ATLÉTICO 2 - ALAVÉS 1

Un Simeone a corazón abierto muestra su otra cara para hablar de su futuro con la voz rota, un suspiro y un 'plantón' a DAZN: "Y nada, chao, me voy"

El técnico del Atlético no pudo evitar emocionarse tras ser preguntado sobre su posible adiós y decidió marcharse.

Simeone, en el partido ante el Alavés./REUTERS
Simeone, en el partido ante el Alavés. REUTERS
Jonás Pérez
Isabel Pacheco

Jonás Pérez y Isabel Pacheco

Simeone ha sorprendido en su entrevista a pie de césped con DAZN. En las últimas semanas se ha disparado la rumorología en torno a su futuro profesional. Como informó Relevo, existen indicios de que puede estar exhausto con el proyecto y el Atlético trabaja sobre la posibilidad de que se marche a final de temporada.

Tanto es así, que sondea el mercado y piensa en posibles sustitutos que hereden el banquillo tras más de una década de éxitos y sentimiento rojiblanco. Todo ello, eso sí, no se habla públicamente y el técnico siempre se había mantenido frío y distante a la hora de hablar de esta posibilidad... Hasta hoy.

El técnico fue preguntado directamente por cómo estaba ante tantos rumores y las conversaciones existentes sobre su reemplazo. En principio, pareció contestar con cierta normalidad. Este fue su discurso íntegro, aunque conviene recalcar que no son las palabras las que revelan lo verdaderamente significativo:

"Como me ves. Vivo la hora. Estamos pasando un buen momento, los chicos están trabajando con mucha responsabilidad y sobre todo interpretando lo que necesitamos y lo que queremos. Yo tranquilo, estoy en paz, estoy en un lugar donde quiero...

Quiero mucho al lugar donde estoy. Y nada, chao, me voy".

Tras ese quiero, Simeone se queda en silencio, alza la cabeza, suspira, mira al cielo y entona su última frase. Lo hace visiblemente emocionado, impactado por tener que afrontar una cuestión así. La voz le sale entrecortada, casi al borde de la lágrima. Entonces vuelve a permanecer callado un segundo. Suelta el micrófono y se marcha a toda velocidad por la línea de banda. Sonríe y deja en el sitio a los allí presentes de la televisión. "Me acaba de dejar roto" o "no lo esperábamos esto" fueron sus primeras reacciones.

Esta emoción de Simeone habla, sin duda, del enorme vínculo que tiene con respecto al Atlético de Madrid. Solo en su cabeza está la explicación completa de una actitud diferente a la habitual que suele mostrar. Sin coraza. A corazón abierto. Arrepintiéndose por el camino. No dando pie a los periodistas a que le despidiesen tal y como se hace siempre. Un 'mejor me voy' que no pronunció, pero cualquiera interpretó. Un Cholo más impactado que nunca.

Simeone, emocionado por sus 700 partidos.

Ya en la previa, el técnico argentino había rehuido claramente de toda cuestión que hablara de su futuro. Con el discurso habitual que tanto ha pronunciado en los últimos años. "Pienso en el Alavés y no me detengo. No vi nada sobre las noticias publicadas. Pienso en el Alavés y cómo resolver un partido importante para nosotros. No es una pregunta para mí".

Ante el Alavés, Simeone cumplió 700 partidos en el banquillo atlético y ya antes del partido se le vio entregado a su gente, como si no fuera un día más. Tras la finalización del encuentro, lo valoró en sala de prensa: "Se me pasan un montón de cosas por la cabeza. 700 partidos. Nunca lo imaginé soy un afortunado absoluto en todo. Miguel Ángel y Enrique me sostuvieron en los buenos momentos y en los de dificultad, que siempre aparecen. Me quedo con la final de Copa contra el Real Madrid. Los que me ven a mí son los que tendrían que decir si he cambiado o no. Las personas no somos las mismas durante 13 años. Seguramente algo habrá cambiado, pero sigo siendo noble, frontal y muy claro con lo que quiero".