La factura que debe el Barça por Flick, Dani Olmo, Iñigo Martínez y Szczesny llega el 1 de julio
Todos fueron inscritos 'gratis', en condiciones especiales de lesión o de falta de cuerpo técnico, estando excedidos en su límite.
El Barcelona está atravesando un buen momento. Deportivamente, a pesar de la derrota contra la Real Sociedad de la última jornada de Liga, lideran la tabla con 6 puntos de ventaja sobre el Real Madrid y en Champions también están cuajando un inicio de temporada muy bueno. El problema (gordo) estaba en la parte financiera y, después de la firma con Nike, también parece estar en vías de solución.
Al menos ha conseguido oxígeno para no tener que sufrir las penurias que lleva experimentando los últimos tres veranos: necesitar lesionados para poder inscribir jugadores, tener que avalar de su propio bolsillo para que cuadren los límites de plantilla y, por ejemplo, tener que dejar marchar a jugadores de la talla de Gundogan para que cupieran los salarios de otros en sus maltrechos topes.
Todo esto parece estar encaminado y la luz al final de túnel, en principio, está cerca para el conjunto azulgrana en cuanto consiga ingresar la parte de la repalanca fake por la venta de Barça Vision, de la que todavía faltan 145 millones. No es poco, pero es realista, al menos. Ha saneado la plantilla, se liberará de nuevo de contratos caros que vencen y conseguirá más ingresos de Champions a poquito que le acompañe mínimamente la suerte.
¿Con esto se acaban todos los problemas económicos del Barcelona? No. Para nada. Falta una factura más por pagar, en la carpeta de gastos extraordinarios de la próxima temporada para el Barcelona. Se trata de los salarios de Dani Olmo, de Iñigo Martínez, de Szczesny y del técnico Hansi Flick.
Todos ellos fueron inscritos dentro de las circunstancias especiales que el Control Económico de LaLiga reconoce para todos los clubes profesionales. Concretamente Iñigo Martínez entró por el lesionado Araujo; Dani Olmo por el (un poco menos) lesionado Christensen; Szczesny por Ter Stegen; y Hansi Flick llegó al club tras la rescisión de Xavi. Todas ellas son situaciones especiales que el control económico reconoce a todos los equipos, formas de inscribir "gratis" a los jugadores para que no se queden con un jugador menos por lesión de larga duración o para que (evidentemente) no se queden sin entrenador.
Hay algunas excepciones más, como las que te permiten renovar a jóvenes talentos del club a pesar de estar excedidos en su límite de plantilla, por ejemplo. El Barcelona se aprovechó de varias de estas excepciones para esta temporada... pero le va a tocar responder por ellas a partir del 1 de julio. Y no es poco dinero: aproximadamente va a tener que afrontar unos 45 millones de euros (quizá algo menos) para que quepan los salarios de todos ellos en la 2025-26.
No tiene por qué ser un drama: hasta el 1 de julio tiene tiempo para conseguir ingresos relevantes, acuerdos y ventas de jugadores que conviertan en más asumible ese palo de 45 millones que le espera por el control económico gratis (en realidad no es gratis, la expresión que se le acercaría más es "prestado") del que ha disfrutado durante esta campaña.
En resumen: la gravísima situación financiera del Barcelona tiene mucha mejor pinta gracias a muchos factores. Sobre todo al trabajo de reducción de masa salarial de la plantilla, también al nuevo acuerdo con Nike (a pesar de los críticos) y a otros puntuales como los de Aramark y Vestigia. Le sigue quedando polvo sin barrer... pero mucho menos. El próximo verano, si consigue culminar todas las operaciones que tiene en marcha y realizar alguna venta importante, será posiblemente el último de esta época de penuria económica azulgrana.