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El gol se viste de dudas en el Real Madrid antes del Clásico

Inesperada sequía goleadora del equipo blanco a una semana de enfrentarse al Barça.

Jugadoras del Real Madrid durante el partido ante el Granadilla. /REAL MADRID CF
Jugadoras del Real Madrid durante el partido ante el Granadilla. REAL MADRID CF
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

Del paraíso a las dudas. En apenas dos semanas, el Real Madrid ha pasado de sumar trece victorias consecutivas a lograr un punto de los seis posibles en la Liga F. De anotar tres goles de media por partido a no marcar ni uno en los últimos dos duelos, con empate ante el Atlético (0-0) y derrota frente al Granadilla (0-1). Sin duda, la debilidad llega en el momento menos oportuno, con el Clásico como siguiente compromiso liguero.

Cualquier duda ante las azulgranas puede ser mortal. Un partido, el más exigente del año, que enciende las alarmas en el club blanco. Las sensaciones de los últimos partidos no prevén un escenario optimista para el Real Madrid. Tras dos encuentros en los que el cansancio físico y mental ha hecho mella de cara a puerta, la puntería se presenta como principal tarea durante esta semana.

Las blancas llegan al duelo en Barcelona muy tocadas, tras un correoso encuentro ante el Granadilla. Una derrota que puso fin a una racha de catorce jornadas sin perder y en la que es difícil encontrar algún aspecto positivo. Ni aunque suponga un golpe de realidad antes de medirse al único equipo al que no han sido capaces de ganar en estos últimos tres años.

El problema del gol preocupa. Hay ocasiones, pero no quien las remate. En busca de una solución, movió ficha Toril con la titularidad de Nahikari ante el equipo canario. Dejó en el banquillo a Esther, máxima goleadora del equipo y tercera por el Pichichi en Liga con 16 dianas. Y ni siquiera la entrada de la andaluza dio luz en medio de la oscuridad en el área rival. Ni una, ni otra delantera transformaron sus intenciones en goles. Una falta de acierto que se agravó con Nahikari, cuyas sensaciones sobre el verde distaban de lo que se esperaba en una oportunidad capital tras salir de inicio.

La de Urnieta, que llegaba al partido con una media de un gol cada 100 minutos en Liga, se mostró incómoda. En línea con el resto del ataque blanco. Weir impartió magia con una jugada maradoniana en el área para mandarla a las nubes. Como esta, se sucedieron incontables ocasiones claras que no subieron al marcador. La presión apretó por segundo partido consecutivo en un línea ofensiva que no supo matar en el último pase. Y deja mermado a un equipo blanco que encara el Clásico con un duro reto por delante: competirle al Barça. Además de intentar conseguir la primera e histórica victoria madridista en un Clásico.