FC BARCELONA

Los porqués de la moción de censura a Joan Laporta... que se queda en 'stand-by': "Todo empezó con Messi en 2020"

Algunos de los grupos de oposición del FC Barcelona plantearon una moción de censura contra el presidente, Joan Laporta, que de momento se paraliza.

Joan Laporta en la última Asamblea de Compromisarios. /@FCBarcelona
Joan Laporta en la última Asamblea de Compromisarios. @FCBarcelona
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

La gestión de Joan Laporta al frente del FC Barcelona durante estos últimos cinco años ha sido objeto de múltiples críticas por parte de la oposición, que acusa a la junta directiva de falta de transparencia, decisiones cuestionables en lo económico y deportivo, y una comunicación poco clara sobre proyectos clave. "Esta Directiva no puede durar ni un día más", fueron las palabras de Jordi Farré, ex candidato a la presidencia del FC Barcelona durante su discurso ayer en una comparecencia de prensa en el Col·legi de Periodistes de Catalunya. No es una medida nueva para Farré, puesto que ya fue el impulsor de una moción de censura contra la anterior junta, liderada por Josep Maria Bartomeu, en el año 2020. De momento, como ya se dio a conocer por parte de los organizadores de la oposición, no habrá moción de censura contra Joan Laporta. 

Las razones son debido a una falta de entendimiento entre grupos de opinión y futuros precandidatos a la presidencia. Tanto Jordi Farré como Marc Cornet explicaron que la presión recibida por parte de ejecutivos del FC Barcelona y de distintos grupos de opinión y opositores, como Víctor Font o la nueva plataforma de 'Som un Clam', fueron clave para no presentarla. "Para nosotros es importante el tema de lo que está pasando. La Junta vive en una realidad paralela. Si hacemos una cronología vemos que la situación económica es mucho peor, ahora estamos vendiendo las joyas de la abuela. Ha habido casos de corrupción, como puede ser la comisión de Darren Dein, ISL, Spotify… Creo que hay argumentos para presentar una moción de censura", decían desde la oposición.

Para entender las intenciones de la moción de censura, es importante desgranar los motivos que reclamaban los grupos de oposición.

1. Los plazos: las mentiras del Spotify Camp Nou

Uno de los puntos más controvertidos es el retraso en los plazos cada vez que Laporta anuncia un acuerdo o un proyecto. El claro ejemplo es el de las obras del Spotify Camp Nou. La directiva prometió que las reformas del estadio, financiadas en parte por el acuerdo con Spotify, estarían listas en un tiempo determinado, pero las demoras han generado incertidumbre entre los socios. Además, la falta de claridad sobre el coste real y las condiciones del acuerdo han alimentado las sospechas de opacidad. El Barcelona se fue a Montjuic la pasada temporada y la idea inicial era que el equipo pudiese regresar al Camp Nou en la presente Liga, en la 24-25. Primero en noviembre y, después, en febrero de 2025. Pero por una serie de factores, ese traslado no se acaba de realizar porque los plazos del estadio se han ido retrasando y, a día de hoy, el Barça sigue jugando sus partidos como local en la Montaña Mágica de la Ciudad Condal.

También sucedió con el acuerdo con Nike. A principios de verano de 2024, Joan Laporta, en la primera rueda de prensa tras la marcha de Xavi, lanzó una lista de 'fechas clave' antes de cerrar el año 2024. Entre ellas, estaba el acuerdo con Nike y en el que pidió paciencia por el que fuera "el mejor acuerdo de patrocinio de la historia". Pese a que lo cerró a finales de diciembre, estaba previsto que se cerrase en agosto y posteriormente en noviembre, según los plazos indiciados, aunque finalmente se retrasó.

2. Las comisiones: Darren Dein y el contrato de Spotify y Nike

Otra de las razones por las que los grupos opositores claman contra Laporta es la existencia de un intermediario, 'a comisión', en las negociaciones con Nike y Spotify. Joan Laporta sorprendió al reconocer abiertamente la participación de un mediador para estas operaciones. Ese era Darren Dein, al que ya se vinculó con el acuerdo entre la entidad y Spotify para patrocinar la camiseta y dar nombre al Camp Nou, donde su don de palabra ayudó a cerrar el contrato y recibió una comisión. Dein tenía relación con la empresa sueca -Daniel EK- que estuvo interesada en la compra del Arsenal en su momento. Pero no fraguó. Y, anteriormente, Dein estuvo a punto de colocar a uno de sus jugadores al Barcelona: Max Aarons -juega actualmente en el AFC Bournemouth de la Premier-, pero Ronald Koeman, que era el entrenador por aquel entonces, se negó al no conocerlo y prefirió apostar por el estadounidense con pasaporte holandés Sergiño Dest.

Para cerrar el acuerdo con Nike, el Barça volvió a contar con Darren Dein. Laporta explicó que se había llevado del total de la operación un 1,65% del club y un 1,25% de la firma deportiva. Eso supone alrededor de 50 millones de un contrato de 1.700: "Ahí buscamos la figura de un mediador que vimos bien ambas partes. Le dijimos a Nike que por qué no nos dejaba buscar en el mercado un tercero que nos dijese nuestro valor. Nike accedió pero con la condición de poder igualarla. Fuimos al mercado y trajimos una oferta completa de un competidor. Nike vio que alguien de su competencia nos valoraba muchísimo y la decidió igualar. Es un cambio de relación entre ambas sociedades, es una relación entre iguales. Aquí hemos conseguido arreglar estas diferencias", dijo el tesorero Ferran Olivé. Y ese alguien era Darren Dein que, supuestamente, trajo una oferta de Puma.

Una medida que desde el aficionado cuestionan por las capacidades internas del club a la hora de cerrar operaciones de esta dimensión, y con patrocinadores que llevan años trabajando con el FC Barcelona.

3. Jugando al límite: el caso de las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor

El caso de las licencias de Dani Olmo y Pau Víctor han sido la gota que ha colmado el vaso durante las Navidades. La oposición denunciaba que el club había operado al límite de la normativa financiera en las inscripciones de ambos jugadores, poniendo en riesgo la estabilidad económica y deportiva del club. 

El pasado 4 de enero la Comisión de Seguimiento del Convenio de Coordinación entre LaLiga y RFEF decidió "no conceder", en base a la normativa federativa aplicable, "la licencia definitiva solicitada por el FC Barcelona para Dani Olmo y Pau Víctor de acuerdo a la interpretación literal de los artículos 130.2 y 141.5 del Reglamento General de la RFEF". Según la institución presidida desde hace unas semanas por Rafael Louzán, ambos artículos "impiden que un jugador cuya licencia se cancele pueda, en el transcurso de la misma temporada, obtener licencia en el mismo equipo del club al que ya estuviera vinculado". Ante la negativa de LaLiga y la RFEF, el Barça acudió al CSD, del que depende la Federación y finalmente obtuvieron la cautelar para ser inscritos.

"La situación económica es mucho peor de cuando empezaron. Palancas, palancas… ahora vendemos hasta las joyas de la abuela".

Jordi Farré Empresario, organizador de la moción de censura

4. De lío en lío: del fútbol al caso Heurtel en el baloncesto

El dislate ocurrido en torno a Thomas Heurtel fue otra de las razones por las que impulsaron la moción de censura. El base voló junto a su familia -mujer e hijos- desde China convencido de su fichaje por el Barça Basket. Sin embargo, la realidad fue muy diferente según aterrizó en la Ciudad Condal. El base tomó tierra, atendió a los medios y dio por hecho su regreso a la entidad azulgrana… hasta que su agente le comunicó que el club se había echado atrás. "Nos han dicho hoy que no se puede hacer por la repercusión social de que se firme la noticia", explicaba David Carro, representante del jugador sobre el devenir de los hechos en una rueda de prensa que confirmaba lo ocurrido entre el jugador y el club azulgrana. Una comparecencia en la que el agente desvelaba que el Barça había mantenido una conversación con el grupo de animación 'Dracs' para consultarles por el fichaje del jugador galo, que ya vistió la camiseta azulgrana durante tres temporadas y que terminó su relación con el Barcelona de forma abrupta, después de que Jasikevicius decidiera dejarle en Turquía sin subir al avión del equipo por una presunta negociación con el Real Madrid.

Pese a que la afición del Barça no quería de ninguna manera al base, se puso en cuestión la gestión del club con los fichajes, la imagen y la influencia de la afición sobre la junta directiva en decisiones tan importantes.

5. La 'inexplicable' marcha de Messi y la situación económica del club

"En 2020 era por la situación económica del club y el futuro de Messi. Años después estamos peor y sin Messi", decían este miércoles desde la oposición del club. La salida de Leo Messi en 2021 sigue siendo una herida abierta para el barcelonismo. La oposición señalaba que la situación económica, que ya era crítica en 2020, ha empeorado desde entonces, y lamentaban que el club no encontrara soluciones en el inicio de su mandato para retenerlo. Laporta indicó que la mala gestión económica de la anterior Junta fue un lastre insuperable y que su optimismo en torno a la continuidad de Messi se debía a que LaLiga le había insinuado que sería más flexible con el capítulo de la masa salarial. El dirigente afirmó que había adelantado unas pérdidas de 487 millones de euros, lo que imposibilitó la renovación de Leo Messi porque la masa salarial, entre fichas y amortizaciones, estaba desbordada.

"Los números del club son preocupantes. Hemos recibido una herencia nefasta y eso hace que la masa salarial sea de un 110 por ciento de los ingresos totales. Su gestión ha sido calamitosa. No tenemos margen salarial. Hay que cumplir el fair-play, conocemos la normativa, y no tenemos margen. Los números son peores de lo que nos habían dicho y de lo que nosotros habíamos previsto en base a los números oficiales", manifestó Joan Laporta en 2020.