ATLÉTICO

Los argentinos se echan al Atlético a la espalda y la 'operación París' se confirma con Giuliano y Julián

Los diez últimos tantos del equipo colchonero tienen raíces albicelestes.

Giuliano y Julián celebran el gol de la Araña en Mallorca. AFP
Marcos Durán

Marcos Durán

Por primera vez en la temporada podemos hablar del 'Atleti de los argentinos' de manera contundente. Ya se comentaba mucho esto cuando en verano se confirmó la permanencia de Giuliano y se anunció la llegada de Julián Alvarez o Juan Musso, pero hasta ahora, sobre el campo, no habíamos visto de manera clara y casi total la influencia de los futbolistas sudamericanos.

Pero estamos a mediados de noviembre y ya con el último parón de selecciones aquí, podemos hablar del 'Atleti de los argentinos' de manera bastante clara. Porque Julián Alvarez, el principal exponente, se sigue adaptando al equipo y ya es el máximo goleador con siete tantos en 18 partidos en todas las competiciones.

El fichaje estrella de este equipo no ha tenido una llegada fácil. Cambiar el Manchester City por el Atlético es complicado, los automatismos son otros, la liga es otra y los compañeros, distintos. Pero para Simeone cada vez se encuentra mejor: "No sigo los números de Julián pero sí me encanta, es un jugador que nos va a hacer bien ahora y en todos los años que esté en el Atlético de Madrid. Es un jugador con personalidad, jerarquía, humildad, trabajo y gol, por supuesto. Esperemos que siga en esta línea, nos está dando lo que esperábamos".

Poco a poco Julián se está ganando ser el abanderado, el que lleva la batuta albiceleste en este equipo. El Atlético ha tenido participación directa de argentinos en los últimos diez goles que ha marcado. Son siete tantos, cuatro de Julián, uno de Correa, uno de Giuliano y uno de Nahuel y tres asistencias para los goles de Sorloth y Griezmann, que fueron repartidas por Julián, De Paul y Giuliano.

Giuliano sube, De Paul baja

Por supuesto en esta participación albiceleste tenemos nombres propios. Además del de Julián Alvarez, del que ya hablamos, hay otro nombre clave: Giuliano Simeone. Con ganas, esfuerzo, asistencias y goles se ha ganado el cariño del público desde el minuto uno. Todos los aficionados quieren que Giuliano juegue porque ellos se ven reflejados en él en el campo, algo que es muy importante.

Por el contrario, los hinchas no están contentos con De Paul, que está perdiendo protagonismo en estos partidos. Asistió a Sorloth en el Metropolitano y fue aplaudido por sus compañeros, pero minutos antes el estadio le había regalado una dura pitada. El de Sarandí no está pasando su mejor época en el cuadro rojiblanco y ha perdido la titularidad.

Correa y Molina, actores secundarios

Los otros dos protagonistas que nos quedan son Molina y Correa. El lateral se reivindicó de la mejor manera en París, siendo ganador del MVP del partido, participando con un gol y demostrando que físicamente está muy bien tras un inicio complicado.

Las críticas de gran parte de la hinchada para el lateral eran conocidas en el entorno del jugador, pero ellos mismos nos confirman que el futbolista estaba concentrado, con confianza y sabiendo que tenía que levantar el nivel. Físicamente tuvo algunos problemas por el poco tiempo de descanso desde el verano con la Copa América y tantos viajes con su selección, pero en los últimos partidos ha vuelto a encontrar parte de su mejor versión.

Para finalizar, el caso de Correa es conocido por todos. El delantero, siempre que entra, saca algo importante para el equipo. Su gol en París es un resumen de lo que ha sido en su carrera en el equipo, pero es que además esta temporada marcó en el descuento para ganar en Bilbao y para empatarle al Real Madrid en el Metropolitano. El argentino es clave en este equipo y siempre lo demuestra.

Relación especial entre Giuliano y Julián

Asistente y goleador. Hoy Julián marcó gracias a un pase de Giuliano Simeone, una sociedad que se cocinó en París en los Juegos Olímpicos y que hoy da sus frutos. Ya lo comentó el hijo del Cholo que durante las semanas con la albiceleste hubo intentos (que fueron fructíferos) de convencer a la Araña de jugar en el Atlético de Madrid, pero la realidad es que entre los dos se forjó una amistad fuerte que ahora también se comienza a ver en el campo.