Peligro en el Barça: el acuerdo con Nike se enquista y Laporta juega con fuego (otra vez) si no consigue cerrarlo
A una semana del cierre del mercado, el club está tan cerca de volver a la regla 1 a 1 como de sufrir un revés financiero enorme por culpa de la fracasada venta de Barça Studios.
Nadie se lo explica. Hace más de un mes todo era optimismo y buenas perspectivas sobre el Barcelona y su situación financiera. Arrancaba todo desde la perspectiva de que el club presidido por Joan Laporta iba a cerrar un magnífico acuerdo de renovación con su patrocinador principal, Nike, que junto con alguna venta y un par detalles más, iban a devolver al conjunto azulgrana a la famosa regla del 1 a 1. Es decir: a poder pagar los salarios de toda su plantilla y no tener que fichar condicionado por el lastre de estar excedido en su tope salarial.
Esa firma parecía inminente, se hablaba de ella con naturalidad, todas las partes comentaban la jugada, off the record, como una operación excelente (sobre todo para el Barcelona) y de hecho se explicaban detalles como el hecho de que el primer equipo femenino era uno de los puntos fuertes que inclinaron la balanza a favor de conseguir esta renovación.
Inminente... pero no tanto. Cuando el cierre del mercado está a poco más de una semana, el acuerdo sigue sin firmarse. Y lo que ya es inevitable es que los de Laporta han tenido que trabajar durante toda la ventana de fichajes de este verano, sin disfrutar de la normalidad de la regla 1 a 1. ¿Esto qué significa? Pues poder gastar lo que ingresas libremente, y no estar obligado a regirte por el tristemente famoso artículo 100 del control económico, que limita (mucho) tu libertad de movimientos con el dinero que logras por traspasos, o ahorros en salarios. Lo que es lo mismo: han tenido que trabajar el mercado de fichajes, de nuevo, con un tiro en el ala. Y ya son unos cuantos.
No fueron pocos los que se pronunciaron al principio del verano. El propio Laporta aseguraba a bombo y platillo que podría fichar a Nico Williams, que estaban muy cerca del 1 a 1, y que las perspectivas eran, por fin, buenas. El propio presidente de LaLiga, Javier Tebas, refrendó estos buenos augurios poco después, asegurando que creía que los azulgrana iban a poder actuar con normalidad financiera al final de este verano. ¿Ya no lo creen? Pues en realidad sí, pero el grado de contundencia y de optimismo con las cuentas del Barça ha bajado bastante.
Cerrar Nike desbloquea todo lo demás
La renovación con Nike, inexplicablemente, sigue parada. De haberla hecho en julio, como parecía, y haber mantenido el buen trabajo de reducción de plantilla que, ahí sí, está haciendo el Barcelona, los fichajes de Dani Olmo o la posibilidad de incorporar a Marc Pubill serían muchísimo más fáciles. Quizá incluso no hubieran necesitado enseñarle la puerta de salida a Gündogan.
Pero Laporta sigue, a finales de agosto, en modo negociador. Con el riesgo que eso conlleva y partiendo de una hipotética posición de fuerza que en realidad está muy lejos de tener. "Nike no puede arriesgarse a quedar ante la opinión pública como responsable del hundimiento del Barça", es una línea de razonamiento que parece pesar en la zona noble del Camp Nou... como si fuera verdad. Pero no lo es.
De hecho es que a la firma estadounidense le avala una resolución judicial, si acaso no lograsen firma la renovación con el Barcelona, por la que ambos están obligados a atenerse al contrato que ya tienen firmado, y que está en vigor hasta 2028. Es decir: si alguien tiene prisa, no es Nike.
El resto de cosas... bien
¿Por qué no hay (todavía) una sensación de alarma total? Pues porque en realidad el resto de trabajo del Barcelona está siendo impecable. Reducir muchísimo el coste de plantilla, firmar con Aramark un patrocinio de 40 millones de los que, a efectos de control económico, sólo les "cuentan" 25, inscribir a Iñigo gracias a la lesión de Araujo sin que pese más en su tope salarial, intentar quitarse de encima a Lenglet y a otros jugadores con sueldos elevados, no gastar locuras... Pero todo esto no va a llevar a buen puerto si no cierran el patrocinio principal con Nike.
Después de consultar varias de las fuentes mejor informadas de la realidad financiera del Barcelona y el acuerdo con Nike, la conclusión a la que llegamos es que están tirando demasiado de la cuerda. A finales de agosto ya tendría que estar resuelta la firma con la multinacional porque arriesgarse a cualquier problema, a estas alturas, es jugar con fuego otra vez. Y todo esto es por culpa de la jugada absurda de la venta de Barça Studios, que les va a pesar durante muchos años.
Inscribir a Olmo... y el salvavidas de Vestigia
En realidad con cerrar el acuerdo de Nike casi lo tendrían resuelto. Y podrían inscribir a Olmo sin problemas. Tampoco mucho más, al menos no sin hacer más operaciones de venta. Los rumores de pagar traspasos por gente como Rafa Leao o similares pasan, indiscutiblemente, por estar primero en la regla 1 a 1 y, a partir de ahí, disponer de efectivo nuevo para ir a por otros futbolistas. Por ahora, la realidad es mucho más inscribir a los que tienen (y colocar a Lenglet) que aventurarse a nada más allá.
Otra luz al final del túnel parece estar en el fondo Vestigia, que el año pasado ya aportó 20 de los 40 millones que dejó impagados Libero. Y que son el epicentro del problema. Vestigia parece seguir interesado en entrar en el negocio del Barcelona y está en disposición de aportar otra fuerte cantidad para ellos. Si consiguen asociarse en una cifra en torno a 20-25 millones de euros y (de nuevo) cierran el acuerdo con Nike, los de Laporta estarían ya en la regla 1 a 1. Pero ese dinero tiene que llegar. Cuanto antes, mejor.
Opciones de solucionarlo y 'efecto escudo' como explicación
No es nada rocambolesco ni complicado, por eso todos mantienen que se puede conseguir. Lo que no es fácil de explicar es que lo estén dilatando tanto. La única lógica que esto tiene es la de salvar los muebles de la opinión pública ante otro verano de limitaciones. A pesar de volver al 1 a 1, el Barcelona no podría haberse gastado mucho ni haber afrontado varios fichajes espectaculares. Resolviendo sus problemas sobre la bocina, al menos, no tienen que reconocer eso ante los aficionados y las culpas se derivan, otra vez, a más responsables: Libero, Nike, Tebas, Socios... cualquiera menos la Directiva de Laporta.
Nadie quiere que el Barcelona se hunda. Y, además, es que es prácticamente imposible que eso ocurra porque siempre habría (dolorosos) mecanismos para evitarlo. El camino siempre ha sido el mismo: firmar Nike, cubrir el agujero de la repalanca fake de Barça Studios, vender jugadores y aligerar el peso salarial de la plantilla. Todavía no lo han hecho pudiendo haberlo solucionado mucho antes. Ellos sabrán por qué.
Ahora sólo queda esperar, por el bien del club azulgrana, que no se tuerza nada a última hora con Nike y que el patrocinio pueda salir adelante. Si no, la marca americana seguirá vistiendo al Barça hasta 2028 de todas maneras, pero el club tendrá una posición súper complicada en lo financiero. Mucho peor que hasta ahora.