FC BARCELONA

El pasado acorrala a Laporta y queda señalado con un discurso lleno de contradicciones

El presidente del conjunto azulgrana se refirió a la salida de Gündogan, el "caso Nico" y los problemas financieros

Joan Laporta durante la rueda de prensa tras el cierre del mercado de fichajes./FC BARCELONA
Joan Laporta durante la rueda de prensa tras el cierre del mercado de fichajes. FC BARCELONA
Joaquín Bacigalupo

Joaquín Bacigalupo

Se hicieron esperar las explicaciones de Laporta tras un verano marcado por las expectativas generadas. No se concretó el acuerdo con Nike, tampoco se cubrió el hueco de Líbero y los fichajes frustrados marcaron el verano de Deco y su equipo. "Estamos más fuertes que nunca", espetó el presidente, aunque la hemeroteca se encargue de desmentirlo.

Laporta se justifica acerca de la norma 1:1.

Laporta sacó pecho sobre el regreso a la norma 1:1 tras un mercado de fichajes en el que el Barça volvió a verse condicionado por la situación económica: "No estamos en el 1:1 porque no hemos querido". El presidente señaló que aún no se firmó el contrato con Nike porque cree que se podía conseguir una mejora para el club, pero esto choca con el optimismo que vendió la entidad azulgrana desde antes de finalizar la temporada pasada.

La Junta deslizó hace más de tres meses que estaban cerca de rubricar el acuerdo por la equipación deportiva que hubiese significado un salvavidas gigantesco, pero ahora asegura que fueron ellos quienes no quisieron apresurarse. Sin dicho contrato firmado, la dirección deportiva se vio condicionada al no poder garantizar a los jugadores con los que negociaba que estarían inscritos. Dani Olmo es uno de los ejemplos, ya que su inscripción se realizó a última hora gracias a la lesión de Christensen.

El silencio en torno a Nico y los halagos a Olmo

Tras un verano en el que el propio Laporta se encargó de alimentar los rumores que vinculaban a Nico Williams con el Barça, el presidente se limitó a decir que no hablaría "de jugadores que no pertenecen al Barça por respeto al Athletic Club". Justo un día después de que Jon Uriarte, máximo mandatario del club bilbaíno, lanzara un dardo al conjunto catalán.

Laporta se niega a hablar de Nico Williams.

Laporta se negó hasta en dos ocasiones a referirse al menor de los Williams, algo que dista mucho de los mensajes que lanzó durante el verano. "Estamos en condiciones de afrontar operaciones de esa magnitud", decía hace poco más de un mes al ser consultado por si el Barça podía acometer las operaciones de Nico y Dani Olmo.

También tuvo palabras para el jugador de Terrassa, de quien dijo que "era la primera opción". Sin embargo, el conjunto culé dejó pasar la fecha en la que caducaba la cláusula del jugador del Leipzig y se vio obligado a negociar con el club alemán cuando los inputs que llegaban desde Bilbao eran de que Nico seguiría en San Mamés, al menos, una temporada más.

Para Laporta la incorporación del jugador del Athletic era prioritaria. Lo entendía como un fichaje con una repercusión superior a la deportiva debido a la ilusión que generaba dentro del barcelonismo y a su amistad con Lamine Yamal. Deco, en cambio, era partidario de que fuera Dani Olmo el gran nombre del mercado.

La salida de Gündogan

Otro de los focos de atención fue el nombre de Ilkay Gündogan. El alemán se marchó gratis al City tras haber realizado el camino inverso la pasada temporada y el presidente blaugrana justificó su partida al afirmar que "es una decisión deportiva del jugador y el club". Esto contrasta con las sensaciones que desprendían desde el entorno del alemán, que afirmaban estar encantado en Barcelona.

Laporta justifica la salida de Gündogan.

Tras un sinfín de ventas fallidas, el Barça encontró en la salida del mediocampista un beneficio absoluto en clave fair play. Quitarse su salario, entre otras operaciones, fue lo que permitió al club cumplir con los requisitos mínimos para acabar inscribiendo a los fichajes y los jugadores que no tenían garantizada su inscripción, como es el caso de Iñigo Martínez. El vasco, a quien Flick marcó como prioritario, está jugando con la excepción generada por la lesión de Araujo y el club deberá ratificar su inscripción para el resto del año antes del 31 de diciembre.

En una rueda de prensa llena de elogios hacia Deco, Flick y la plantilla actual del Barça, el máximo mandatario volvió a dejar en evidencia los vaivenes de su Junta. Mientras el buen nivel demostrado por el equipo desde la llegada del entrenador alemán hace olvidar las penurias de los años recientes, Laporta sigue ilusionando con un discurso que cada vez menos gente suscribe.