El mal trago de Deco que está detrás del comunicado del Barça negando su salida
El director deportivo se ha tenido que amoldar a la delicada situación económica del club.
Ha sido un verano muy duro para Deco. Abrió vías y dio la cara en varias negociaciones para luego no poder ejecutarlas. Se vio en varias ocasiones con Félix Tainta para abordar el fichaje de Nico Williams. Se pactaron los años de contrato y el salario. Algo similar sucedió con Chiesa. Luego no se pudieron concretar ninguna de las dos operaciones por falta de 'fair play'. Son dos ejemplos que sirven para explicar y entender el complicado mercado de Deco. El luso, sin margen de maniobra, ha sido diana de muchas críticas.
El portugués aterrizó en el club el 16 de agosto de 2023. Esa misma ventana la cerró junto a Mateu Alemany, antes de que el balear decidiera poner punto y final a su etapa barcelonista. Lleva un año en el cargo y esta ha sido la tercera ventana en la que no ha tenido 'fair play' para poder fichar. La situación ha llegado incluso a ser angustiosa después de la presión recibida por todas las partes implicadas.
Según ha podido saber Relevo, Deco no tiene intención de marcharse a pesar de la información que apuntaba a una posible salida del club. Una noticia desmentida categóricamente por el club a través de un contundente comunicado. La publicación, por cierto, no sentó nada bien al luso. En cualquier caso, el desgaste ha sido enorme. No ha podido ejecutar el plan previsto. El club apostó por regresar a la norma 1:1, pero no fue posible y esa incertidumbre debilitó a Deco, que ha visto como se marchaban varios jugadores sin poder hacer nada. El caso más llamativo, por ascendencia e importancia, fue el de Gündogan, que se marchó para cuadrar los números.
Comunicado del FC Barcelona
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) September 1, 2024
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Compromiso con Laporta y el proyecto
A pesar de los problemas económicos, el luso no ha dudado en ningún momento sobre su puesto en el club. Está comprometido con el proyecto y quiere seguir hacia adelante. Además, una vez cerrado el mercado, el Barça tiene por delante cuatro meses para tratar de regularizar la situación. El acuerdo con Nike se sigue cocinando a fuego lento y el objetivo es firmarlo antes de enero, entre otras cosas, para poder volver a la norma 1:1 en el mercado de invierno, y poder formalizar la situación de Dani Olmo, que recordemos, solo está inscrito hasta el 31 de diciembre. El registro del delantero a partir de enero dependerá de estos movimientos. En el club se mantienen optimistas y así se lo han hecho saber a Deco.
El portugués es una de las personas afines a Alejandro Echevarría y por extensión a Laporta, que siempre ha confiado en él. Cabe recordar que en su etapa como futbolista azulgrana, fue el propio presidente el que apostó por su incorporación. En el club se valora el trabajo de Deco y sus capacidades para adaptarse a las condiciones del momento. Su relación con Xavi no fue la mejor, y apostó junto con Bojan por el fichaje de Hansi Flick.
Su apuesta por Dani Olmo... y Vitor Roque
Olmo es la gran apuesta de Deco. El presidente Laporta quería y apretó por Nico Williams. Era su favorito. Pero el director deportivo tenía entre ceja y ceja el fichaje del internacional español por la cantidad de soluciones tácticas que aporta. Por el momento, el egarense ha ocupado la posición de mediapunta por detrás de Lewandowski pero con libertad de movimientos. Además, también puede ocupar las dos posiciones de banda, tanto en la izquierda como en la derecha. El fichaje le está dando la razón al portugués, pues el impacto de Dani Olmo en Vallecas especialmente, y ante el Valladolid ha sido muy elevado.
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Menos acertado estuvo con Vitor Roque. El pasado invierno, a pesar de los problemas económicos, la dirección deportiva apostó por la inscripción del brasileño aprovechando la baja de larga duración Gavi. La apuesta por Roque no salió bien y el club lo ha cedido al Betis. El jugador no convenció ni a Xavi ni a Flick.
Deco cierra el mercado con dos fichajes, el de Olmo y Pau Víctor. En la hoja de ruta había otras prioridades como el centrocampista, extremo izquierdo y lateral, pero la disparada masa salarial no le ha permitido tener margen de maniobra. El mal trago que ha pasado el portugués durante esos últimos meses lo sabe el club, que trabaja para darle las mejores armas de cara a las próximas ventanas.