GIRONA 0 - REAL MADRID 3

En el vestuario del Real Madrid sí hay quien pega un grito... y es Jude Bellingham

El inglés lidera a un equipo carente de líderes con carácter y fútbol. Llegará sin problemas a Bérgamo pese a sus molestias en el aductor.

Bellingham celebra la victoria del Real Madrid en Montilivi. /REUTERS
Bellingham celebra la victoria del Real Madrid en Montilivi. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

El partido de Jude Bellingham (21 años) en Girona comenzó persiguiendo sombras y con una patada al aire. Fue en el minuto 14: el inglés, tras intentar rebañar sin éxito una triangulación velocísima entre Miguel Gutiérrez e Iván Martín, pagó con el césped su desesperación. Ni él ni el Real Madrid olían el balón y el pánico a otro desastre empezaba a cotizar al alza. Poco después, y sin necesitar la ayuda de Mbappé, el '5' se echó al equipo a la espalda, dio ejemplo con su trabajo defensivo, despejó el camino hacia la victoria con un golazo en el 36' (ha marcado en las últimas cinco jornadas de Liga) y asistió a Güler para que el turco colocase tierra de por medio en el 55'. Montilivi se convirtió en el escenario de la confirmación: si Vinicius es el vértigo y la dinamita de este Madrid en construcción, Bellingham ha vuelto a ser el alma y el líder que pone firme al resto.

Las estadísticas (Jude no se coló ni en el top-5 de pases completados ni de recuperaciones) no hicieron justicia al partidazo del Golden Boy de 2023 en Girona. Se fajó con el esfuerzo en la presión que reclama Ancelotti, apareció después con asiduidad en campo contrario para dar continuidad a las jugadas de ataque y llegó al área como en los primeros meses de esa 23-24 en la que maravilló al planeta entero. Fue, de nuevo, la especie de Di Stéfano (futbolista omnipresente en todas las parcelas) que dejó de ser durante las primeras semanas del Madrid de Mbappé. Cada vez hay más veteranos que le ven retazos de La Saeta Rubia y que encumbran su papel.

Si el ex del Dortmund acaparó críticas en el inicio de curso por haber bajado drásticamente sus porcentajes de acierto en el área y su influencia en el juego, Bellingham ha encontrado desde la cita ante Osasuna, el 9 de noviembre, un punto de inflexión. Ese día Ancelotti cambió el modelo, le acercó de nuevo al área… y el resultado del movimiento ha resultado inmejorable: Jude suma cinco tantos y cuatro asistencias en seis partidos y ha confirmado que parte de la solución pasaba por él. En Montilivi se convirtió en el primer jugador de LaLiga 24-25 en marcar en cinco partidos consecutivos. Un futbolista del Madrid no lo hacía desde Benzema en la 20-21, el mejor año del Balón de Oro. Los aficionados desplazados entonaron el "Jude, Jude, Jude" tras el 0-1 y hasta Vinicius le decidió un tuit desde casa: 'BELLIGOOOOL!!!!!'. El atacante está de vuelta… cuando su equipo más lo requería.

Ancelotti: «Bellingham está bien».

Su ascendencia llega a tal punto que, cuando se echó la mano al aductor izquierdo en el 61' y tuvo que ser relevado por Ceballos, el madridismo y Ancelotti se pusieron a temblar. No era para menos: en dos días hay una cita clave en Bérgamo (los blancos se juegan media Champions contra el líder de la Serie A) y una hipotética ausencia del '5', sumada a que Vinicius sigue entre algodones y que Rodrygo continúa con molestias, parecía desatar el caos. Afortunadamente para el equipo, Carletto rebajó luego la preocupación y garantizó que estará disponible para medirse a la Atalanta: "Se encuentra bien. Ha sentido un poco de cansancio en las piernas... y ha preferido no arriesgar en los últimos minutos".

Más capitán

Aunque Modric porte el brazalete, los focos suelan detenerse en Kylian y Vinicius acostumbre a copar los elogios, la caseta ve a Bellingham "cada vez más capitán" y como el faro que guía al colectivo en este momento de zozobra. Por un lado está su reacción deportiva: marcó contra Osasuna, Leganés, Getafe, Athletic y Girona y corre por tres. Pero desde el vestuario otorgan un peso todavía mayor a su jerarquía y al peso que ha ganado en el último mes y medio.

Relevo ya informó de que el club, y el cuerpo técnico, habían detectado con la marcha de Kroos y Nacho y la lesión de Carvajal un vacío de poder que no beneficiaba en nada a un grupo plagado de jóvenes y en el que cuesta escuchar un grito de reproche. Ni Modric ni Lucas Vázquez son ese perfil de capataz ni Vinicius (24 años) o Valverde (26) se sienten todavía con la suficiente categoría como para reprender a los veteranos. Y Mbappé, al contrario de lo que le hubiese gustado a Florentino Pérez, ha entrado con un perfil más bajo de lo deseado. En medio de esa nebulosa sin gobierno y con el equipo en caída libre, Jude ha ejercido de motivador y ha asumido la responsabilidad de sacar al Madrid de la UCI.

En Anfield, donde naufragó como el resto, pidió perdón a la afición por su partido y el del colectivo, en San Mamés tiró de carácter para sobreponerse a las vergüenzas del equipo y en Girona levantó a un Madrid que lo pasó fatal durante la primera media hora. A Asencio lo ha acogido como a un hermano pequeño después de su conexión contra Osasuna, fue el primero en ir a animar a Mbappé después de su penalti fallado en Bilbao y Güler simbolizó su magnífica relación con él con una sentida reacción tras ser sustituido: encaró el banquillo, vio a Bellingham y se tiró encima de él para fundirse en un abrazo de esos que cambian caras. Durante el partido, Jude repartió alguna que otra bronca, incluso al turco, para pedir más esfuerzos.

Su personalidad marca el camino y también su cumplimiento a rajatabla de las órdenes: a cambio de volver a pegarle a la portería rival, Carlo y Davide le piden que se faje en la presión (el mal que condena a Mbappé) y que sea el primer defensor de un equipo que tiende a partirse. Jude, comprometido con su rol, recorre kilómetros como un '6' puro y danza con el balón como los mejores '10'. Las palabras de Kylian en Real Madrid TV supusieron el mejor elogio: "Jugar con Bellingham es increíble, un placer". Es una apreciación común.

Ahora, y tras el regreso a la capital de madrugada, el inglés se reservará en el entrenamiento de hoy (11:00 horas) para arribar en las mejores condiciones posibles a Bérgamo. El equipo le necesita… y hace una semana, contra el Getafe, ya sufrió un bloqueo en el cuello que obligó a Ancelotti a cambiarle en el descanso. Jude es el líder y se le mimará como tal.