REAL MADRID

Ancelotti llegó a apalabrar su staff con Brasil: Davide o Paul Clement de segundo, la inseperable 'famiglia' y bajas de mucho peso

El hijo del italiano, ya preparado para volar solo, está en duda si al final saliera el plan de la CBF: las ofertas que tiene no acaban de llenarle y 'Carletto' le insiste en seguir con él hasta el Mundial 2026.

Carlo Ancelotti, en el centro, celebra con su staff técnico la última Champions conseguida. /GETTY
Carlo Ancelotti, en el centro, celebra con su staff técnico la última Champions conseguida. GETTY
Alfredo Matilla
Jorge C. Picón

Alfredo Matilla y Jorge C. Picón

En este caos en el que se ha sumido el Real Madrid alrededor del futuro de su banquillo hay teorías para todo. Hay incluso quien pone en duda las negociaciones entre Carlo Ancelotti (66 años) para recalar en Brasil, que su prioridad es el actual club que le paga y que, incluso, no se descarta que agote un contrato que firmó hasta 2026. Pero la realidad, según diversas fuentes consultadas alrededor de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), es que el técnico italiano no sólo tenía el contrato en su mano a falta de la firma y que ya había pactado un sueldo similar al que tiene hoy (11 millones de euros), sino que ya había dejado claras sus preferencias a la hora de conformar su staff técnico.

la intrahistoria de las negociaciones de Ancelotti con Brasil. Relevo

Ahí, en ese apartado, Ancelotti tenía (y tiene, porque nada ha muerto aún) una idea diferente a la que ahora mismo ejecuta en Valdebebas. En unos casos por respeto al Real Madrid, en otros por una cuestión de confianza y en alguno más porque uno de sus escuderos, como le sucede a su hijo Davide, tenía planes para comenzar a volar solo y aún hay que concretar qué haría definitivamente en caso de que la opción de Brasil se volviera a activar.

Lo que está claro es que, en las conversaciones que tuvo en el último mes con los emisarios externos de la CBF, Ancelotti comenzó a dibujar cómo sería su día a día al frente de la Canarinha, con la que en principio quería firmar hasta el Mundial 2026 e ir poco a poco, por mucho que le pusieran casi un cheque en blanco encima de la mesa y le dejaran constancia de que la confianza en su trabajo podría quedar plasmada si él quería en un pacto hasta 2030. En esas reuniones, tanto en Madrid como en Londres, esbozó quién formaría su equipo de trabajo e incluso ya tenían sus contratos diseñados. Y en él habría continuidad del núcleo duro, con amigos y familiares a su alrededor, una duda importante y alguna que otra baja de mucho peso.

La mayor incógnita estaba (y aún está) en quién sería su segundo. Davide Ancelotti, que recientemente ha firmado con la agencia de representación de David Villa (DV7), como desveló Marca, prefería comenzar en un principio su carrera en solitario, ya que tiene importantes propuestas de equipos británicos y le hace mucha ilusión ser cuanto antes primer espada.

Sigue a su padre desde la etapa del PSG (2011-2012), centrado al inicio en la preparación física, y ascendió como segundo en el Bayern (2016-2017). Sin embargo, el hijo de Ancelotti no termina de convencerse con algunas de las ofertas que le han trasladado y, además, cuenta con la insistencia de su padre para que siga a su lado y se piense bien cómo y cuándo dar ese paso de independizarse. Tampoco es mal plan ir a Brasil, terminar de completar su currículum con una experiencia única ("es el Real Madrid de las selecciones") y luego separarse tras el Mundial, haga lo que haga el de Reggiolo.

El Plan B y lo innegociable

Ancelotti, si es que logra solucionar el colapso en el que ha entrado su negociación con Brasil, quiere a Davide sí o sí a su lado. Pero, si no es posible, maneja otras alternativas que también ha deslizado como Plan B. Paul Clement (Reading, Inglaterra, 53 años), quien fuera su ayudante en la primera etapa en el Real Madrid (2013-2015), es la opción que más le llena. Es su amigo, ha recibido varias visitas al hotel de concentración del Real Madrid en varios desplazamientos, demostrando que la relación es muy fluida y es un profesional con una dilatada trayectoria. Tanto como jugador —fue central del Rangers— como entrenador —hizo de asistente en el Chelsea, Blackburn, PSG, Real Madrid, Bayern y Everton; y ha dirigido como primer entrenador a Swansea, Reading y Círculo Brujas —. Ahora mismo está libre.

Carlo Ancelotti, con todo su equipo de trabajo.  GETTY
Carlo Ancelotti, con todo su equipo de trabajo. GETTY

A partir de ahí, Ancelotti tiene claro que seguirá contando con la famiglia. La política y la fabricada. Actualmente, en el cuerpo técnico del Real Madrid está su yerno, Beniamino Fulco, que comenzó haciendo unas labores (nutrición entre ellas) y ahora realiza otras diferentes (asistente técnico y físico). Él sería uno de los fijos en la siguiente aventura de Ancelotti. Y también hay otros fieles a los que no quiere dejar tirados, que sin ser familiares lo parecen por los años que llevan a su lado y la relación que mantienen fuera de Valdebebas tanto ellos mismos como sus respectivos entornos.

Francesco Mauri es, de todos, el que más peso está cogiendo dentro del staff como asistente. A veces, incluso con un papel protagonista excesivo para muchos jugadores. Su padre, Giovani Mauri, fue el preparador físico el año de la Décima. Si Davide se independizara, Mauri prefiere ser su segundo para ir escalando (de hecho, su aspiración también es ir de primero pronto), y si no, pues seguiría con el patriarca como asistente. Al que también quiere llevarse Ancelotti es a Simone Montanaro, el gran analista y estadista que le ayuda desde el Nápoles con todo lo relacionado con el big data. La CFB tiene a sueldo a varios profesionales en su plantilla y Ancelotti les tendría que hacer hueco, por lo que no sería extraño que alguna de sus peticiones sea rechazada. A fin de cuentas, un club no funciona como una selección.

Bajas de peso

El que no estaría en ese staff, o al menos no ha aparecido en esas conversaciones entre el clan Ancelotti y los emisarios brasileños, sería el actual preparador de porteros del Real Madrid, Luis Llopis. Para el Real Madrid, pase lo que pase en el banquillo próximamente, es un hombre de club después de su paso por la cantera desde 2005 a 2008, su implicación en la coordinación del trabajo formativo en Valdebebas y, sobre todo, su papel en el primer equipo en las dos etapas en las que ha estado. Primero, cincelando a Keylor Navas de 2015 a 2018 con Zidane y ahora, con Courtois desde que regresó en 2021.

Para la entidad madridista Llopis es un pilar cuyo vínculo va más allá del que hay entre el Madrid y Ancelotti, así que algunas fuentes dentro de la casa celebran que él no esté en las quinielas para salir y dan por hecho que estará en el Mundial de Clubes sea quien sea el técnico y que, además, se podría integrar en un futuro e hipotético cuerpo técnico con Xabi Alonso (guipuzcoano como él) sin ningún problema. Aunque esa conversación del club con el tolosarra aún está pendiente, Xabi ha contado en el Bayer estos años con un hombre de la casa como David Thiel, con el que la directiva alemana quiere seguir contando.

Por su parte, el futuro de Antonio Pintus es el que está más en el aire. Su relación con el núcleo duro de Ancelotti se ha ido desgastando con el tiempo y el italiano ha comprobado como, cuando vienen mal dadas, siempre se le acusa desde los mismos frentes de que la preparación física del equipo no es la adecuada. Pese a que siempre tiene una sonrisa en la boca y es conciliador, conoce bien cómo se mueven los hilos en la élite y ya tiene detectadas cuándo y cómo se producen algunas filtraciones o versiones contaminadas que le ponen en la diana. Por eso, su nombre no ha salido en las negociaciones en Brasil ni nadie le ha ofrecido aún esta posibilidad.

Lo bueno para Pintus es que su relación con los que mandan en el Madrid siempre ha sido extraordinaria y le tranquilizan con los palos que le caen de vez en cuando. "El equipo no corre menos, sino peor", le han repetido, haciéndole ver que, además, no toda la preparación física depende única y exclusivamente de él. Es más, él se encarga más que nada del trabajo de fuerza, de la activación previa a los partidos y de los calentamientos, pero en el resto de la planificación física hay otros miembros del staff que también entran en juego, aunque sólo aparezcan en los triunfos. Pintus llegó con Zidane, pero se quedó en el club tras su salida y fue recolocado cuando aterrizó Ancelotti. No sería de extrañar que siguiera en el Madrid, incluso con otras funciones, ya que Xabi Alonso tiene ahora mismo otros planes...

Todo dependerá de a quién se traiga de Leverkusen el tolosarra. Seguiría confiando, con casi toda seguridad, en sus asistentes Alberto Encinas y Sebastián Parrilla, pero a partir de ahí todo es negociable, ya que en el Bayer aceptó que el club completase su equipo de trabajo con gente de la casa que podría seguir en Alemania. Lo que sí tiene claro, como también le ha sucedido a Ancelotti este año con algún fichaje técnico frustrado, es que hacen falta más profesionales en un staff que se queda corto.