ATLÉTICO DE MADRID - ALAVÉS

El Atlético dejó plantado al Alavés en verano por Giuliano Simeone: regresó por una cláusula subjetiva que incluyó el Cholo y apoyó Berta

Se firmó un pacto que en Vitoria fue aceptado a regañadientes: si sobresalía en los Juegos volvería a Madrid y no habría cesión. Además, se añadió la opción de poder recuperarlo en enero.

Giuliano Simeone celebra su gol a Las Palmas. /EP
Giuliano Simeone celebra su gol a Las Palmas. EP
Alfredo Matilla
Manuel Amor

Alfredo Matilla y Manuel Amor

No es habitual que sólo 700 minutos dejen un recuerdo tan grato como el de Giuliano Simeone en el Alavés. El Cholito, que se reencuentra este sábado con su exequipo (16:15), ahora con la camiseta del Atlético de Madrid, hizo la mili en Vitoria la temporada pasada y extrajo un valioso aprendizaje a pesar de que su grave lesión de tobillo y peroné le apartó durante cuatro meses de los terrenos de juego. De hecho, fue en aquella acción en la que Matos, actual lateral del Cádiz, le destrozó en un amistoso cuando la afición babazorra empezó a enamorarse de Giuliano: en su camino al hospital ya sólo pensaba en reaparecer y prometió volver lo antes posible para ayudar. Regresó en enero de 2024, se ganó a la grada, marcó un gol en la última jornada y sirvió de multiusos a García Plaza ('9' o extremo de inicio, revulsivo…) para coronar una de las mejores campañas de la historia del Glorioso.

Su rendimiento, su conexión con Mendi y las amistades que dejó y mantiene en el vestuario hicieron que los vitorianos volviesen a apostar por su cesión este verano. Casi todas las partes lo veían como la mejor opción: el jugador quería continuidad (esos 717' eran su único bagaje en Primera), el entrenador pidió su reincorporación y el Atlético dio el OK en un principio a repetir Álava como destino. Habría otro año de cesión. Sólo hubo una persona que no terminó de aceptar el escenario del préstamo puro como la mejor solución. Y, quizá, era la pieza más importante de todas las que debían participar en la decisión: Diego Pablo Simeone.

Tal y como ha podido saber Relevo, la cesión de Giuliano al Alavés para esta 24-25 se firmó con el pacto a última hora de incluir en el contrato un par de cláusulas a petición del técnico colchonero. Por un lado, permitir que el Atlético deshiciese la cesión si el Cholito "la rompía y sobresalía" en los Juegos Olímpicos con Argentina, un aspecto subjetivo y que reservaba la opción a los rojiblancos de repescar al atacante si se salía en la cita de París. Y por otro, que se pudiera recuperar en el mercado invernal por si el Atlético tenía algún contratiempo y necesitaba repescarle. Aunque Sergio Fernández, el director deportivo de los vitorianos, rechinó, al final aceptó el asterisco a regañadientes y cruzó los dedos para que las actuaciones de Simeone con la Albiceleste pasasen desapercibidas o, al menos, que los fichajes que planeaba el Atleti (Julián, Sörloth…) les hiciesen olvidarse de su canterano. Pero nada más lejos de la realidad.

Giuliano (izquierda) celebra un gol en los Juegos.  ATLÉTICO DE MADRID
Giuliano (izquierda) celebra un gol en los Juegos. ATLÉTICO DE MADRID

Giuliano Simeone pegó un paso adelante en los JJ. OO. y sobre todo en el preparatorio para la cita. En el último amistoso marcó un doblete para tumbar a Paraguay (2-0), de cabeza y con la diestra, y aterrizó en el choque inaugural en Saint-Étienne ante Marruecos con otro rol. Aunque eso no le sirvió para salir de titular, Mascherano echó mano de él como primer cambio en el 55'... y el delantero anotó el tanto que recortó diferencias sin conseguir evitar la derrota (1-2). Fue su confirmación. Contra Irak ya dispuso de 45' y en el cierre de grupos ante Ucrania y en la eliminación en cuartos frente a Francia completó los 90'. En la mayoría de encuentros partió desde la banda derecha con Julián de delantero, una situación que se repite ahora en el Atleti.

El Cholo siguió todos y cada uno de los partidos de Argentina, quedó impresionado con el rendimiento del pequeño de sus tres hijos y ordenó que ejecutasen la cláusula que lo devolvía a Madrid. Lo hizo por varias circunstancias y jamás guiado por la relación de parentesco: creía firmemente que la energía, vigor, polivalencia y olfato de Giuliano podrían darle algo distinto a un Atleti que el curso anterior había amarrado la cuarta plaza en la Liga por los pelos. Y aunque el paso del tiempo le ha dado la razón, pesos pesados del club recuerdan que a otras figuras importantes del club no les hizo gracia que Giuliano volviese con su cesión ya comprometida y sin que, a su juicio, hubiera hecho tantos méritos como para quebrar el acuerdo con el Alavés.

Los motivos

A más de un integrante de la dirección deportiva, liderada desde enero por Carlos Bucero como director general de fútbol, no le agradó que se hubiese incluido ese punto subjetivo en el contrato. Y eso que el Alavés lo aceptó y asumió el riesgo. Bucero observó en aquella cláusula un trasfondo poco gentil con un club con el que existen fantásticas relaciones y que esta temporada, sin ir más lejos, moldea a perlas como Carlos Martín, que en el pasado lo hizo con Omorodion o Theo Hernández y al que este verano se traspasó al uruguayo Santiago Mouriño a cambio de dos millones de euros. Además, el director deportivo del Alavés tampoco escondió en ningún momento su monumental enfado por quedarse sin el argentino y así lo hizo llegar a las oficinas del Metropolitano y hasta a los agentes del futbolista.

Si Andrea Berta, director deportivo del Atlético, sí quería a Giuliano en la plantilla por agradar a Simeone (el italiano ha perdido la guerra interna y se encuentra en una situación de debilidad), otros pesos pesados del club consideraban que el Atlético ya contaba con suficientes y talentosos elementos ofensivos como para firmar de inmediato a un jugador que había marcado un gol en Primera, nueve en Segunda y tres en Segunda B. Este sector esperaba al menos algo más de debate y, sobre todo, consenso. El criterio del Cholo prevaleció sobre cualquier otra opinión y Giuliano se incorporó a la pretemporada a principios de agosto. Mientras el equipo se encontraba de gira por Hong Kong, él empezó a ejercitarse en Majadahonda junto a Le Normand, Griezmann y los sudamericanos.

Simeone, sobre Giuliano: “Es una buena pregunta para algunos que no entienden la situación...”.

El paso de las jornadas no ha hecho más que reforzar la visión del Cholo y poner en valor el peso futbolístico de Giuliano, que se ha ganado por méritos propios un lugar en los onces y que ha resultado clave en los últimos triunfos en Mallorca (dio la asistencia del 0-1 después de ganar de forma sensacional una carrera al espacio) o Las Palmas (firmó su primer tanto con el Atleti). En París y en Copa contra el Vic también salió como titular y Scaloni le llamó en septiembre por primera vez con Argentina. Aunque no volvió en octubre, esta misma semana, en su regreso a la Albiceleste, ya ha debutado con la Absoluta. Pocos dudan de que se asentará junto a Messi o su amigo Julián y que seguirá un ciclo natural de crecimiento.

El vestuario del Atleti le adora y no ha tenido reparos en reconocerlo en público. "Se entrena todos los días como si fuese un partido", dijo Witsel. Pilares como Koke ("tiene raza y carácter ganador") o sus compatriotas De Paul y Molina también han tenido un peso decisivo en que entrase de pie en la caseta. Se elogia, además, su camaleónica capacidad para adaptarse a jugar donde sea (ahora lo hace de lateral/carrilero pese a que en la planificación contaba como cuarto delantero) y sus ganas de mejorar en el apartado defensivo. Salvo sorpresa, Giuliano volverá a ser titular este sábado en el Metropolitano ante los que pudieron ser sus nuevos compañeros… para ratificar que sí estaba preparado para un reto de este calibre. En el club ven ahora esa disparidad de opiniones interna como una anécdota más.