El Barça se agarra a un cambio de norma FIFA de hace tres años y Christensen y Dani Olmo podrán jugar juntos

Dani Olmo ha podido ser inscrito en LaLiga a pesar de que el Barcelona no tenía espacio salarial suficiente. Y podrá gracias a que el danés Andreas Christensen se ha lesionado. Es decir: uno jugará con el dinero que "libera" el otro por estar de baja. Hasta aquí todo es fácil, ¿no? Se ha hecho mil veces, por muchos clubes: un lesionado de larga duración, más de cuatro meses, puede dejar su sitio para la inscripción de otro. Sin ir más lejos, el propio Barcelona al inscribir a Iñigo Martínez por Araujo, o la temporada pasada tras la lesión de Gavi, que entró Vitor Roque.

Lo difícil de entender viene ahora: si Christensen (por lo que sea) se recuperase antes de esos cuatro meses... podría jugar con el Barcelona a pesar de que Olmo está haciéndolo con el límite salarial que correspondía a su sueldo. Podrán coincidir los dos sobre el campo antes del 31 de diciembre, si es que el central danés se recuperase milagrosamente de su oportuna dolencia.

Es difícil, porque la última jornada de Liga es el 22 de diciembre y sería adelantar todavía más esa recuperación milagrosa que los médicos del Barcelona han estimado en cuatro meses y, con esa documentación y con pruebas realizadas, una comisión médica independiente de LaLiga ha aceptado considerar a Christensen como baja de larga duración.

Todo nace del artículo 77 del reglamento de control económico de LaLiga, que es el que regula los lesionados de larga duración. Durante la temporada pasada, un total de ocho clubes diferentes ya se beneficiaron de estos cambios, aunque no aparezcan en la web.

¿Qué hace el artículo 77? Pues que se pueda sustituir al lesionado, sea cual sea la situación de su Fair Play financiero. Intenta evitar que los clubes pierdan competitividad por una fuerza mayor, una lesión. La otra opción sería: "si se te lesiona un jugador... te aguantas". Pero los clubes, obviamente, prefieren tener otros mecanismos para solucionar eso, y así lo votan en el reglamento para que el campeonato no pierda calidad.

Hasta hace tres años, si sufrías una lesión de larga duración, tu club te podía desinscribir porque FIFA te permitía meterlo o sacarlo de tu plantilla en cualquier momento. Daba igual que estuviera abierto el mercado de fichajes o no. Esto cambió: sólo se permiten inscripciones y desinscripciones en las ventanas de verano e invierno.

Por lo tanto, ¿qué se hacía antes? Se te lesionaba alguien, lo desinscribías y metías a otro. De esta manera, el jugador lesionado gozaba de un salvoconducto para inscribirlo en cualquier momento de su recuperación, incluso fuera de los periodos de inscripción. ¿Y qué hacen ahora? Pues, como FIFA cambió esta norma (y la RFEF lo adoptó, claro), ahora no lo desinscriben: el jugador lesionado sigue en la plantilla por si se recupera, para no tener que esperar a la siguiente ventana de mercado para que pueda jugar.

LaLiga, ante estas enmiendas, apostó por proteger el artículo 77, en el sentido de que un club al que se le lesiona un jugador (al menos 4 meses) tiene derecho a sustituirlo por otro y cambió el tratamiento a nivel Fair Play: buscaron un sistema que compatibilizase ese derecho del club, pero que sacase la menor ventaja posible en términos de control económico (que es de lo que uno podría pensar que está abusando el Barcelona).

¿Y cómo lo hacen? Pues el club que se beneficia de esto lo "sufre" en su tope salarial de la temporada siguiente. Es decir: al Barcelona en su límite de plantilla de esta temporada le va a pesar el dinero "extra" que le pagaron a Vitor Roque cuando entró por la lesión de Gavi, por ejemplo. Y el año que viene les pesará lo que cobre Dani Olmo de aquí al 31 de diciembre. Tendrás menos fair play para su plantilla... pero en la 25-26. Es decir: LaLiga obliga al Barcelona a recuperar el dinero que use en Dani Olmo durante esta temporada. Si no lo hacen... pues eso se les resta del límite de plantilla de la próxima. Así de ¿fácil?

Es decir: adaptan el cambio de la normativa FIFA de hace tres años para prevenir que los clubes se aprovechen demasiado de él, adaptando el artículo 77 aun sabiendo que lo que algunos (como el Barcelona) van a usar es el fair play de temporadas siguientes. Pero no va a quedar "en el limbo". Ese dinero, antes o después, tendrán que justificarlo y les contará en su control económico.

Hay otras situaciones en las que los clubes pueden utilizar fair play "a cuenta" de otras temporadas. Por ejemplo, en las destituciones de entrenadores, en las renovaciones de jóvenes talentos que explotan y que el club quiere retener, pero no cuenta con tope salarial para hacerlo, en las reformas de los estadios y en sanciones por dopaje.

Son casos en los que la norma de control económico, para bien o para mal, pone por delante resolver estas situaciones a la cantidad de fair play por ese club, en ese momento en concreto. En ningún caso les saldría gratis: lo tendrían que devolver en la temporada siguiente, pero con esas urgencias resueltas.

Y, además, en cualquier caso, estas ayudas siempre estarían limitadas en su importe: nunca más del 80% del coste del lesionado de larga duración en el artículo 77, si es una destitución del cuerpo técnico nunca más 4% del coste total de la plantilla del club (esto también lo usó el Barcelona para fichar a Xavi desde Catar), si es por reforma de estadios nunca más del 5% de la cifra de negocio del club... Es decir, que son "préstamos" de fair play, pero están bastante controlados.

Esta es, por lo tanto, la explicación de que exista la posibilidad de que Dani Olmo y Andreas Christensen puedan coincidir sobre el campo a pesar de que uno esté inscrito gracias a la baja del otro. El Barça "pagará" este sobrecoste en su límite de plantilla deportiva en la temporada siguiente, si no consigue justificarlo durante la actual. Y así (entre otros recursos) es cómo lleva la directiva de Laporta salvando los muebles temporada tras temporada desde hace tres. Se puede estar de acuerdo con la norma, o no, pero en la 23-24 ocho clubes ya se acogieron a este renovado artículo 77. El trato para todos los clubes es igual, no hay nada que LaLiga permita sólo al Barcelona. Otra cosa es que sean los azulgrana los que, casi siempre, lleven la normal al límite y por esa sea conocido este artículo 77.

Por otra parte, el trabajo del club azulgrana deshaciéndose de Dest, Gündogan, Lenglet, Julián Araujo, Faye, Guiu... les ha dado casi 30 millones de euros de ventas. Han cobrado otros 25 millones de la firma Aramark y, a pesar de ello, sólo han podido inscribir gracias a la lesión de Araujo y Christensen. Tampoco está siendo fácil para ellos. Y todo por culpa de la venta fracasada de Barça Studios, que es jugada que pesará en las cuentas culés todavía durante mucho tiempo.