ATLÉTICO DE MADRID

El Atleti 'vuelve' a LaLiga con dos renacidos y recuperando el viejo estilo del cholismo

Simeone reivindicó su planteamiento ante el Madrid, con dos nombres propios inesperados: Saúl y Morata.

Saúl y Morata, los dos 'renacidos' del Cholo Simeone, pelean un balón con Bellingham. /AFP
Saúl y Morata, los dos 'renacidos' del Cholo Simeone, pelean un balón con Bellingham. AFP
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

Cuando el Atlético arrancó el pasado 10 de julio su pretemporada en Los Ángeles de San Rafael, con las malas caras de Joao Félix y pendientes del fichaje de un '5' que nunca llegó, pocos habrían sido capaces de acertar lo que depararía el futuro deportivo de este equipo a 24 de septiembre. Menos personas podían imaginar por aquellas alturas que los salvadores del Atleti iban a ser dos jugadores en permanente estado de duda, Álvaro Morata y Saúl Ñíguez. Y casi ninguno sería capaz de adivinar que el equipo rojiblanco salvaría el gran examen de septiembre mutando de estilo, es decir, dejando atrás ese toque-fantasía posMundial para recuperar la vieja esencia del cholismo: un 36% de posesión y convertir en un arte el trabajo defensivo de todo su equipo.

El derbi se presentaba para el Atlético como una final. De ahí la celebración pospartido: la vida es tan maravillosa que bien podríamos celebrar todos los días el simple hecho de existir, así que cómo no iba a celebrar el Atlético ganar al eterno rival y mantenerse vivo en la lucha por el título. Tiene al Madrid a cinco puntos y al Barça a seis, pero con un partido menos (el aplazado por la DANA ante el Sevilla y que se celebrará el 23 de diciembre). Más si cabe después del mazazo de Roma, con el empate de Provedel en el 95', y el ridículo de Mestalla.

El Real Madrid había hecho pleno en los seis primeros partidos oficiales de la temporada: cinco victorias en LaLiga, otro triunfo en Champions y un balance de 11 goles a favor y sólo tres en contra. El Atlético, por su parte, sólo había ganado dos encuentros (convincente ante el Granada y abrumador en Vallecas), había empatado otros dos (espeso ante el Betis y decepcionante contra la Lazio) y había perdido el ya mencionado de Valencia.

«No me paro a interpretar lo que piensan los demás».

El Atleti podía dibujar la fatídica ruta del curso anterior, cuando, también en el mes de septiembre y tras la derrota en el derbi, dimitió del título de Liga prácticamente sin haber comenzado. El Madrid, en esta ocasión, podría haber dejado al conjunto colchonero a 11 puntos de diferencia de haber conseguido el triunfo en el Metropolitano. "Los chicos irán mañana a la escuela (por hoy lunes) con la camiseta del Atlético", dijo con orgullo el Cholo en el vestuario (un discurso que luego compartieron Griezmann y Morata ante los medios). Eso sí, en el Atleti igual que celebran el triunfo ante el Madrid como un título, la camiseta rojiblanca se hubiera llevado del mismo modo en caso de derrota.

Pero fue la manera simpática del Cholo de reivindicar algo más que tres puntos. Se brindó un homenaje a sí mismo. "Hicimos un muy buen partido interpretado por mí", subrayó en la conferencia de Prensa. El Madrid dominó con la pelota, pero el Atleti sometió con las oportunidades. Los rojiblancos recibieron 20 disparos del Madrid: siete fueron bloqueados, cinco fueron a puerta y tres fuera. Los blancos 'sólo' se vieron amenazados en 10 ocasiones: cuatro remates a puerta, tres fuera y tres bloqueados. "Hicimos un gran partido en lo defensivo y en lo ofensivo", añadió.

El arte de defender no acapara tantos elogios como los que recibió el Cholo con el cambio de estilo tras el Mundial (hasta entonces sólo había sacado 24 de 42 puntos posibles); recuerden, después de la cita de Catar, el equipo empezó a jugar a otra cosa y se convirtió en el mejor equipo de la segunda vuelta para acabar en tercera posición. En el 3-1 del Metropolitano, los del Cholo se echaron descaradamente atrás y sólo hubo un pequeño tirón de orejas, por los diez últimos minutos de la primera parte. "Con el 2-0 retrocedimos demasiado, les dimos muchas posibilidades de jugar donde son mejores. Tienen muchas situaciones, aunque les faltaba Joselu. Nos generaron esa dificultad con el 2-1. Hablábamos en el descanso de que si seguíamos así, teníamos muchas opciones de perder", señaló el técnico argentino.

"Ahora me siento más importante de lo que me sentía el año pasado"

ÁLVARO MORATA Delantero del Atlético de Madrid

El primer nombre propio del derbi fue Álvaro Morata. Pichichi actual del campeonato, con cinco dianas, empatado conBellingham y Lewandowski. "Ahora me siento más importante de lo que me sentía en el año pasado. No puedo controlar lo que piensa todo el mundo sobre mí, hay veces que se ha reconocido mi trabajo y otras no. Me dan igual los goles. Sólo quiero retirarme ganando un título con el Atlético de Madrid", dijo el '19' colchonero en los pasillos del Metropolitano.

"La contundencia en las dos áreas te hace ser campeón" o "los grandes equipos necesitan de grandes delanteros" fueron mensajes lanzados repetidas veces por Diego Pablo Simeone durante el curso anterior. Morata se quedó en 13 tantos, a diez de Lewandowski (23) y superado por Enes Ünal (14), Borja Iglesias, Muriqi y Griezmann (15), Joselu (16) y Benzema (19). La llegada de Memphis Depay en el mercado de invierno supuso, además, una merma de confianza para el delantero madrileño. Entendía que nada más llegar, el Cholo le dio unos galones que él nunca tuvo ("A Memphis le veo como Diego Costa", le piropeó Simeone nada más fichar).

Diego Pablo Simeone, sobre Morata: «Necesitamos a este Morata».

"El partido de Morata fue extraordinario por su implicación y trabajo. Necesitamos a este Morata", insistió Simeone, que mantuvo una reunión con él en Seúl para convencerle de que se quedara en el Atlético de Madrid. El delantero rojiblanco se veía fuera del equipo antes de arrancar la pretemporada. "Yo no controlo ni las fechas ni el mercado. Sí que hubo posibilidades. Me senté con el míster y Gustavo (López) y yo le dije la situación y él me dijo que no me movía, que iba a ser importante para el equipo", reconoció el ariete madrileño.

El otro renacido, Saúl

Más sorprendente, incluso, es el papel que está desempeñando Saúl Níguez esta temporada. También criticado por un sector importante de su propia afición, el centrocampista rojiblanco cumple su segunda campaña consecutiva en el Metropolitano por 'descarte'. Se marchó en 2021 al Chelsea porque quería jugar en su posición y no de lateral izquierdo, pero la cesión salió como la de Joao en Stamford Bridge: en lugar de revalorizarse, perdió caché. Se quedó en la plantilla del Atlético en la campaña anterior de rebote, fundamentalmente, porque no llegaron ofertas: participó en el 36% de los minutos, con apenas 15 titularidades en 49 encuentros oficiales, hizo tres goles y repartió una sola asistencia.

En la actual 22-23, donde Simeone expresó que tiraría del plan B si no llegaba ese '5' que al final no llegó, Saúl ha asumido mayor protagonismo, también favorecido por la plaga de lesiones en el centro del campo en los seis primeros partidos oficiales (Barrios, De Paul, Koke, Lemar...). Ya es el octavo integrante de la plantilla con más minutos. Es más, el equipo notó su ausencia, por decisión técnica, en el once inicial de Mestalla. Suma tres asistencias este curso: dos ante el Real Madrid y una frente al Rayo. De pieza olvidada y de fondo de armario a artífice indispensable del 3-1 ante los de Ancelotti.

Los nombres de Morata y Saúl destacaron por encima de los soldados fieles del cholismo como el propio Griezmann, que ofreció por fin su versión de jugón, la que brindó el curso anterior y que aún no habíamos visto esta temporada; así como los Savic, Giménez y Oblak, que cimentaron la victoria ante el Real Madrid. Todos remaron en una misma dirección y con un gran "espíritu", como enfatizó Simeone, para engancharse de nuevo a la pelea por LaLiga.