La biomecánica explica por qué Lamine Yamal nunca será Leo Messi
Las comparaciones entre el de Rocafonda y el argentino se hacen solas, pero biomecánicamente son dos jugadores con más diferencias que similitudes.
La irrupción de Lamine Yamal se ha comparado desde el primer día con la de Leo Messi. Por perfil, momento -la eclosión definitiva en el Gamper- y talento. Su juego tiene muchas similitudes. A la hora de partir desde la derecha, de conducir y hasta ha marcado Lamine algunos goles -el de Montilivi, el de Francia- que bien los podría haber firmado el argentino. Aun así, ¿son futbolísticamente tan parecidos como parece a simple vista?
Hace nueve días, Lamine marcó su primer gol en un Clásico y se convirtió en el futbolista más joven en hacerlo. Un récord más para él. Sin hacer una grandísima actuación y estando algo precipitado por tramos, evidenció que necesita poquísimo para ser diferencial. Con un tiro con la derecha arriba y fuerte batió a Lunin y encarriló el partido. Dos días después viajó a París, a la gala del Balón de Oro, donde fue galardonado con el Trofeo Kopa 2024. Todo ello por sus goles y su juego, unos secretos que se pueden explicar. Y la biomecánica es una herramienta dar luz al fenómeno de Lamine.
Alejandro Bayo es un podólogo deportivo que ha orientado su carrera a la biomecánica, a cómo la pisada repercute en el resto del cuerpo. Trata a futbolistas profesionales y a deportistas de otras disciplinas. Para él, "hay más diferencias que similitudes". En primer lugar, por la cadencia. Lamine es bastante más alto que Messi. Y, en segundo lugar, porque al tener el centro de gravedad más alto le lleva a hacer golpeos que pueden parecer idénticos, pero son distintos.
"La primera diferencia es la carrera. La de Messi es muy medida, hace pasos cortitos. Y tiene la capacidad en el juego de dar tres pasos y chutar, lo hace prácticamente siempre igual", explica Bayo. "Hace pequeños toques y eso hace que pueda bajar el pie rápido, que su centro de gravedad sea muy bajo. Es su gran virtud. Va escondido por debajo de los demás", continúa el experto. Un ejemplo es el gol en el Bernabéu en Champions. "Messi puede dar 28 toques en una jugada donde otro puede llegar a dar 20", señala Bayo.
Lamine es unos diez centímetros más alto. "Es muy rápido, pero el centro de gravedad no lo puede bajar tanto. Tiene la zancada de un corredor, Messi nunca la va a tener. En cuanto a velocidad punta, puede llegar a la misma que Messi pero con menos cadencia. A base de hacer zancadas más largas", detalla el experto. "Tiene más de Neymar o Henry que de Messi", expone.
Los golpeos de Messi, como los triples de Curry
Cuando Messi debutó con el Barça, a Lamine le quedaban cerca de cuatro años para nacer. Durante su carrera, Leo ha convertido su golpeo desde la frontal en uno de sus movimientos más repetidos. "Cuando Leo golpea, no mira el portero, mira el balón hasta que entra. Y lo interioriza [tiene memoria elástica]. Es como Curry, hay triples que solo por cómo salen de su mano sabe que entrará", cuenta Bayo. "Cuando chuta, sus piernas hacen una 'V', se mete debajo del balón. Le ayuda a hacer dos efectos: la rotación de la pelota y la elevación que necesita", añade.
"Lamine tiene una técnica parecida, pero, como es más alto y su centro de gravedad es más alto, Messi puede chutar flexionando la rodilla de apoyo y Lamine tiene que estirarla más, es más largo. Ahí el gesto de rotación es muy parecido", explica Boya. "A nivel de técnica y biomecánica, por la longitud, Lamine no puede inclinar tanto el cuerpo y no le puede dar tanto efecto al balón", explica.
Lamine, dice Bayo, "coge el balón por debajo". "Eso genera un giro que al acabar de girar, el balón cae. Eso lo provoca su cadera. Tiene una gran capacidad para hacer un retorno de cadera y una gran flexión hacia dentro", detalla. La rosca no es tan 'completa' como la de Messi, pero el balón tiene una caída mayor.
Un gol de Lamine 'marca Messi' es el que anotó contra el Athletic en este inicio de temporada. "Aquí consigue bastante esa 'V'. Hace un gesto muy bueno y tiene otra característica de Messi. El pie de apoyo, cuando ha chutado, la pierna hace una rotación externa completa. Cuando Messi remata está prácticamente cayéndose, con la inclinación baja mucho. Y, con el pie derecho, hace un pequeño esguince. Eso le permite continuar con la rotación de cadera. Por eso es tan fiable su chute", explica el podólogo. La movilidad de cadera, añade, puede entrenarse.
Para el experto, la biomecánica de Lamine le recuerda a la de Neymar.
La biomecánica de Messi fue cambiando a lo largo de su carrera. "Al ir ganando músculo, porque la calidad la tenía, ha hecho que su juego sea cada vez más estable. Tiene un patrón mecánico muy trabajado", cuenta Bayo. Uno de los motivos es tener músculo con fibra blanca para que, cuando se extienda la extremidad, el músculo también 'llegue'.
Ahí entra en juego el "descanso invisible": nutrición, descanso, gimnasio… "A Lamine se le ve más fibrado que hace un año. A nivel biomecánico, Messi es pura potencia y estabilidad. Lamine es más atlético y cada vez lo será más", cierra.