El Espanyol logra su primer triunfo y prolonga su semana fantástica gracias a un gol de Véliz en el 96'

La foto de Alejo Véliz en el suelo después de que el árbitro pitara el final del Espanyol-Rayo es la viva imagen de un equipo que sabe que tendrá que sudar sangre para ganar cualquier punto. Y este sábado pudo sumar de tres por primera vez gracias al delantero argentino, un luchador incansable que se liberó con su tanto en el minuto 96, el cual festejó -él, Manolo González y todos sus compañeros- como si fuera el último de su vida. Y es que es apenas el segundo en Liga del conjunto perico, que tras el empate balsámico en el Metropolitano y la continuidad de Joan García, prolongó su semana fantástica con su primer triunfo en la competición doméstica.

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Y eso que se le complicó enseguida a los pericos, pues a los pocos segundos de partido, en el minuto, el Rayo Vallecano se adelantó con un tanto de Álvaro García tras una deliciosa asistencia de Embarba, un exjugador perico que no salió del todo bien del club. El portero perico, el nombre de la semana en clave blanquiazul, estuvo muy cerca de detener el disparo del utrerano, pero esta vez no pudo evitar el tanto.

El partido se le ponía muy cuesta arriba a un Espanyol que, no hay que olvidarlo, no había visto puerta en sus primeras tres jornadas. Era el único equipo que no había marcado en LaLiga y se veía obligado a hacerlo para acercarse a un triunfo imprescindible, pues irse al parón con un punto de doce sería cuanto menos preocupante.

Cosas del fútbol; lo que no logró el Espanyol en 270 minutos, lo consiguió en ocho. Omar recuperó un balón, se la dio a Puado y este, con toda la pausa que no mostró de cara a puerta en este arranque de curso, le puso a Jofre Carreras un balón al espacio, quirúrgico, a la espalda de Mumin, que era una invitación a enfilar portería. Pero el canterano perico, también con más serenidad de la habitual, la cedió atrás para un Carlos Romero reconvertido en extremo que detuvo el tiempo con su control y fusiló a Dani Cárdenas.

La metamorfosis del Espanyol, un equipo hermético pero con poco mordiente, que en un abrir y cerrar de ojos fue todo lo contrario se puede entender por el cambio de dibujo de Manolo González, que pasó de una defensa de cinco a una de cuatro, lo cual provocó que Embarba fuera capaz de filtrar un pase en un bloque mucho menos tupido de lo habitual. Y que Carlos Romero, que suele actuar de carrilero, liberado de parte de sus responsabilidades defensivas, llegara al corazón del área en disposición de meter el primer gol del curso del Espanyol en su temporada de regreso a LaLiga. El jugador de Torrent está cedido, como todos los futbolistas que ha firmado Garagarza, a excepción de Tejero, que llegó al RCDE Stadium con la carta de libertad bajo el brazo.

El 1-1 puso fin a las hostilidades de un partido que, a partir de entonces más aburrido, derivó en un juego de buscar los espacios a la espalda del rival. Sin Aguado, suplente, el balón fue para un Rayo con más inventiva, pero con el mismo acierto que el Espanyol, que vivió de las diagonales de Jofre, incapaz de conectar con el ariete Véliz, incansable, pero negado de cara al gol. Quizás con James Rodríguez sobre el césped otro gallo hubiera cantado, pero el cafetero se quedó en Madrid. El Pacha Espino, por cierto, se lesionó durante el primer tiempo y tuvo que ser sustituido antes del descanso. En la media parte, Manolo González sustituyó a Gragera y Brian Oliván para dar carrete a Irvin Cardona y Aguado.

Y, precisamente Aguado, a los pocos segundos del segundo acto, cuando muchos todavía apuraban el cigarro, rompió la monotonía imperante con un disparo bombeado al primer toque que se fue rozando el palo de Cárdenas. Respondió el Rayo con una gran jugada por banda y un pase atrás a Camello, que golpeó, con todo a favor, al cuerpo de un Král salvador que hasta entonces pasó bastante desapercibido.

A los pocos minutos, Lejeune disparó de volea y con todas sus fuerzas contra el larguero de Joan García tras una segunda acción procedente de un saque de esquina favorables a los vallecanos. Se salvó un Espanyol cada vez más minimizado por un Rayo que dio entrada a Isi Palazón. Manolo González apostó por Walid Cheddira en lugar de Puado para copar aún más el área rival con dos nueves puros. Y en su primera intervención, casi emboca tras un córner que prolongó Cardona y Král no conectó bien.

"Balón fuera y al área. Y a volar. Las estamos teniendo", dijo Manolo González en el cooling break, pidiendo centros para sus dos delanteros. No supieron o no pudieron sus jugadores poner ni un balón al área. Y con un empate que favorecía más a visitantes que a locales, parecía que se iba a terminar el asunto.

Pero en un contragolpe incomprensiblemente permitido por el Rayo, Cardona encaró a Cárdenas y marró el mano a mano para desespero de todos. De casi todos, pues el incansable Véliz la agarró, se revolvió y disparó a la red para delirio de los mismos que un par de segundos antes maldicieron al delantero francés. Mientras tanto, Manolo González corría la banda como un gamo para abrazarse con los suyos, fundidos en una piña, y celebrar su primer triunfo en Primera División con un Espanyol que supera los 3.000 puntos en la máxima categoría gracias al tanto del bailarín de folclore argentino que, al menos ante el Rayo, hizo olvidar a Braithwaite, Joselu y Borja Iglesias.

2 - Espanyol: Joan García; Omar El Hilali, Kumbulla, Fernando Calero, Brian Oliván (Cardona, min. 46); Jofre (Tejero, min. 65), Gragera (Aguado, min. 46), Král, Carlos Romero; Véliz y Puado (Cheddira, min. 71).

1 - Rayo Vallecano: Cárdenas; Andrei Ratiu, Mumin, Lejeune, Espino (Chavarría, min. 35); Óscar Valentín, Unai López (Ciss, min. 72); Embarba, De Frutos (Isi, min. 63'), Álvaro García (Nteka, min. 72); Camello (Balliu, min. 63).

Goles: 0-1, min. 4: Álvaro García. 1-1, min. 8: Carlos Romero. Alejo Véliz, min. 96-

Árbitro: Cordero Vega (comité cántabro). Amonestó a los locales Kumbulla (min. 80) y a Aguado (min. 85). Y a los visitantes Álvaro García (min. 81) y Mumin (min. 92).

Incidencias: Partido de la 4ª jornada de LaLiga EA Sports disputado en el RCDE Stadium ante 22.405 aficionados.