Lo que se cuece en el Barça: firma de madrugada con Nike, mimos de De La Fuente a Cubarsí y premio para un Casadó que le debe mucho a Deco
El FC Barcerlona rubrica por fin el acuerdo con Nike.
Amaneció hoy la ciudad con la tan esperada lluvia de millones que debe sacar al Barcelona de la sequía económica que le ha obligado a sobrevivir con una mano delante y otra detrás. Hay acuerdo con Nike. El club lo reconoce sin tapujos, tras aprobarlo el viernes en junta telemática y la propia multinacional lo firmó ayer mismo de madrugada, acabando lo que ha sido lo más parecido a la travesía del desierto. De hecho, hoy mismo habrá comunicado oficial. Eso sí, a la multinacional no le ha hecho gracia, ninguna gracia, que inmediatamente después de la aprobación del consejo directivo, periodistas de RAC1 anunciaran el feliz desenlace. Esperaba un mayor nivel de confidencialidad y, tal vez por eso, no comenta las cifras publicadas, si bien las cree más infladas que adecuadas a la realidad. Oficialmente, no niega nada de lo que deberá aprobar finalmente la Asamblea de socios del FC Barcelona. Estamos hablando de 1.700 millones por un contrato hasta 2038 (los 4 de vigencia del antiguo más 10 del nuevo). Una cifra escalofriante que debería suponer el mejor convenio de la historia del mundo.
En cualquier otro momento, esta noticia habría sido el acabose. Faltarían páginas en los diarios y horas de programación en los medios audiovisuales para extenderse en tan monstruosa cantidad, pero, aun reconociéndose la trascendencia absoluta de la noticia, el centro de atención sigue siendo el primer equipo y esa racha extraordinaria de fútbol y goles con los que tiene admirados a sus seguidores y pasmados a sus rivales. Lo de Hansi Flick ya no es casualidad. Meter tres goles por partido no es cuestión de azar. Sacar el máximo rendimiento a todos los futbolistas, tampoco. Lograr el máximo nivel de compromiso del grupo es otro éxito y lograr que la gente se deje el alma en los entrenamientos para acceder a la titularidad es otro avance extraordinario. En la medida de lo posible, nadie quiere perderse ni un minuto y la última prueba la vimos el miércoles en Belgrado con Cubarsí cuando, ya en los vestuarios y después de recibir una patada en la cara por parte de Spajic, le decía al doctor Pruna que estaba bien y, por tanto, quería jugar el domingo en Anoeta y marcharse el lunes con la Selección.
El médico, a lo suyo, callaba y mientras el jugador insistía, Pruna le cosía un corte tan profundo que, prácticamente, dejaba a la vista ver la dentadura de Pau. El chico, que digamos una vez más, tiene 17 años y es el central titular del Barcelona. Cuando llegaron al vestuario sus compañeros, Gavi le sacó un video, Iñigo le explicó que en el campo se asustó porque le salpicó la sangre de su herida y la cara del chaval, cada vez más hinchada, era un poema. Pero Cubarsí insistía. El Barça, sin embargo, activó el protocolo y enseguida redactó un parte médico para enviarlo a la Federación, dado que el viernes se daba a conocer la lista de convocados para los partidos de la Liga de Naciones contra Dinamarca y Suiza. De la Fuente, el seleccionador, llamó personalmente a su joven central y Cubarsí le dijo lo mismo que al doctor Pruna. Que quería jugar. Con máscara o sin ella, pero que quería jugar. El entrenador, sin embargo, acabó convenciéndole de que no merecía la pena correr más riesgos de los necesarios. Algo que confirmó en la rueda de prensa del viernes pasado. "Aquí cuidamos la salud de los futbolistas". Una sentencia con la que quería poner punto final a la controversia por las últimas llamadas a Lamine, con la absoluta, y a Fermín, con la sub21, en la que acabó lesionado.
En la lista, efectivamente, no apareció Cubarsí pero sí su compañero Marc Casadó. Primera convocatoria en la absoluta tras su despampanante inicio con el Barcelona. Historia curiosa la de este chaval y de cómo Deco y Márquez, su entrenador el año pasado en el filial, cuidaron de su progresión. Y es que Xavi, el curso anterior, citó a Casadó 27 veces, pero solo tuvo 31 minutos de juego en cuatro minúsculas apariciones. Es decir, no jugaba nada. Algo que preocupaba mucho a Deco, que siempre vio en él un futbolista de categoría. Tanto es así que habló con Rafa Márquez para ver si aceptaba que pese a no entrenar con su filial pudiera jugar y coger ritmo de competición con el Barça Atlètic. Y es que el director técnico dio ese paso porque, muchas veces (Luis Enrique sin ir más lejos), no alineaba en el segundo equipo a futbolistas que habían trabajado durante la semana con los mayores. Márquez aceptó sin ningún problema y a raíz de esa decisión, Flick pudo ver su categoría. Le gustó lo que vio y cuando parecía que Casadó iba a ser baja, el técnico alemán informó a Casadó que contaba con él y a Marc se le disiparon todas las dudas. Se quedó en el Barcelona y tres meses después ya está en la Selección absoluta.
Esto es lo que Luis De la Fuente, sin citar el caso de Casadó ni de ninguno de los chavales del Barça que tiene, ha tenido a su disposición (Lamine, Gavi, Fermín, Casadó…), como destacó en su última intervención. El gran trabajo que hace el club con la gente joven y cómo tiene la valentía de ponerles: "La gente joven y capaz, no falla nunca". Y eso es exactamente lo que está pasado aquí. Calidad y, por otra parte, una preparación física de máximo nivel que tiene al equipo en unos estándares nunca vistos. Julio Tous ha llevado al grupo a otro estadio. Y no solo eso. Opina el máximo responsable de la preparación física que, a diferencia de ejercicios anteriores, este año no habrá en la temporada un bajón significativo en el rendimiento físico. Habrá, como es natural, picos más o menos significativos, pero nunca una especie de ese encefalograma plano que ha aparecido cuando, en determinados momentos, el equipo no podía con las piernas y, a la hora de partido, el equipo se desfondaba y el rival le pasaba por encima. Veremos si también tiene razón en eso, pero, de momento, lo que es innegable es que el Barcelona acaba los partidos como un tiro y en la fase final de los encuentros amplía su ventaja en el marcador con la misma solvencia que se había adelantado en el inicio. Total, calidad, juventud, preparación física de élite y un entrenador que sabe lo que quiere y ha acabado con el mito de la adaptación. Esto es hoy el Barça. Un equipo en crecimiento exponencial y una economía que, aunque aún amenazada, emplea a salir del pozo. Un escenario que ha invitado a suponer que Laporta adelante las elecciones. Hoy no piensa hacerlo. En junio, y en función de cómo haya ido la cosecha deportiva y económica, ya se verá. Y si entonces lo hace, siempre podrá decir que adelanta las elecciones a petición de la oposición.
Cosas de Flick
El viernes era festivo en la Ciutat Esportiva. Hansi Flick dio descanso al equipo, pero más de media docena de futbolistas, lesionados aparte, se presentaron en Sant Joan Despí para mantenerse activos. La plantilla está enchufadísima y nadie quiere descuidar lo más mínimo su preparación. Esto es especialmente entendible en futbolistas que están en la fase final de su recuperación y, rindiendo como está rindiendo el Barça, no van a tener fácil volver a jugar en cuanto reciban el alta médica caso, por ejemplo, de Araújo. Ronald era indiscutible en el eje de la defensa hasta su lesión, pero ahora con Koundé convertido en el mejor lateral derecho de Europa. Con Cubarsí saliéndose del mapa y con Iñigo Martínez rindiendo como nunca, encontrar acomodo en su posición le costará tanto como le está costando a De Jong, que le seguirá soltando, a Gavi o Fermín. Esta actitud no es tan fácil de explicar en los hoy habituales, pero estos no quieren descuidarse. Lo curioso del caso es esta postura del entrenador con estos últimos. Cuando Flick da libre, prefiere que los jugadores descansen y gustar, lo que se dice, gustar, no le gusta que la gente vaya a entrenar cuando deberían estar reposando. Lo entiende, lo valora, pero no le convence. Es su modo de ver las cosas y hasta ahora ha tenido razón en todo.
Los Legents, con Romario y Rivaldo
Existe en Curitiba el único y exclusivo hospital Pediátrico de Brasil. Se llama Pequeño Príncipe y fue fundado en 1919 por un grupo de mujeres que consiguió asistencia médica gratuita para todos los niños vulnerables de la zona. Considerado uno de los mejores centros especializados del mundo, ofrece ayuda integral a lo pequeños y se financia con donaciones. El FCB Legends contribuirá el 17 de este mes participando en un partido amisto contra un combinado local y en la formación blaugrana, dirigida como siempre por Chapi Ferrer, aparecerán algunos de los brasileños más legendarios de la historia del Barcelona. Que sepamos, están citados los habituales Rivaldo, Edmilson y Adriano pero esta vez se han sumado algunos más. Paulinho, que hace relativamente poco estaba en activo, y el majestuoso Romario. Un espectáculo con fines benéficos y una fotografía en blaugrana que despertará la nostalgia de quienes vimos jugar en el Camp Nou a esas indiscutibles estrellas del fútbol mundial.
El milagro del Brest
Si repasan la clasificación de la Liga de Campeones, verán al Brest en cuarta posición con 10 puntos. Tres victorias y un empate que le sitúan, por ejemplo, delante del Barcelona que es sexto. Los franceses serán el próximo rival blaugrana y lo serán en estado de euforia porque su marcha en la Champions es de un rendimiento deportivo fantástico y de una repercusión económica tan extraordinaria, que a poco que se le den bien las cosas van a conseguir un milagro: cubrir su presupuesto de 48 millones con los ingresos de la máxima competición europea. Y es que, de momento, ya llevan 25, 62 millones recogidos. Los 18, 62 por participar y la victorias ante Sturm Graz, Salzburgo y Sparta de Praga, más el empate contra el Leverkusen, han significado 7 millones. Les quedan 4 partidos por jugar (Barça, Madrid, PSV y Shakhtar) con posibilidad de seguir sumando. Si entran entre los 8 primeros, bonus extra y finalmente tocarán pasta con los derechos de televisión. No es de extrañar que ya estén organizando viajes a Barcelona con la idea de reunir en Montjuïc, el día 26, a cerca de 3.000 seguidores. Diez veces más de los que les han acompañado en otros desplazamientos.