ESPANYOL - REAL MADRID

Desmontando el mito en Catalunya de que el Espanyol es el filial del Real Madrid: "Es el club del mundo al que menos quieren en casa"

La coletilla se fraguó en los 80 y se extendió en los 90, fruto de "una coña del Barcelona" y del nacimiento de un periodismo más identificativo.

La grada de Sarrià, en un encuentro jugado en los años 70. /FUNDACIÓ RCD ESPANYOL
La grada de Sarrià, en un encuentro jugado en los años 70. FUNDACIÓ RCD ESPANYOL
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Alfredo Relaño, director de Honor del Diario AS y célebre periodista, explicó recientemente en Relevo, en una entrevista con Enric González, una confesión que resume precisamente cómo un buen eslogan es capaz de traspasar fronteras y difuminarse en el ideario colectivo. "Recuerdo una portada que hicimos mal en As. Cuando demolieron Sarrià, por sugerencia de Tomás Guasch, que es perico y madridista, titulamos "Adiós al pequeño Bernabéu". Y recibimos muchísimas quejas. Me sorprendió, porque cuando el Madrid iba a Sarrià, veía muchas banderas madridistas, y en el Camp Nou, casi ninguna", comentó.

Esa portada databa del año 1997 y Relaño, cuya vida transcurría principalmente en Madrid aunque estuviera conectado con todos las ciudades con equipos en LaLiga, había adoptado aquella muletilla de gran parte de la sociedad catalana de que "el Espanyol es el filial del Madrid"; por eso lo del pequeño Bernabéu, calificativo que no faltaba a la verdad porque Sarrià era conocido por recibir a muchos madridistas de Cataluña, ya que era más difícil -o imposible- poder ir al Camp Nou. "Era la única oportunidad que tenían de ver a su equipo", desliza Guasch. "Lo mismo ocurría con el Betis, hasta quizás había más béticos que madridistas", apostilla.

Riera recibiendo el puñetazo de José Luis.  FUNDACIÓ RCD ESPANYOL
Riera recibiendo el puñetazo de José Luis. FUNDACIÓ RCD ESPANYOL

Hasta tal punto llegó esa frase que cuajó, por mucho que los números la desmintiesen. A lo largo de la historia, el Espanyol ha ganado más al Real Madrid (23%) que al FC Barcelona (20%), incluso la mayor goleada de su historia fue un 8-1 en la temporada 1929-30, y de hecho al equipo azulgrana todavía no le ha derrotado desde la inauguración del RCDE Stadium en 2009, más allá de un partido de Copa del Rey en el que, finalmente, los blanquiazules fueron eliminados. "Estamos acostumbrados. Si perdemos, somos el filial del Real Madrid; pero cuando ganamos, es que es nuestro deber. Siempre ganan", relata con cierta sorna Oriol Pagès, uno de los historiadores pericos que hizo un estudio de este comentario sesgado hace ya unos años: "Te ignoran. No existes. Con suerte, te encontrarás a partir de la página 20 de la prensa deportiva catalana. Eso sí, una buena polémica o un fracaso sonado te llevará directamente a la portada. Así de fácil. Pero viene el Real Madrid. Y entonces, oh milagro, se acuerdan de ti. De olvidado a imprescindible cruzado contra el enemigo blanco. Es tan sólo un guiño interesado".

"Estamos acostumbrados: si perdemos, somos el filial del Madrid; cuando ganamos, es nuestro deber"

Oriol Pagès Historiador del Espanyol

Jaume Sabaté fue jugador del Espanyol en los años 60 y 70, antes de ganar una Copa del Rey con el Betis, y no recuerda nada de eso. "Nosotros éramos antagónicos al Real Madrid. No teníamos relación. Fichamos a Di Stéfano y nunca se dijo eso. No había ese ambiente". De hecho, hay una fotografía icónica, en 1969, en la que el jugador del Real Madrid José Luis le dio un puñetazo a Julián Riera, central aguerrido de la época, y se armó un buen belén, hecho que refuerza la idea de la competividad inequívoca entre ambas entidades. "La relación siempre fue cordial, porque el Espanyol hasta los 70 u 80 era uno de los grandes. Había el mismo respeto que con todos. En el fichaje de Zamora, por ejemplo, poco podía provocar el conflicto, el Madrid vino con mucho dinero", añade David Tolo, historiador del RCD Espanyol. Entonces, ¿cuándo nace la coletilla que el Espanyol es el filial del Madrid?

Los años 80: la grada de Sarrià, los Brigadas y el Ciutat de Barcelona

"En los años 60 y 70, la gente no viajaba tanto, había más aficionados del Espanyol. No recuerdo una invasión madridista, venían los pudientes", explica Jaume Sabaté cuando habla sobre el ambiente en Sarrià. Oriol Pagés, que a mediados de los 70 era aún un niño, tiene otro recuerdo. "Teníamos los socios que teníamos. Para los aficionados del Real Madrid era la oportunidad que tenían de ver a su equipo. Ganábamos pocas veces y perdíamos mucho". Tolo lo sitúa más bien en los 80: "Allí sí que hay imágenes que parece un pequeño Bernabéu". Sarrià tenía una capacidad para 44.000 aficionados y el Espanyol, aunque es difícil precisar el número de socios, podría estar en la mitad; de ahí que realmente se vendían muchas entradas que daban pie a que seguidores del equipo rival las comprasen.

En esa década, la de los 80, se producen otros dos aspectos fundamentales. Entre 1983 y 1990, el Real Madrid es el club invitado al Trofeu Ciutat de Barcelona hasta en seis ocasiones, lo que da pie a evidenciar las buenas relaciones entre los clubes y, al mismo tiempo, el beneficio que sacaba el Espanyol de la visita de los blancos: el estadio presentaba una gran entrada y el taquillaje era más elevado. "Además -añade Tolo- entre 1982 y 1995 el Espanyol solo le gana tres partidos al Real Madrid", soslaya.

También se le une el movimiento ultra, que en esa década emergió con fuerza en los estadios con la creación de Boixos Nois, Ultras Sur y Brigadas Blanquiazules. Los Ultra Sur y las Brigadas formaron una alianza, y los Boixos estaban en el otro lado. Y las peleas entre bandas eran frecuentes en los aledaños de los estadios. Eso, aunque resulte incómodo en la época más violenta, ligaba a Espanyol con Madrid en ese movimiento ultra que iba calando. "Ochaita -histórico jefe Ultras Sur- venía mucho a Sarrià y se le veía en el habitual bar donde se concentraban los Brigadas Blanquiazules", explica uno de los periodistas que vivió aquella época. "¿Qué por qué estaban juntos? Por su opisición a los Boixos Nois, claro", remata.

La prensa “de bufanda” y los altavoces del FC Barcelona en la ciudad

"Creo que todo empieza por el tema político. En la sociedad catalana el término español suena raro -hasta 1995 no cambió el nombre a Espanyol-, y desprestigiarlo llamándolo filial del Real Madrid era la manera de tirarle barro", confiesa Sabaté. "Antes de los 80, por el tema político, no se hacían planteamientos, luego ya se crea otro lenguaje, y hay otra prensa", prosigue, a lo que responde Pagès, quien considera que hay un punto de inflexión a la hora de establecer erl criterio de los medios de comunicación y el trato a Barcelona y Espanyol.

"Hay que contextualizar la prensa de la época. Podemos decir que desaparece el diario Dicen y ese vació mediático lo cubre Sport. Y a partir de ahí, cambia todo. Luego se le añade Mundo Deportivo. Antes, en Catalunya, cada semana se alternaban las portadas con información de Barça y Espanyol. Pero todo eso acaba a finales de los 80 y eso que el Espanyol pasa épocas buenas, como la final de la UEFA. Las cosas se expresan de otra manera, la sociedad cambia", cuenta. Y encuentra la complicidad de Tolo: "Empieza a salir el periodismo de bufanda -el de posicionarse por un equipo-, y empiezan las pullitas. Y el tema va por ahí. Se junta el caldo de cultivo de los aficionados del Madrid en Sarrià y se habla de ese pequeño Bernabéu. El origen está en los 80 o 90. Y ese mito tiene poco real, solo falta con ver los números".

"Empieza el periodismo de bufanda y empiezan las pullitas. Y realmente ese mito tiene poco real"

David Tolo Historiador del RCD Espanyol

"Creo que surgió para hacer de menos al Espanyol, ya que es el club menos querido en su casa del mundo. Vive en un entorno rival, y esa es una coña hecha por el Barcelona para fastidiar al Espanyol y unir su rechazo al Real Madrid", añade Guasch, que se formó hasta 1996 en Mundo Deportivo. Bajo el lema Sempre amb el Barça, la brillante idea comercial del Sport, que le hizo marcar una nueva tendencia que llegó a AS y Marca, cambió las reglas del juego y relegó al Espanyol en el espectro mediático.

Rescata Pagés un artículo del periodista Xavier Bosch, que ahora escribe en Mundo Deportivo y colabora en Rac-1, en el Diari Ara en 2001 bajo el título, 'El Espanyol: viagra para Florentino' en el que cristaliza cómo se ha ido inoculando el estigma de que el Espanyol actúa como filial del Real Madrid y "se deja ganar". "Me explica un amigo que vive en Madrid que cuando Florentino se la tiene que jugar en una asamblea busca ponerla después de un partido ante el Espanyol (...) Cuando peor está el Madrid, el Espanyol le da una mano (...) El Espanyol espera la víspera de Navidad para amargarle los turrones al Barça (...)". Pagés rebatió con "munición barata para la demagogia. Pero aun así son repetidos una y mil veces de manera interesada. Y ya se sabe: una falsedad repetida hasta la saciedad suele acabar convertida en dogma. Si quien la propaga es una máquina propagandística tan potente como la prensa deportiva catalana, las consecuencias para el afectado pueden ser de gran calado".

Desmontando el mito en Catalunya de que el Espanyol es el filial del Real Madrid: “Es el club del mundo al que menos quieren en casa”

La época de Camacho, las cesiones y un enfriamento

El artículo de Bosch sintetiza ese ideario creado de que el Espanyol siempre está para ayudar al Real Madrid. Antes de eso, también se fabricó un mito en el club perico, este de carne y huesos, que lo había sido antes del Real Madrid, José Antonio Camacho. El entrenador ayudó a alimentar esa creencia porque el aficionado lo asociaba al club blanco, aunque con los datos en la mano, Camacho fue el mayor antimadridista de todos: de los seis partidos jugados, el equipo perico le ganó tres. Histórico.

En el nuevo milenio, el Espanyol se ha acercado más al Real Madrid para obtener cesiones de futbolistas que evidenciaban las buenas relaciones, ejemplificadas también el traspaso de Joselu Mato, Zarra del campeonato en 2022-23, al equipo blanco. "Están los Casilla, Lucas Vázquez, Asensio... Y antes estuvieron en los 70 los Verdugo o Marañón", recuerda Guasch. "Pero también eso existía con el Barça, como Toni Velamazán o Roger Garcia, pero esas relaciones se rompieron en 2003 por el caso Saviola", añade Tolo. Un capítulo en el que Dani Sánchez Llibre y Joan Laporta se dijeron de todo delante de los micrófonos y rompieron relaciones.

Para añadir más picante a la historia, llegó el Tamudazo de 2007, cuando un gol del máximo goleador catalán de siempre en el Camp Nou le dio la victoria al Espanyol en el derbi, por 1-2, y, de forma indirecta, puso al Real Madrid líder a falta de la última jornada. Y la Liga la ganaron los merengues. Historia ya en blanco y negro aunque sea reciente. En los últimos años ha habido un enfriamiento en los derbis, provocado por los dos descensos del Espanyol, un periodo de entreguerras que ha provocado que deje de sonar la cantinela, la de que el Espanyol es el filial del Real Madrid.

Relaño, en un artículo en El País, cierra la reflexión: "...La insistencia histórica del barcelonismo de tratar al rival como algo forastero, sin verdadera raigambre barcelonesa. Es algo contra lo que el Espanyol (antes Español) ha luchado toda su vida, sin éxito...".