Alexia Putellas se sienta en la mesa de los mejores para redondear una fiesta de oro en el Barça

Era un día festivo en el Barça, aunque las gradas no alcanzaran ese lleno de las grandes citas del equipo azulgrana en el estadio Johan Cruyff, pero que seguía dejando una buena asistencia (4.660 espectadores). En el campo el brillo causaba un destello para el que mucho necesitarían hasta gafas de sol. Tres trofeos y un orgullo. El de ser el mejor equipo femenino del mundo -recién proclamado por France Football-. Y el de tener en sus filas a Aitana Bonmatí, que posó con sus dos trofeos del Balón de Oro.

El último, el logrado en la gala del pasado lunes, ovacionada y admirada por el mundo entero. Con ella, un podio que causa envidia en el planeta fútbol, con una foto en la que Aitana aparecía junto a Caroline Graham Hansen y Salma Paralluelo, Balón de Plata y Bronce. Muy cerquita, con sonrisa cómplice, asistía al acto como capitana Alexia Putellas, que sabe perfectamente lo que es ser la mejor jugadora del mundo por dos años consecutivos. Lo fue justo antes que Aitana, dándole el relevo más celebrado en Can Barça.

Con Alexia Putellas fue mucho la cosa, pero en el partido. Titular, decisiva con sus pases y visión de juego y goleadora. Sumó el octavo gol. Y de penalti. La mediocentro de Mollet se ha curtido en este registro y es toda una experta, cambiando su forma de tirarlo en cada ocasión. Esta vez, a la izquierda. Superó a Noelia García y puso el 1-0 en un duelo en el que el Barça comenzó pronto llevando la batuta en juego y ocasiones. Con este gol, además, y por si fuera poco, igualó a Luis Suárez en el podio de máximos anotadores de la historia del Barça. Sólo por detrás de César y Messi. Casi nada.

Tras ahogar a un Eibar muy encerrado atrás, con una línea de seis, el cuadro de Pere Romeu se fue desenvolviendo de uno a otro lado en busca de más goles. Llegaron dos más antes del descanso, de Vicky López y de Patri Guijarro. La primera empujó un mal rechace de Noelia García tras un disparo de Claudia Pina, que protagonizó poco antes un tiro al palo después de un pase de tacón de Alexia. La balear, por su parte, remató una dejada de cabeza de Irene Paredes.

Era el tercero antes del descanso, del que el Barça salió con empuje y gol: Ona Batlle. La lateral, MVP, había provocado el penalti en el primer tiempo y anotó un tanto para cerrar la victoria con el 4-0. Se frenaron los goles, con un Eibar que frenó al Barça con sus movimientos desde el banquillo. Aunque no dejaron de anotarse registros para el recuerdo, como el debut de Schertenleib.

La joven promesa suiza llegó el pasado verano al Barça, causó sensación durante la pretemporada y esperó su momento. Muy esperado en la hinchada culé, que ovacionó su cambio. Pues salió nada más y nada menos que para sustituir a Alexia Putellas. La dos veces Balón de Oro, con un gol, una asistencia y otro paso más en su intención de ser eterna. Está a un gol de ponerse como tercera anotadora en solitario tras César y Messi. Historia. Como publicaba el Barça nada más anotar su tanto: Alexia es el Barça y el Barça es Alexia. La relación perfecta.