REAL MADRID 3 - ALAVÉS 2

Endrick debió ver la roja por un rodillazo y Vinicius, la segunda amarilla por reírse en la cara del cuarto árbitro

El '16' dio una patada sin balón a Mouriño y el '7' se rio del tiempo añadido. Ninguno de los dos fue expulsado.

Vinicius protesta a Muñiz Ruiz./EP
Vinicius protesta a Muñiz Ruiz. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Real Madrid ha podido pagar caro las temeridades de Vinicius Júnior y Endrick, a los que el colegiado perdonó la segunda amarilla y la roja, respectivamente. Es parte de este nuevo fútbol, donde una protesta dócil puede ser sancionada y luego no se actúa del mismo modo cuando un jugador en cuestión ya ha visto cartulina. Es el caso del '7', que fue cambiado por Fran García y se retiró riéndose, aplaudiendo y señalando al cuarto árbitro tras ver que el tiempo de descuento no era justo bajo su criterio.

En esta ocasión, Muñiz Ruiz no castigó su comportamiento con otra tarjeta que, eso sí, no le hubiera costado la inferioridad numérica al equipo de Ancelotti, ya que Vinicius ya había salido del terreno de juego. Aun así, se habría perdido el derbi del próximo domingo ante el Atlético de Madrid. No deja de ser chocante que el colegiado mostrara amarilla al '7' por una queja sin la mayor importancia y no por señalar al cuarto y reírse a escasos centímetros suyos. Por supuesto, no es tan fácil sacar una amonestación que conlleva expulsión con otra que no tiene el mayor recorrido, si bien es un protocolo digno de reflexión. Hay un concierto de amarillas y después cuesta más sacar la más clara por las consecuencias que acarrea.

Endrick también pudo ser expulsado después de un cruce de cables difícil de entender. El delantero pugnaba con Mouriño para ganar la posición en el interior del área en lo que parecía una lucha tensa entre dos futbolistas sin el mayor recorrido. Pero el brasileño le soltó una patada sin balón en una zona cercana a sus partes íntimas y con relativa violencia. Una acción que no tenía ninguna repercusión en el juego y que bien se podría haber catalogado como agresión.

Luis García, sobre la roja a Endrick.

Muñiz Ruiz en ese momento optó por no mostrarle la cartulina roja y dejarlo tan solo en amarilla. El VAR tampoco intervino. Pese al marcador final, en ese preciso instante el partido estaba muy tranquilo, el Real Madrid tocaba el balón con tranquilidad y no se intuía lo que pasaría a continuación. Quizás por ello se decidió no calentar el ambiente y dejar lo de Endrick en una amarilla que bien podría haberse transformado en roja en cualquier otro contexto.

Después, el Deportivo Alavés consiguió marcar dos tantos y apretar en busca del empate, lo que incrementó aún más la tensión. Modric, para sumar a la colección, también vio amarilla por su actitud. Tarjeta que iba acompañada de un reclamo menos contundente que el de Vinicius y sí castigada. Aunque sí más firme que la amonestación que vio Vini. El Bernabéu despidió con una pitada monumental al cuerpo arbitral encabezado por Muñiz Ruiz, mientras Luis García Plaza le hacía saber visiblemente enfadado a Ancelotti que lo que había ocurrido con Endrick bien merecía una expulsión. "Es roja, tenemos que jugar los diez últimos minutos contra diez. Ninguna persona puede decir que no es roja. Es la intención de pegar. Quizás alguna amarilla ha sido excesiva, pero eso es roja", expuso el técnico en rueda de prensa.