ATLÉTICO - ALAVÉS

Giuliano Simeone y esa fe de no dar nunca un balón por perdido: "Se chocó con un cartel y terminó todo cortado"

Antiguos compañeros desgranan el carácter y la personalidad de un jugador que, en solo unos meses, se ha convertido en uno de los ídolos del Atlético de Madrid.

Giuliano Simeone, durante un partido con el Atlético de Madrid esta temporada. /EP
Giuliano Simeone, durante un partido con el Atlético de Madrid esta temporada. EP
Isabel Pacheco
Mario Ornat

Isabel Pacheco y Mario Ornat

Si tecleamos Giuliano Simeone (21 años) en el buscador de X (antiguo Twitter), bastan solo unos comentarios para comprobar el impacto que el pequeño de los Simeone ha tenido en la primera plantilla del Atlético de Madrid. "Lo de Giuliano es una maravilla. Recuerda a aquel Atleti que luchaba cualquier balón como si fuera el último". "Una cosa importante que tiene el chaval es que se lo deja absolutamente TODO". "Ejemplifica el lema: "nunca dejes de creer". Él, que hasta hace poco celebrara los goles de su Atleti desde el sofá de casa, es hoy uno de los grandes ídolos de la afición rojiblanca. Su fe inquebrantable para no dar nunca un balón por perdido y su espíritu de lucha hacen del argentino un futbolista especial. Quién se lo iba a decir.

Porque a pocos días de que arrancara la temporada 23-24, Giuliano sufrió una fractura de peroné y luxación de tobillo de su pierna izquierda durante un amistoso de pretemporada con el Deportivo Alavés. Fuera de los terrenos de juego, hasta que en enero pudo debutar con la camiseta del conjunto babazorro, esa resiliencia que sacó a relucir en el momento más complicado de su carrera deportiva le ha conducido hasta ponerle las cosas difíciles a su padre en todo un Atlético de Madrid.

"Con la lesión tan grave que sufrió, aún tiene más mérito lo que está haciendo ahora. Creo que, por fortuna, el carácter que tiene le ha ayudado mucho a que la recuperación haya sido buena. Me consta que trabajó mañana, tarde y noche para recuperarse bien. Ha currado muchísimo. Fue una lesión que le podría haber condicionado, pero tal y como lo vemos ahora, por suerte, parece que no ha sido así", cuenta a Relevo Javier Suárez, integrante del cuerpo técnico del Real Zaragoza durante la etapa de Giuliano en el club.

«Siempre ha querido quitarse la etiqueta de 'ser el hijo de...'»

Tras varias temporadas en el filial rojiblanco, el Zaragoza sería la primera gran prueba del atacante en el fútbol profesional. A sus 19 años y con la difícil tarea de empezar a labrarse un futuro que le alejara de la etiqueta de 'ser el hijo de Simeone', la entrega y el compromiso que demostró en el Zaragoza auguraron que el chico tenía algo diferente.

"Hay dos cosas en Giuliano que no son puramente de fútbol, que te hacían pensar en que la progresión que ha ido demostrando durante estos años era posible. Primero, que es un chico súper humilde. Lógicamente, está muy orgulloso de su apellido y de lo que supone, pero a nivel de fútbol siempre ha querido quitarse la etiqueta de "ser hijo de..." y ser Giuliano, como así lo refleja el nombre en su camiseta. Además de eso, tiene un afán de superación y un gen competitivo brutal. Se toma cada entrenamiento y cada ejercicio como si fuera el último, como si su vida deportiva dependiera de eso. El nivel de exigencia que mantenía en el día a día era máximo", señala Javier.

Si primero en Zaragoza y más tarde en Vitoria comprobaron que Giuliano lleva al extremo el dicho de pelear cada balón como si fuera el último, dos acciones suyas en este primer tramo de la temporada terminaron de enamorar a la parroquia rojiblanca. Cómo se deslizó sobre el césped del Metropolitano para evitar que el esférico se marchara por la línea de banda en el encuentro ante el Leganés y cómo corrió a por un balón cuando parecía que dos defensores del Mallorca le sacaban ventaja. En esas dos acciones, que terminaron en gol, el '22' demostró que está hecho de otra pasta.

"Esas dos jugadas son las que le definen perfectamente. Es ese tipo de jugador que no da un balón por perdido, que lucha todas y que en ese tipo de acciones siempre saca algo para el equipo. Con nosotros ya lo hacía y lo sigue haciendo en todo un equipo como el Atlético de Madrid", cuenta Fran Gámez. Ahora en el Eldense, el defensor coincidió también con Giuliano en el Zaragoza.

Su sueño de triunfar en el Atleti

Si hay alguien que se alegra de todo lo que está viviendo Giuliano, ese es Carlos Benavídez. "Se lo merece. Trabajó mucho para estar donde está", apunta al otro lado del teléfono el jugador del Alavés. Grandes amigos de la etapa del 'Cholito' en Vitoria, al uruguayo no le ha pillado por sorpresa ninguna de esas dos acciones de fe.

"Es su esencia. La temporada pasada, aquí en Mendizorroza, una pelota se iba larga y se chocó contra los carteles de publicidad. Terminó todo cortado. En ese encuentro nos llevamos la victoria y hay un vídeo postpartido donde se le ve todo lastimado y con un poquito de sangre. Está bastante loco y eso le caracteriza mucho", recuerda entre risas Benavídez. 'Tigre', como así le apodaban sus compañeros, consiguió dejar una gran huella en el Glorioso.

"Era un buen compañero y se echa mucho de menos esa alegría que siempre transmitía. Nos alegramos mucho de dónde está, pero ya le he dicho que no se haga el loco con nosotros", apunta el central, que se reencontrará con su buen amigo en el duelo que enfrentará a los de Luis García Plaza con los atléticos este sábado en el Metropolitano (16:15 horas).

"Siempre nos decía que su sueño era jugar allí. Salta a la vista lo entregado que está cada vez que se pone la camiseta del Atleti. Le queda mucho por crecer, pero su esencia y sus cualidades van de la mano con las del club. Si sigue sumando minutos va a terminar de explotar". De fe y de celebrar goles al más puro estilo Simeone se nota que Giuliano va sobrado.