Un Barça sin cautela se carga al Athletic y se inscribe en la final
Los blaugrana, con un gol de Gavi y otro de Lamine, aprovecharon los momentos de lucidez para sacar ventaja. El domingo, Flick podría levantar su primer título.
Cuando la noche cae en el desierto es como si alguien apagara la luz. La oficina de la burocracia bajó la persiana cuando sonó el pitido inicial y el Barcelona pensó solo en fútbol. Se acabaron los ruidos del abismo, siempre incesantes en el entorno blaugrana, y se apoyaron en las estrellas para guiarse. Entre el caos apareció la luz de Pedri, el director que tiene las pausas de Sorrentino y lo macabro de Tarantino. Capaz de acelerar y frenar el fútbol blaugrana. Tuvo el Barça tramos de lucidez y de ternura, con un Athletic siempre al acecho. Los de Hansi Flick, más acertados en ataque, estarán en la final.
En el Barça volvió a aparecer el mejor Gavi, que anotó el primer gol y asistió a Lamine en el segundo. A tramos, el equipo jugó demasiado rápido, sin cautela. Aunque atrás, Iñigo y Martínez siempre acallaron los intentos del Athletic. También un Szczesny seguro bajo palos, titular por el castigo de Flick a Iñaki Peña. El ritmo alto les acercaba al gol, al mismo tiempo que separaba sus piezas. A los de Valverde le faltaron soluciones arriba, Nico fue insuficiente cuando entró en el segundo tiempo. No necesitaron los blaugrana una gran versión sostenida a lo largo de los 90 minutos para derrotar a los leones.
Lamine se presentó en Arabia con un peinado que evocaba a Neymar, uno de sus ídolos. Dicen que los niños no mienten y el de Rocafonda explicó que, lejos de comunicados y cautelares, él solo quería jugar a fútbol. Con un toque suave y delicado tras un cambio de juego de Iñigo Martínez, dejó solo a Koundé ante Unai Simon. El francés no logró batirle, pero la jugada sirvió para evidenciar que la vida con Lamine es, como mínimo, más divertida. Al otro lado lo sufrió su amigo Nico Williams, que empezó en el banquillo.
'Gavi Time'
Salió el Barça con la intención de tener el balón y con un problema: la intensidad del Athletic. Con Beñat Prados y Jauregizar como motores, los de Valverde convirtieron cada duelo en una guerra de guerrillas. Para superar la presión, los blaugrana empezaron a apoyarse en Pedri, que bailaba con mocasines en un campo minado. En una buena acción colectiva, nacida de un duelo ganado por Raphinha y la continuó Pedri, Balde asistió a Gavi para que este anotara. El andaluz lo celebró señalándose la muñeca y mirando hacia la grada, donde sonreía Dani Olmo. Gavi Time.
Con el paso de los minutos, el guion deslizaba que el peligro estaba en el tejado de quien tenía la pelota. De los robos en posiciones delicadas surgieron las mejores ocasiones, como la que Lamine regaló a Raphinha. La presión del Athletic se diluía y el Barça disfrutaba corriendo. El 2-0 estaba en la capacidad de los de Flick de ser precisos en la alta velocidad. Solo Pedri pedía bajar una marcha. En el área técnica, pensando respuestas, Valverde se rascaba la frente. Pensó en seguir apostando por las piernas de Berenguer e Iñaki Williams.
Hay tramos de partido en los que el Barça sigue palideciendo. Pecando de inmaduro, su obsesión por correr le hace perder el control. El Athletic volvió a ahogar, con los desfibriladores blaugrana controlados, pero sin argumentos sólidos para hacer temblar a los culers, que tenían a Cubarsí e Iñigo Martínez sosteniendo al equipo lejos de Szczesny. A Pau se le está empezando a dibujar el aura de los grandes defensas, tiene un aire a Van Dijk. Nunca parece estar exigido. Nunca parece estar cerca de regatearlo. La última la tuvo Iñaki, que en el epílogo del segundo tiempo remarcó que el último tramo de la primera parte había sido vasca.
Lamine antes que Nico
Todos esperaban a Nico. No pasó ni un minuto tras el descanso y el extremo saltó a calentar. El partido iba a cambiar y el que mejor lo entendió fue Lamine. Tras un par de acciones de juguetón, Gavi le encontró en la frontal del área y el catalán batió a Unai. En la sombra, Iñigo marcó las diferencias. El gol empezó a escribirse con una anticipación marca de la casa. El central no pido focos, pero es de justicia que se los pongan: poquísimos centrales en Europa han alcanzado su nivel este curso.
💥 Lamine se sumó a la fiesta. pic.twitter.com/KcS3ncLDBJ
— Relevo (@relevo) January 8, 2025
Valverde metió de un plumazo a Nico, Vesga y De Marcos, en el momento en que Lamine se fue hacia el banquillo. El Txingurri quería mantener a su equipo con pulso, le quedaba media hora de vida. Ganó músculo y también la pelota. Delante tenía el reto de Szczesny. Aun algo lento de reacción, emanaba una sensación de oficio que calmaba a la defensa. Repitiendo el patrón del primer tiempo, los de Flick mostraban atisbos del letargo que podía enchufar a los vascos al partido.
Y a punto estuvieron de reengancharse, con un gol de De Marcos que acabó anulado por fuera de juego. Poco después, con el Athletic agarrado al partido con los dedos, otro anulado a Iñaki Williams. Fue el 18º tanto encajado por el Barça cancelado por el banderín. El VAR salvó a De Jong, que había perdido el balón que acabó en el gol del delantero del Athletic. Sigue el Barça desatendiendo los avisos de exceso de relajación. Flick vivirá el domingo su primera como técnico culer. El panorama futbolístico, institucional y político se le empieza a aclarar al Barça.
Ficha técnica
- Athletic Club: Unai Simón; Lekue (De Marcos, min.62), Vivián, Paredes, Yuri; Jauregizar, Prados (Nico Williams, min.62); Iñaki Williams, Unai Gómez (Djaló, min.80), Berenguer (Nico Serrano, min.72); y Guruzeta (Mikel Vesga, min.62).
- Barcelona : Szczesny; Koundé, Cubarsí, Íñigo Martínez, Balde (Gerard Martín, mi.82); Casadó (Eric García, min.82), Pedri, Gavi (De Jong, min.72); Lamine Yamal (Fermín, min.62), Raphinha; y Lewandowski (Ferran Torres, min.72).
- Goles : 0-1: Gavi, min.17. 0-2: Lamine Yamal, min.52.
- Árbitro : Ortiz Arias (Comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Berenguer (min.56) y Koundé (min.76).