FC BARCELONA

La contradicción de Flick con Lewandowski explica cómo el delantero del Barça juega con mochila

De nuevo, y por sexta vez este curso, el técnico lo sustituyó cuando el equipo no estaba ganando el encuentro y necesitaba goles.

Robert Lewandowski, sustituido por Ferran Torres en el Coliseum de Getafe. /EFE
Robert Lewandowski, sustituido por Ferran Torres en el Coliseum de Getafe. EFE
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Ya no fue extraño porque es frecuente. El partido expiraba en el Coliseum, el Barça necesitaba un gol para ganar a un Getafe correoso, que calcó ese tipo de partidos incómodos para los azulgrana desde que José Bordalás es el entrenador, y Hansi Flick decidió sacar del terreno de juego a su máximo goleador. Robert Lewandowski abandonó corriendo el campo para no perder tiempo y dejar paso a Ferran Torres. No es habitual que justamente salga justo aquello que se necesita, es decir, un goleador empedernido al que se le caen los goles de los bolsillos -acumula 26 goles en 28 encuentros-. Pero la realidad del polaco, ahora a sus 36 años, es distinta, juega con una mochila que en ocasiones no favorece al equipo del técnico alemán.

Hay que rebobinar para entender ese peso extra. "Ha jugado muchos minutos y es necesario que descanse. El sábado tenemos un gran partido y la semana que viene, también", justificó Flick la suplencia del delantero en Mallorca, cuando los azulgrana ganaron por 1-5 sin contemplaciones y sin el polaco. Es fue el segundo encuentro del curso en el que Lewandowski partió desde el banquillo, y ha sido sustituido en 15 ocasiones, tres más que todo el curso pasado. Aunque Xavi Hernández señalara a final de temporada al polaco, y en sus planes entraba la posibilidad de buscarle una salida, solamente fue cambiado en 12 ocasiones y suplente en seis. Ahora con Flick se ha visto tanto al mejor Lewandowski como al más secundario. Y ante el Getafe fue la constatación de una tendencia que se ha repetido hasta en seis ocasiones este curso.

El primer síntoma fue en Mónaco, justamente en la primera derrota de Flick marcada por la expulsión de Eric García en los primeros compases del encuentro. El Barça perdía 2-1 cuando, a falta de diez minutos, Lewandowski salió del terreno de juego. El equipo azulgrana acabó perdiendo. El mismo sino corrió el equipo ante Osasuna. El famoso día de las rotaciones exageradas del técnico en las que Lewandowski fue el nueve pero apenas rascó bola y salió del campo en el 70'. El Barça iba por debajo, no remontó y perdió 4-2. Ya con 2-2, y a las puertas del tiempo extra, Flick cambió a Lewandowski en Vigo y los azulgrana se marcharon con empate, como ante el Betis, cuando también abandonó el campo con 1-1 y el encuentro expiró 2-2.

La tendencia ha ido en aumento desde ese noviembre. En Dortmund le salió cara a Flick. Lewandowski dejó el sitio a Ferran en el minuto 71 y los azulgrana ganaron 2-3, pero en aquel momento empataban. Y la última prueba llegó en Getafe. En total, de los 28 encuentros jugados, solo 11 los ha jugado completo.

Los partidos cerrados, la presión que se diluye y otras variantes

En Getafe, en un partido jugado en apenas 20 metros y con una gran defensa de área del equipo de Bordalás, Lewandowski no se encontró. Intentó conectar entre líneas para generar espacios pero las buenas intenciones iniciales se fueron enmarañando como el encuentro. En el área solamente se le recuerda un remate con peligro, al filo del descanso cuando su cabezazo cruzado no dio con la red ni tampoco con la cabeza de un compañero. Después, estuvo anulado.

Cuando Flick llegó al Barcelona detectó un problema que ya había advertido Xavi, y es la capacidad del polaco a la hora de ejercer la presión al rival. Por acondicionamiento físico y por capacidades, el polaco ya no puede mantener ese ritmo de juego tan elevado a la hora de recorrer altas distancias de intensidad. Por eso ideó una fórmula que sorprendió en LaLiga y volvió locos a los analistas, con los extremos apretando a los centrales y el polaco por dentro tapando al mediocentro. Ya lo había practicado en el Bayern, y resultó: sacó lo mejor de Lewandowski, el Barça lo agradeció en todos los sentidos.

Pero el rendimiento del Bota de Oro e internacional, como le acostumbra a ocurrir en su carrera, desciende en las segundas partes de la temporada, y ahora Flick, sin restarle protagonismo en el once ideal, sí que la va buscando alternativas, como Ferran Torres en partidos cerrados o Dani Olmo, como sucedió ante el Betis, como nueve postizo.

El futuro del delantero y una frase de Laporta aplicada también a él

A nadie se le escapa que el FC Barcelona busca un delantero centro. Que han trascendido nombres como el del sueco Gyökeres del Sporting de Portugal, cuyo precio es elevado -unos 70-80 millones- y los pretendientes con numerosos, entre ellos el Manchester United. También el del delantero del Lille Jonathan David, quien acaba contrato y sería una opción más económica.

El Barça, por medio de su presidente, Joan Laporta, ha comentado que no quiere que en la próxima campaña entren jugadores que acaben contrato en 2026. Todos los focos señalan a Ronald Araujo y Frenkie de Jong, pero Lewandowski está en la misma situación, al margen de ser el futbolista con el contrato más elevado de la plantilla. Por muy recurrente que sea el asunto, Flick no para de vivir en una contradicción por Lewandowski, que juega con una mochila aunque su rendimiento, números en la mano, sea espectacular.