Xènia Pérez y el día que el Calderón predijo su fichaje por el Atlético: "Era muy pequeñita... Siempre tuve esa esperanza"

Mayca Jiménez

Publicado9 de noviembre de 2024, 9:51 h

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Xènia Pérez (Sitges, 2001) llegó al Atlético hace más de dos años. Concretamente, un 17 de junio de 2022. Pero su amor por el club rojiblanco viene de mucho antes. Hace falta a su infancia. A uno de esos recuerdos que la memoria selecciona para no olvidar con el paso de los años. "Era muy pequeñita. No jugamos en el Calderón, pero lo visitamos porque tuvimos un torneo por allí. Fue muy especial porque al final yo iba con el Espanyol. Fuimos a ver un partido y me gustó muchísimo el ambiente que se vivía allí", relata la defensa catalana en una entrevista con Relevo en la previa del partido ante Barça (hoy, 18:30h, DAZN) en la jornada 9 de Liga F.

Así está la clasificación de Liga F.

Aquella casualidad terminó marcando el destino de Xènia, canterana del Espanyol y quien siempre siguió al equipo rojiblanco. "La verdad es que desde muy pequeña siempre era un club que me gustaba. Me gustaba el femenino, sobre todo, que en ese momento ganaban ligas y estaban súper arriba. Y siempre lo veía y me gustaba. Y era un club que tenía la esperanza de a ver si en algún momento poder llegar. Y cuando me llegó no me lo pensé dos veces. Creo que tomé la decisión correcta", confiesa la defensa española, que acaba contrato en junio de 2025 y evita hablar de su futuro.

"Estoy pensando en el día a día. Estoy muy a gusto", desliza. La de Sitges es y se define como una "persona introvertida". Ya sea por ello o por esa rivalidad que ha respirado desde niña ante el Barça, mantiene en silencio su admiración por Irene Paredes, jugadora azulgrana a la que se medirá este sábado en uno de los partidazos del año en Primera.

"Desde bien pequeña, siempre ha sido mi referente (Irene Paredes). La verdad es que nunca le he dicho nada, pero siempre me he fijado en ella. Creo que es una de las mejores centrales que hay en el mundo y pues poder jugar contra ella y tenerla tan cerquita también es especial", cuenta Xènia, que sonríe al ser preguntada sobre si le pedirá la camiseta tras partido: "Depende del resultado".

Para la central del Atlético es más que un partido ante el todopoderoso Barça, rival a batir por todos y equipo que lo ha ganado todo en estos últimos años. "Es una semana especial, pero creo que estamos en un buen momento. Al final llegamos invictas en casa con nuestra afición y creo que es importante también", remarca. Y también señala que es "un rival muy complicado" y por ello tienen más "motivación de ganar".

Aunque puede que ella sea una de las que más intensamente vaya a vivir este encuentro. "El Barça - Espanyol siempre era el partido del año y se vive diferente. Cuando estaba allí, era un rival muy complicado, pero se vivía un ambiente especial durante toda la semana y al final eso te lo llevas en esta etapa también", afirma Xènia, que debutó en Primera en uno de esos derbis y tendrá a su familia, que ha viajado para la ocasión, en la grada para animarle.

"El resultado no fue el que queríamos, obviamente, pero fue un momento que recordaré para siempre. Solo recuerdo que justo me pusieron a calentar y yo la verdad no pensaba que iba a debutar. Y justo iba a salir y yo pensaba que iba a salir de la central y al final salí como de interior. Y fue como que me sorprendí un poco", rememora la futbolista catalana, que sigue destacando por esa polivalencia sobre el verde, jugando de central, lateral o en el centro del campo.

Xènia Pérez también habla del Espanyol, club de su vida, en el que vivió el peor momento de su carrera. "Fueron dos años súper duros, lo del descenso y no ascenso, que también me han ayudado muchísimo a crecer y a madurar futbolísticamente y personalmente. Pero creo que eso también, los malos momentos te hacen crecer. Y es importante, pero sí, sí, fue muy duro", admite.

Más específicamente, la catalana tiene marcado un partido, ante el Levante Las Planas. "Bajamos de categoría el año anterior, me quise quedar para intentar subir el equipo. Porque era como un peso que no me podía sacar de encima sino. Lo teníamos tan cerca que en el último partido al final acabamos perdiendo. Y sinceramente lo pasé muy mal y necesité como una semana para pensar, para mí y para valorar todo porque fue muy duro", asegura.

Una espinita que se sacó desde la grada. "Justo coincidió que (el ascenso) pude ir a verlo al campo y sinceramente me puse a llorar de la emoción. Era como que me quité un peso de encima, aunque yo no hubiese participado en ese ascenso. Al menos ahora ya han podido volver a Primera División, que era lo que todo el mundo quería".

Ahora, disfruta como rojiblanca, con un rol importante en el equipo. "Es un club muy especial desde que he llegado aquí, sobre todo por la afición, por el ambiente que se respira aquí dentro. Tengo que agradecer la confianza que me han dado, porque al final lo que necesita una jugadora para rendir es confianza y creo que eso es lo más importante", subraya, en la previa de un partido ante el Barça en el que se marca un "gran reto".

"Al final, como defensa, me encanta defender y tener a las mejores jugadoras delante. También te exige muchísimo para al final ver tu nivel. Y creo que, como te digo, es un reto, no es respeto. Para mí Graham, sobre todo, es la que es más determinante, que te puede venir de un lado para otro, que siempre tiene alternativas para todo y creo que es de las mejores jugadoras del mundo y es la más determinante en ese aspecto", sentencia Xènia.

La defensa catalana se dará un "buen paseo por el Retiro" con su familia si todo sale bien en el partido y acaba la conversación dibujando el que sería su partido ideal ante el Barça: "Lo más importante es que se vea la identidad del Atlético de Madrid, la exigencia que conlleva llevar este escudo en todos los partidos, y que se vea un equipo competitivo, que da la cara. Y, obviamente, sacar los tres puntos".

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