Jules Koundé o la metáfora de un Barça que pasa de sólido a líquido
El francés escenifica el mal momento azulgrana en defensa. Ha recibido los mismos goles que en las 37 jornadas del curso pasado.
Los cuatro goles que recibió el Barça ante el Girona (y los tres en Amberes) sacaron a relucir la fragilidad defensiva, el talón de Aquiles del equipo de Xavi Hernández cuando el curso pasado fue su punto fuerte. Hoy no queda ni rastro de esa solidez defensiva en el vigente campeón de LaLiga. El curso 22-23 el cuadro azulgrana recibió 20 goles en 38 jornadas y ahora ya acumula 18 en la Liga en apenas 16 encuentros.
La metáfora es Koundé. Su versión dista mucho de la que ofreció en Sevilla. La temporada pasada ocupó durante gran parte del curso la demarcación de lateral derecho. Una posición que no es la suya. El francés se adaptó a regañadientes y cumplió a la perfección. Este curso y tras una charla con Xavi y el posterior fichaje de Joao Cancelo, Koundé ha vuelto a su posición natural en el eje de la zaga a excepción de los últimos partidos (Oporto, Atlético de Madrid y Girona). Ante el Amberes volvió al centro.
El galo ha salido en varias de las fotografías de la defensa azulgrana esta temporada. No pudo parar en velocidad a Bryan Zaragoza en Granada, sufrió lo que no está escrito ante el delantero del Deportivo Alavés Samu Omorodion, hasta el punto de que Xavi lo desplazó del centro al lateral derecho a la media hora de partido, y el domingo ante el Girona no siguió la marca de Miguel Gutiérrez en el segundo tanto del Girona y no fue contundente en el tercero. En Champions, el miércoles, sin Araujo, le tocó liderar una defensa que al minuto ya había recibido un gol.
"Tenemos que recuperar la presión tras perdida. Tenemos que ser más intensos a nivel grupal"
Koundé es de los defensores que más está sufriendo en está primera parte de la temporada: la falta de intensidad defensiva de la que habló Xavi tras perder ante el Girona. El Barça sigue teniendo un problema en el lateral derecho. Tanto Koundé como Araujo ya han expresado públicamente que no se sienten cómodos en esa posición, mientras que la llegada de Cancelo no está siendo la solución esperada. El desequilibro que genera el luso en defensa a pesar de sus exhibiciones ofensivas no compensan al equipo: en los últimos encuentros Xavi lo ha situado en el lateral izquierdo para intentar equilibrar al equipo poniendo a un central en el costado diestro y sacrificando a Alejandro Balde.
18 goles en 16 partidos en Liga
Contra el Girona y el Amberes el equipo se mostró muy pasivo en bastantes fases del encuentro. Ante el líder de la Liga la defensa culé perdió muchos duelos individuales. Prueba de ello es el tercer tanto de los de Míchel. Un balón largo de Gazzaniga que Stuani le gana a Araujo. El delantero la peina y se la lleva Valery. Cancelo no sigue la marca y con el balón dividido, Koundé no va con fuerza y el catalán aprovecha para batir a Iñaki Peña y colocar el 1-3. El cuarto tanto de los catalanes también nace de un despiste de la zaga culé en un lanzamiento de falta. Koundé va blando a por el balón ante Miguel Gutiérrez, que centra al segundo palo y libre de marca Stuani cerró la goleada. Ante el Amberes en Champions se volvieron a repetir algunos de esos errores de intensidad y falta de concentración que tanto están penalizando al equipo este curso.
"Tenemos que recuperar la presión tras pérdida. A nivel colectivo no hemos estado bien en algunas situaciones, tenemos que ser más intensos a nivel grupal", explicó Xavi tras el tropiezo. Y dos de los cuatro goles encajados ante el Girona escenifican a la perfección el sentir del entrenador egarense. El Barça no recibía cuatro goles en casa desde el 11 de noviembre de 2018. El Betis de Quique Setién ganó al equipo de Ernesto Valverde en el Camp Nou 3-4.
Es evidente que los problemas defensivos están alejando al Barça de los puestos cabeceros. "No hemos sido contundentes y eso nos pasó factura", comentó Deco tras caer ante el Girona. "Nos ha faltado contundencia y efectividad en ambas áreas", añadió Xavi en rueda de prensa. Tanto el staff técnico como la dirección deportiva tienen claro el problema pero siguen sin encontrar la solución. El Barça continúa siendo un equipo discontinuo que se resquebraja con facilidad.
Tras 16 jornadas de campeonato, los blaugrana ya han encajado 18 goles. Los mismos tantos recibidos la temporada pasada en 37 jornadas. Los números son demoledores. También en Europa. El Barça lleva hasta el momento siete porterías a cero en la competición doméstica, mientras que en el curso anterior ya llevaba 12 en las primeras 16 jornadas de competición. Y ahora llega a Valencia con urgencias en el ambiente y con inseguridades con Xavi, las mismas que desprende una defensa de plastilina.