VALENCIA 3 - ATLÉTICO 0

El Valencia pega Duro a un verdísimo Atlético

Doblete de Hugo Duro y golazo de Javi Guerra. Triste imagen del equipo de Simeone en Mestalla.

Barrios, Oblak, Savic y Witsel, hundidos tras uno de los goles anotados por Hugo Duro./AFP
Barrios, Oblak, Savic y Witsel, hundidos tras uno de los goles anotados por Hugo Duro. AFP
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

El Atlético ofreció en Mestalla su versión más sabinera de todas, la de los 19 días y 500 noches. 19 porque son los días que llevaba sin competir, desde el 0-7 en Vallecas, y 500 noches, que son las que lleva repartiendo disgustos entre su afición y regalando alegrías a los contrarios. De Doctor Jekyll a Mister Hyde. Total. Y sin restar ni un ápice a la exhibición de fútbol y ganas que desplegó el Valencia de Rubén Baraja. Doblete inconmensurable de Hugo Duro, en la primera mitad, y golazo de fantasía de Javi Guerra, en la segunda parte.

La chavalería del Valencia (el equipo más joven de LaLiga) barrió del mapa a un Atlético de Madrid que se mostró tan verde como la camiseta que lució sobre el terreno de juego. Los rojiblancos no pueden sacar ninguna excusa (Virus FIFA, pocos fichajes o similares) porque enfrente estaba la esencia de la vida: siempre hay alguien mucho peor que tú, pero que con una dosis extra de actitud supera sus problemas. Chapó por el Valencia, suspenso preocupante para el Atlético.

Simeone se llevó las manos a la cabeza en Mestalla con los goles del Valencia. REUTERS
Simeone se llevó las manos a la cabeza en Mestalla con los goles del Valencia. REUTERS

SIMEONE

🤔 Hay runrún...

Houston, tenemos un problema. Esa es la imagen que transmitió Simeone desde la banda. Arrancó el curso con esas dos salidas necesarias para traer un '5' (Carrasco y Joao Félix), pero al final no vino. El Atleti no competía desde hace 19 días, con aquel 0-7 en Vallecas, y la imagen que ofreció el equipo en Mestalla fue algo más que decepcionante. Se puede hablar de sistemas, jugadores y cambios, pero lo cierto es que el Cholo puso todo lo que tenía disponible, a excepción de Lino, que se entrenó toda la semana tocado. Cambió hasta a Griezmann, en el 61', que se pareció al de la 21-22 (el que enfadó y decepcionó tras su etapa en el Barça) en lugar de al Grizi de la 22-23 (el que enamoró e ilusionó con la camiseta rojiblanca). Podemos hablar de las diferencias del técnico y la directiva a la hora de fichar, pero si los jugadores saltan al campo más verdes que la camiseta es difícil que algo funcione. Todo lo contrario demostraron los pupilos del Pipo Baraja, sin fichajes y con Mestalla cantando "Peter vete ya" en el minuto 19. Se merendaron al Atlético sin discusión.

Hugo Duro ganó los duelos a Witsel.  AFP
Hugo Duro ganó los duelos a Witsel. AFP

CAMISETA VERDE

😎 Me reafirmo

El fútbol es un deporte marcado en las distancias cortas por las supersticiones, manías y cábalas. Que se lo pregunten a Muniain cuando tocó la Copa en La Cartuja en 2020, a Cañizares con su famosa toalla o a los aficionados del Benfica con la maldición de Bela Guttman. "Tengo muchas cosas de Bilardo", reconoció no hace mucho Simeone. Bilardo jamás habría jugado de verde. "El verde no lo uso ni en mono. Cuando estudiabas te forraban los libros, pero con verde no. La cancha de fútbol es verde. El verde no se ve bien. Te confundes con el pasto", confiesa el maestro Bilardo. Extraña en un cuerpo técnico compuesto por sudamericanos (Nelson Vivas, Vercellone, Hernán Bonvicini, Gustavo López y el 'Profe' Ortega) y donde Simeone repite ese traje negro haga haga sol, llueva o nieve (el de la victoria, según él, desde que conquistó la Europa League de 2012) hayan pasado por alto ese detalle cabalístico. En Uruguay son mucho de esa teoría que sostenía Luis Cubilla. A otros, como Aragonés, les daba por el amarillo. No hay explicación técnica, pero en la vida aparecen detalles que conviene tener en cuenta. El verde no le sentó nada bien al Atlético (como el naranja butano el año pasado, así que a lo mejor no se trata sólo una cuestión de colores); para el espectador, por otra parte, no es un color cómodo: en la Serie A, por ejemplo, prohibieron su uso porque no se distinguía bien.

Hugo Duro, celebrando uno de los goles que marcó ante el Atlético. AFP
Hugo Duro, celebrando uno de los goles que marcó ante el Atlético. AFP

HUGO DURO

👏 Mis 'dieses'

Cinco de los 11 goles de Hugo Duro en Primera División han sido a Oblak. El '9' del Valencia fue una pesadilla para Witsel, Savic y Mario Hermoso, a los que ganó siempre en los duelos individuales. Poner más defensas no significa defender mejor es la película de siempre en el Atlético de Madrid. Simeone no ve a Witsel como pivote y le pone de central y Hugo Duro le sacó verdaderamente los colores; el Cholo no ve Galán como carrilero, una vez que salió Carrasco, y pone a Riquelme para que defienda como un '3' y ataque como un 11', lo que permitió a Fran Pérez tener una autopista mucho mejor que la A-3; y en la derecha pone a Azpilicueta porque le garantiza jerarquía y saber estar, pero Sergi Canós hizo lo que quiso con él durante la primera mitad. La sensación es que este Valencia, con muchísimo menos límite salarial que el Atlético (85 frente a 296), pegó Duro de verdad porque los Mosquera, Javi Guerra (qué golazo: una obra de arte), Canós, Fran y demás salen a la cancha con hambre de verdad.

Lemar abandonó Mestalla en camilla y entre lágrimas por una lesión en el tendón de Aquiles.  AFP
Lemar abandonó Mestalla en camilla y entre lágrimas por una lesión en el tendón de Aquiles. AFP

LEMAR

📀 Mi 'bonus track'

El colmo de la desgracia para el Atlético se produjo en el minuto 41, con la grave lesión en el tendón de Aquiles de Lemar. No se sabe muy bien por qué, el francés le arrebató la titularidad a Saúl y formó parte de ese centro del campo (Lemar-Barrios-Llorente) que hizo aguas en Mestalla. Se marchó de la peor manera que puede abandonar un jugador el terreno de juego, entre lágrimas. Su lesión propició el debut con el Atlético del único fichaje rojiblanco de este verano por el que el club ha desembolsado dinero: Javi Galán. Demasiados problemas a la vista en el Atlético, y no sólo nos referimos a la lesión de Lemar. Simeone no para de acoplar jugadores a posiciones que no son las suyas, a veces sale bien y otras no tanto. En cualquier caso, y más allá de las decisiones de un entrenador obligado a jugar no con un plan B sino C, llama la atención el papel residual del exjugador del Celta en este Atlético, más si cabe con la marcha en el último minuto de Carrasco.

Morata y Marmadashvili, en una acción del Valencia-Atlético en Mestalla. AFP
Morata y Marmadashvili, en una acción del Valencia-Atlético en Mestalla. AFP

MORATA

🚨 Poco se habla de...

Morata se puso las botas en Tíflis, pero en Mestalla ofreció la imagen habitual de querer y no poder. Gran delantero como acompañante, no tan vistoso y efectivo cuando es la única referencia (esperanza) del equipo. Se lleva casi siempre todos los palos, por delante, en este caso, de Griezmann o el resto de los titulares del Atlético que hicieron lo mismo, o menos, que él. Tarde aciaga para el '19' del Atlético de Madrid, que sólo fue capaz de conectar un cabezazo peligroso al marco de Mamardashvili en 90 minutos. Mosquera y Diakhaby le llevaron por el camino de la amargura, ése que acaba en el suelo y con la mirada cabizbaja cuando el balón pasa por sus botas. Ese Atleti, como decimos, de los 19 (su dorsal) días y 500 noches...