80 millones de problemas en el lateral derecho

Más de ocho años lleva el Barça intentando descubrir al nuevo Dani Alves. Por ahora, misión imposible. El club se ha gastado más de 80 millones de euros y ha probado hasta a ocho jugadores en el carril derecho. Ninguno de ellos ha hecho olvidar al brasileño. Mientras la entidad peina el mercado en busca del noveno intento, Jules Kounde cotiza al alza en el lateral. Por desgracia suya.

En los últimos días, varios pesos pesados del Barça -entre ellos, Joan Laporta- han confirmado públicamente que se trabaja para reforzar el equipo en invierno. Las prioridades, un lateral derecho y un pivote, siempre y cuando salga alguien y libere espacio salarial.

Héctor Bellerín regresó al club azulgrana sobre la bocina a petición del cuerpo técnico, que prefirió al catalán antes que a Sergiño Dest, ahora cedido al Milan. Sergi Roberto quedaba como plan 'B' y, Ronald Araujo, como solución de emergencia en días señalados. Dos meses después, dicha planificación ha saltado por los aires: el ex del Arsenal está mostrando evidentes carencias, el de Reus aporta con balón pero sufre demasiado sin y el uruguayo no se siente cómodo en el flanco. Hay que recordar, además, que los tres han sufrido lesiones. De hecho, Roberto y Araujo siguen en el dique seco.

En 2016, Luis Enrique trató de reconvertir a Sergi Roberto en lateral y el canterano ha ido alternando el carril con la medular desde entonces. Sin embargo, esa nunca ha sido considerada una opción sólida en la derecha, especialmente en el apartado defensivo ante rivales de primer nivel.

La sombra de Dani Alves se está convirtiendo en una pesadilla para el club. El de Juazeiro, futbolista con más títulos de la historia (42), llegó en 2008 a cambio de 36 'kilos'. El paso de los años convirtió dicha inversión en calderilla. En su primera etapa, Alves disputó 391 partidos, logrando 21 goles y 101 asistencias.

Sumando los registros de todos los que han intentando sustituirle después, el resultante habla por sí solo: 332 partidos, 11 goles y 32 asistencias. Es decir, entre Douglas, Aleix Vidal, Semedo, Wagué, Mingueza, Dest y Bellerín juntos ni se acercan al experimentado lateral de 39 años. Alves promedió un tanto cada 18,6 partidos y una asistencia cada 3,8. La media de los citados juntos es de una diana cada 30 partidos y un pase de gol cada 10,3. Un dato tan increíble como ilustrador.

Hasta tal punto ha llegado el desespero culé que incluso Dani Alves fue el elegido el pasado invierno para cubrir su propia vacante. El brasileño ni mucho menos desentonó, pues marcó un gol y repartió cuatro asistencias en los 17 partidos que jugó durante cinco meses.

Capítulo al margen merece el caso de Emerson Royal, 'solo' un negocio para el Barça. Tras comprarlo a medias con el Betis (6+6), el club catalán lo traspasó en verano de 2021 al Tottenham a cambio de 25 millones. Nueve de ellos fueron para la entidad andaluza. El brasileño apenas llegó a disputar tres encuentros como azulgrana.

La marcha de Alves coincidió con el principio del fin en el Barça. El contexto juega un papel clave y no es casualidad que ninguno de los supuestos reemplazos haya podido triunfar. Dani solo hay uno, pero brillar en un equipo que se iba desangrando cada año por los campos de Europa resultaba imposible. En el pasado, los casos de grandes defensas como Thuram o Zambrotta, que no cuajaron como azulgranas, evidenciaron la importancia de la dinámica colectiva. Otros, como Busquets o Pedro, se beneficiaron de una coyuntura muy positiva para 'explotar' cuando ni siquiera eran titulares en Tercera División.

 La ansia de cortoplacismo que viene persiguiendo al Barça tampoco ha ayudado. La paciencia brilla por su ausencia, el entorno dicta sentencia a las primeras de cambio y el club catalán se convierte en la plaza más hostil del mundo cuando los resultados no acompañan. La grandeza del club lo engulle casi todo en tiempos de crisis y los jugadores pasan de intentar aciertos a evitar errores. En el Camp Nou, jugar con miedo a equivocarse es un veneno mortal.

Jules Kounde va sobrado de personalidad. También de rendimiento, tanto en el eje como en el carril. De hecho, en cuatro partidos como lateral ya suma dos asistencias -en total lleva tres-. Se podría pensar que el galo es la solución perfecta... sino fuera por su voluntad expresa de militar como central. Uno de los motivos que le llevó a descartar al Chelsea fue el deseo de Tuchel de alinearle como carrilero. En el Barça, las lesiones han provocado que Xavi le haya colocado varias veces en el flanco. Si el técnico no es capaz de convencer al ex del Sevilla, no tendrá más remedio que seguir buscando en el mercado al nuevo Alves. Si es que existe.