VALENCIA CF

Un ambiente irrespirable y tres partidos para no descender: "Es ahora o nunca"

Baraja seguirá al frente del Valencia, que se juega su futuro en las próximas tres jornadas en un ambiente marcado por la crispación.

Los jugadores del Valencia tristes tras la derrota. /EFE.
Los jugadores del Valencia tristes tras la derrota. EFE.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

Ha llegado el momento de la verdad en el Valencia Club de Fútbol. Los che ya se encuentran a más de un partido de la permanencia (3 puntos y el golaverage con el Almería), la dinámica en la que andan sumergidos es terrible (1 punto de los últimos 9) y el 'efecto Baraja' se ha quedado en un espejismo que no ha sacado al equipo del apuro. Ciertamente, quedan todavía nueve jornadas para acabar el curso, sin embargo, en el club han asumido la realidad que les toca: es ahora o nunca.

Elche, Valladolid y Cádiz. Esos son los próximos tres rivales del conjunto del Turia, tres rivales directos que luchan por el mismo objetivo, tres rivales contra los que el Valencia no puede fallar si quiere seguir en Primera división. "Es ahora o nunca. Son tres partidos contra tres rivales directos, ahora llega la hora de la verdad", dijo Rubén Baraja al término del partido. Razón no le falta al vallisoletano, el Valencia se juega su permanencia en los próximos tres partidos, el problema es que además de la dinámica, lo hará en un ambiente irrespirable.

Por un lado, por el miedo que se vive en todo el club al descenso. Lo que empezó siendo una palabra tabú y que ni se contemplaba, con el paso de los partidos (y las derrotas), pasó a ser una situación que plantilla y directiva asumieron. Hoy esa situación en muchos casos sobrepasa a la entidad y lo que se vive en ella es miedo. Antes del partido ante el Sevilla, Corona dijo en Dazn que están "convencidos de que van a salir de donde están", y pese a que ese es el discurso público que toca dar, lo cierto es que en todos los organismos del club (desde plantilla hasta el último jardinero), hay miedo al descenso.

La decisión del club es seguir con Rubén Baraja, que ha sumado 7 puntos de 24. Solo Lim puede evitar que esté en Elche.

El apunte

Por otra parte, el ambiente que se respira en el vestuario ha cambiado. La llegada de Baraja fue un soplo de aire fresco que reanimó al equipo, pero con el paso de las semanas ese 'efecto Pipo' se ha diluido y algunos futbolistas comienzan a ver muy negra la situación. Rubén Baraja ha sumado 7 puntos de 24 posibles y salvo que Peter Lim se levante con el pie izquierdo, la decisión de la directiva che es que se mantenga al frente del equipo. Pero el hecho de que hasta algunos jugadores ya vean tan complicadísimo el asunto (pese a quedar 27 puntos en juego), evidencia que hay dudas en el vestuario.

También caldean el ambiente las decisiones arbitrales. El show de Del Cerro Grande en Mestalla consiguió lo imposible: poner a todos los protagonistas de acuerdo. Ni Mendilibar, ni Gayà, ni Baraja, ni siquiera Óscar Valentín, jugador del Rayo Vallecano que se manifestó en Twitter, consiguieron entender las decisiones del colegiado madrileño. Al término del encuentro Javier Solís, director corporativo del club, rajó de sobremanera del comité arbitral "el fútbol huele muy mal", dijo. De hecho, según el portal Archivovar, el Valencia es el equipo más perjudicado por los colegiados y sin los errores arbitrales contaría con 35 puntos.

Y finalmente está Mestalla, que nunca falla pero que está harta de la situación. Al templo che acudieron 39.650 personas para ver el duelo ante el Sevilla y la atmósfera del estadio fue de apoyo total al equipo para salir del pozo. Dicho lo cual, la tensión que se vive en la ciudad por la situación del equipo hace todavía más difícil cualquier ademán de reacción. Porque como es obvio, la crisis del Valencia no es solo deportiva, sino que es social y estructural. La afición está harta de Peter Lim y prueba de ello es que tras la derrota ante los hispalenses, alrededor de 1.000 personas se concentraron para protestar por la situación que vive la entidad.

Las protestas en Mestalla de la afición che. Relevo.

De nuevo, hubo cánticos contra Lim que se hicieron extensibles hacia Lay Hoon Chan, presidenta del club y mujer de confianza del asiático, y a Miguel Ángel Corona, director técnico del equipo. La tensión crece conforme se acerca el abismo y de hecho, ayer un par de aficionados quisieron asaltar el palco VIP del estadio donde se encontraba la alta directiva del equipo. Los jugadores, además, fueron silbados por otros tantos aficionados cuando abandonaron el estadio y, un domingo más, lo que empezó como una noche mágica acabó en divorcio club-afición. O más bien en abandono del gestor del club, Peter Lim, a la afición.