo que es hasta mejor que el Messi de 17 años. Y si permites, un consejo que le diría es que no se aburra, que siga, que siga y que siga. Como es tan joven y ya ha ganado mucho, a lo mejor con 22 años ya se aburre y se piensa que ya ha llegado al clímax. Si él está a este nivel, los próximos 10-15 años lo vamos a disfrutar y será el mejor. Ojalá.

Acabamos con tu resultado para el FC Barcelona-UD Las Palmas.

Por corazón, para este sábado te diría Barcelona 1-2 Las Palmas, pero siendo sinceros, de cabeza, yo digo 3-0. Va a ser un partido muy bonito. Las Palmas no se va a empequeñecer, pero es que este Barcelona es jodido de ganar. El consejo que le doy a Diego Martínez es que, los jugadores de segunda línea, rompan. Los rivales se van a quedar parados. Contra el Celta de Vigo pasó algo así, que dio paso a la expulsión de Casadó. Pues eso, hay maneras de ganar. Se puede.