Las mañanas en las que Deco no daba crédito en su despacho fueron el principio de todo en este Barça
El director deportivo empezó a barruntar los cambios en la preparación física viendo algunos entrenamientos de la pasada temporada.
Desde el despacho de Deco en la ciudad deportiva Gamper se ve todo el campo de entrenamiento. En un puñado de mañanas de la temporada pasada, el paulista torcía el gesto cuando asomaba esas cejas tan características por el ventanal. Lo que observaba estaba lejos de lo que quería. Apenas apreciaba intensidad. Había días en los que ni los suplentes se ejercitaban, como él creía que debía ser. Una visión compartida también por otros miembros de la comisión deportiva, como Enric Masip. Ahí empezó a germinar el plan del brasileño que lleva semanas cristalizándose sobre el césped.
Deco ya tenía en su cabeza el fichaje de Julio Tous como responsable de la preparación física, al que conocía de su etapa de jugador hace más de 20 años con Rijkaard en Can Barça. Su recorrido internacional de la mano de Antonio Conte hizo callo en Julio. Tan claro lo tenía el director deportivo (y su consejero, Alejandro Echevarría) que se reunió con él y su mano derecha, Raúl Martínez, a principios de febrero, según reveló Jijantes. Un Raúl cuya reputación era bien conocida en Barcelona a través de Puyol o Iniesta, entre otros.
Flick llegó después, casi por accidente, porque Laporta decidió recuperar a Xavi durante unas semanas. Deco tenía claro que su excompañero no era el entrenador. Pero de haberse mantenido, ya iban a cambiar cosas, como la llegada de esta dupla que ha puesto a la plantilla en órbita. La conexión de Deco con el alemán es total. Con Xavi no había sintonía.
De ahí que cuando Hansi y el director deportivo empezaron a pensar en este Barça se trazara un plan que se está cumpliendo incluso mejor de lo esperado. Sabedores de las lesiones que iban a lastrar al equipo al inicio de curso (De Jong, Gavi, Araujo) y las estrecheces de mercado (en primera plantilla solo un lateral derecho y otro izquierdo, Koundé y Balde, tampoco mediocentro defensivo), se trabajó con insistencia y mimo en preparar en tiempo récord a jugadores jóvenes para que dieran rendimiento. Marc Casadó (noveno en minutos), el lesionado Marc Bernal (titular en las tres primeras jornadas), Gerard Martín (10 partidos ya, tres de titular) y Héctor Fort (otros siete encuentros).
El brasileño tenía un Barça en la cabeza que se va asemejando mucho al que ve sobre el césped. Una legión de talento made in La Masia pero también coordinado y coronado con jugadores de fuera de primer nivel. Lo tiene claro el brasileño, nunca se ganó solo con gente de la casa. En su Barça estaban Ronaldinho, Eto'o, Márquez o él mismo. Después llegó Guardiola, con Messi, Iniesta, Xavi, Puyol, Piqué, Valdés, Busquets, Pedro… Pero complementados por Eto'o, Ibra o Villa; Alves, Yaya Touré, Abidal, Alexis. Con Luis Enrique, Neymar, Suárez, Rakitic… No se gana solo con cantera, por muy buena que sea. Por eso ahora también lideran Lewandowski, Raphinha o Iñigo.
Con un +9 (por no decir +10 por el goalverage, aunque con un partido más), el Barça cuenta con un colchón de lo más tranquilizador, pero con la necesidad/obligación de mantenerlo y con la vista puesta en un enero que, si bien hace años era un mes prácticamente intrascendente, ahora se convierte en un ecuador determinante. Por la Supercopa de España y sobre todo por la Champions. A finales de mes se disputarán las dos últimas jornadas de este nuevo formato. En el caso azulgrana, visita al Benfica y el Atalanta en casa. El calendario se marca en rojo en esas fechas. Antes toca dos salidas difíciles, Estrella Roja mañana y Dortmund. En el seno azulgrana creen que si se meten entre los ocho primeros y en ese momento la renta con el Madrid es como la actual, mal se tendrá que dar para no ganar la Liga.
Flick y Deco han conectado en Can Barça sin necesidad de compartir referencias futbolísticas, uno alemán, otro brasileño europeizado. No son dogmáticos de estilo, porque este Barça no es el del toque, sino del galope y el sprint. De presionar y ahogar, de no especular. Y para ello se tiene que trabajar. Los entrenamientos son otros. Y Deco quiere que se construya una residencia para el primer equipo, porque no solo se es jugador vestido de corto. El plan que trazó el brasileño en solitario primero y con Flick después se va cumpliendo para alegría de una afición necesitada de victorias y de un Laporta que se relame, porque una vez más puede que el equipo salve al club.