SUPERCOPA | FC BARCELONA 3 - REAL MADRID 1

El Madrid tampoco puede con 10

Pina y Weir pusieron la magia a un partidazo marcado por la expulsión de Paredes (59') y decidido para el Barça en la prórroga.

Celebración del Barça ante el Real Madrid en el Clásico de la Supercopa. /FC BARCELONA
Celebración del Barça ante el Real Madrid en el Clásico de la Supercopa. FC BARCELONA
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

El partido empezó siendo un clásico. El Barça planteó un acoso y derribo ante un Real Madrid que sufrió demasiado desde el primer segundo de partido. Misa mantuvo en pie a las blancas en una resistencia que sucumbió a los 24 minutos. Una genialidad de Pina hizo justicia en medio de una lluvia de ocasiones que se mantuvo en el campo madridista. Feller, con un par de chispazos, y Zornoza, con un gran despliegue defensivo, lideraron las intenciones de un Madrid que se apagaba en mitad de campo.

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Pese a esto, el Barça se marchó al descanso con sensación de poco. Con un 0-1 en el luminoso, su buen juego en el primer tiempo, en el que ejerció una buena presión, no se vio reflejado en goles. La distancia por la mínima dejó una bombona de oxígeno que aprovechó el Madrid. O, mejor dicho, Weir. La escocesa puso las tablas con otro golazo, e inicio la ruptura de un partido que cambió tras la expulsión minutos después de Paredes. Todo cambió. El Barça se perdió y la polémica empezó a palparse en la grada y en los banquillos. La tensión dejó un final de infarto, con un Madrid bien cerrado y con necesidad de prórroga.

El tiempo extra transcurrió con indecisión, con opciones en ambas áreas. Si bien es cierto que el Barça siguió proponiendo más, con una mayor posición, el 1-1 se quedó invariable. Y sólo un penalti en el 111' lo hizo cambiar. Svava, con torpeza, empujó e hizo caer a Bronze en el área. Y Mariona no falló desde el punto de penalti. Era el gol de la sentencia y las jugadoras del Barça lo celebraron como si de un título se tratara entre cánticos de 'sí se puede' de la hinchada blanca. Pese a ello, las culés remataron casi sobre la bocina con un gol de Salma Paralluelo.

No hay duda de que la Supercopa saca el mejor lado del Real Madrid. Si el lado pasado dejó un 1-0 en un gol de Alexia en el último minuto, en esta edición ha quedado un Clásico para el recuerdo. No se logró la victoria, pero el cuadro madridista hizo sufrir al Barça como nunca. Las azulgranas pelearán por revalidar el título de la Supercopa ante la Real Sociedad el próximo domingo (12:00h).

GEYSE

💯 Mis 'dieses'

El mundo del fútbol a veces es cruel con las delanteras. Sin goles, su trabajo se ve muchas veces silenciado. En este Clásico, y aunque no marcase, hay que destacar el trabajo de Geyse. La brasileña batalló todo y más. Tanto, que casi tiene que salir en camilla del partido. Atendida con una sobrecarga nada más salir del verde, su actitud fue determinante para mantener la fe de su equipo. Su entrega dejó un mensaje entre líneas en medio de la polémica por su alineación indebida en Copa. Geyse sigue a lo suyo y tiene fútbol y ganas. Le faltó el gol, pero no por ello el aplauso de todos.

FELLER

😎 Me reafirmo

Fue la única que logró 'algo' en la zona de tres cuartos. La joven futbolista francesa sigue en un buen momento de forma y el rodaje en los últimos meses le ha dado confianza. Supo pivotar y ganar algún duelo a la defensa del Barça. Y volvió a demostrar que es una futbolista muy desequilibrante. Su desborde desesperó en varias jugadas a la defensa del Barça, provocando la expulsión de Paredes en el minuto 58, en una de las jugadas que encendió el partido.

PINA Y WEIR

🤳 Mi fondo de pantalla

"¿Se ha titulado alguna vez Claudia Pepina?", me preguntó un amigo tras el golazo de la delantera del Barça. Su notificación en el móvil rompió el momento en el que todo el estadio se quedó ojiplático con la definición de Pina. La '6' del Barça se revolvió entre dos defensas y puso el balón ajustadito al palo. Era el remate más complicado. Y ella lo hizo perfecto. Un golazo con el que suma tres dianas ante el Madrid y sigue creciendo en una temporada en la que sigue de dulce, con una decena de dianas en todas las competiciones y otras tantas asistencias (8). Estuvo cerca de dibujar otra obra de arte en un tiro de falta directa, pero su balón se marchó rozando el larguero. Tiene un guante. Y el Barça disfruta de él.

Claudia Pina, jugadora del Barça, celebra el 0-1 ante el Real Madrid.  FC BARCELONA
Claudia Pina, jugadora del Barça, celebra el 0-1 ante el Real Madrid. FC BARCELONA

La cosa fue de golazos y, aunque el de Pina añadió valor ante la presión de la defensa, tuvo una gran competidora en el área contraria. Weir puso las tablas en el 54' con un gran chut de falta directa. La escocesa se lo guiso, tras provocar ella misma la falta, y se lo comió en una tarde de exhibiciones en el estadio Romano. Su tanto fue decisivo para dar un giro de 180º en un partido al que añadió emoción. Me costaría elegir un fondo de pantalla, así que me pondría pantalla partida. Pina y Weir, artistas a partes iguales.

MISA

🚨 Poco se habla de...

Misa se volvió a llevar la peor parte, pese a ser una de las futbolistas más destacadas del partido. La portera del Real Madrid se colgó la capa para salvar a su equipo en medio de un incansable baño de ocasiones en su área en el primer tiempo. Resistió como pudo la meta canaria, que poco pudo hacer en el 0-1 de Pina. Sus atajadas fueron vida para las blancas, que lo agradecieron en la segunda parte. Misa recibió la cobertura de las suyas, que llegaron a todas las ayudas en un duelo que acabó con gran emoción.

POLÉMICA

📀 Mi 'bonus track'

Los primeros compases de este Clásico dejaban sobre la mesa una sensación: la polémica parecía haberse quedado atrás. Con un juego limpio en el primer tiempo, todo caminaba en armonía hasta un momento clave: la expulsión de Paredes tras el 1-1 de Weir. La tensión aumentó, al compás de los nervios, y ello dejó algunos piques entre jugadoras, banquillo, con un enfrentamiento entre miembros del staff en el que tuvo que intervenir la cuarta árbitra, y aficionados. Los pitos se intercalaban de una a otra grada sin descanso. Aunque lo cierto es que la polémica se quedó lejos de lo ocurrido en el último Clásico, sin darse referencias a Vilda, que esta vez sí estaba en el palco, y sin gestos que fueran más allá de la normalidad en este tipo de enfrentamientos.