Una hipoteca denegada precipitó el tortuoso desenlace de Hope Solo: "Mis compañeras recibieron indicaciones de no ponerse en contacto conmigo"
La mítica portera desvela el inicio de la lucha por la igualdad salarial en Estados Unidos en su documental 'Hope Solo contra la Federación de Estados Unidos'.
Una de las mayores luchas en la historia del deporte femenino comenzó con una hipoteca denegada a Hope Solo. Era 2015 y la guardameta estadounidense acababa de descubrir algo que se llevaría por delante su carrera deportiva.
"En aquel momento, no tenía ni idea de que podía haberme ganado un enemigo. Un año después, me echaron a la calle. Alegaron que fue por poca deportividad, pero creo que fue porque me metí con el dinero de la Federación", revela Solo en el documental de Netflix 'Hope Solo contra la Federación de Estados Unidos'.
"La Federación de fútbol de Estados Unidos es la asociación deportiva más cruel con la que he tratado en mi vida. Pretendían borrar a Hope Solo del mapa", afirma Rich Nicols, el asesor legal de Solo durante su lucha por la igualdad salarial. "Si querías dedicarte a cualquier cosa relacionada con el fútbol en Estados Unidos, tenías que bailarles el agua", añade.
“Estás haciendo unas preguntas que no corresponden a tu categoría salarial. Cállate y dedícate a jugar”
Durante ese tiempo, las futbolistas estadounidenses habían acumulado 20 millones de dólares en ingresos. Los hombres, cinco. "Éramos la gallina de los huevos de oro, en todo el mundo se sabían nuestros nombres [...] La gente no se hacía la idea del dinero que ganaba la Federación a costa nuestra", relata Hope Solo. Las niñas querían ser como ellas y sus caras estaban por todos lados. Pero cobraban — mucho— menos que ellos. Por eso, seguían buscándose la vida.
Tras ganar el Mundial de 2015, Hope Solo pidió una hipoteca. Fue cuando descubrió el pastel. "Para solicitarla, necesitaba enviarles mi contrato de trabajo con la Federación. Fue cuando descubrí que no existía". En aquel momento, Solo se embarcó en una lucha sin precedentes. Al enterarse, Solo contactó con el director de la asociación de jugadores porque necesitaba una prueba de sus ingresos, pero nunca la respondieron. "Al final, me dijeron: 'Estás haciendo unas preguntas que no corresponden a tu categoría salarial. Cállate y dedícate a jugar", recuerda.
Michel Akers, que es de las pocas futbolistas que aparecen en el documental —en el primer artículo sobre la cinta, se menciona que jugadoras como Megan Rapinoe, Alex Morgan, Abby Wambach o Carli Lloyd rechazaron participar—, y una de las futbolistas más importantes en la historia del fútbol femenino mundial se muestra muy crítica con el ente federativo. "La Federación es terreno pantanoso, no es que resulten de gran ayuda. Nos pagan por una mierda. ¿Y qué creéis que nos pagan por los Mundiales?", espeta.
"Para la Federación, éramos sus juguetes, éramos sus marionetas y la Federación nos la jugó: no teníamos seguro médico, no teníamos plan de jubilación ni baja por maternidad. Mientras que los hombres viajaban en vuelos chárters, nosotras íbamos sentadas en los asientos traseros, donde los baños. Y ellos ni ganaban torneos", sentencia Hope.
El miedo, la intimidación o las amenazas de ser expulsadas del equipo, cohibió a muchas de las futbolistas. No todas estaban de acuerdo en alzar la voz, pero consiguieron hacerlo. Hope Solo, Carli Lloyd, Megan Rapinoe, Alex Morgan y Becky Sauerbrunn convencieron al equipo de que era un paso importante. "Les dejamos bien claro que íbamos a por el salario igualitario", afirma Solo. Habían comenzado una lucha inédita en el deporte.
La salida de tono de Hope Solo en los Juegos Olímpicos de 2016 y una sanción inédita
Hasta los Juegos Olímpicos de 2016, la selección femenina de fútbol de Estados Unidos siempre se había proclamado campeona. La Suecia de Pia Sundhage las eliminó en las semifinales del torneo. En los penaltis.
Al término del partido, Hope Solo, en desacuerdo con la estrategia llevada a cabo por el combinado escandinavo, demasiado defensiva para su gusto, afirmó: "Hemos jugado contra una panda de cobardes". Sus declaraciones dieron la vuelta al mundo. Los medios estadounidenses decían que debía ser el "fin de Hope".
Cabe destacar, además, que Pia Sundhage —que sí que sale en la cinta recordando esta anécdota— venía de ser la seleccionadora de Estados Unidos y la entrenadora que rescató a Solo tras el incidente en el Mundial de China y la devolvió a la Selección, dándole un voto de confianza. "No me importa una mierda lo que haya dicho Solo, nosotras nos vamos a Río y ellas se van a su casa", le respondió.
Las declaraciones de Hope tuvieron consecuencias inmediatas. La Federación de Estados Unidos citó a la guardameta en un hotel y le dio la noticia: rescindieron su contrato y la sancionaron con seis meses de suspensión sin paga con efecto inmediato. La cinta revive aquel momento y muestra a una Hope Solo rota, sin parar de llorar y arrinconada en el suelo y con la chaqueta de la selección estadounidense todavía puesta. "No sé por qué han querido hacerlo de esta manera. Ha sido retorcido", se repite una y otra vez. "Me habían echado, así como así. Me estaban arrebatando mis sueños, mi dinero, mis premios, perdí contratos. Todo lo que me quitaron, ¿todo aquello fue por mis comentarios? Lo único que podía pensar era son unos cobardes", cuenta en la cinta.
"Decían que la habían echado por esos comentarios, pero ellos sabían por qué lo hacían, por hacer sido quien lideraba la lucha por la igualdad salarial. Y punto, fin de la historia", afirma Rich Nicols. "Habían echado a la mejor de todos los tiempos así como así", añade.
Lejos de achantarse, Hope Solo se sintió liberada, libre de represalias y luchó con más fuerza y dio un paso más. Se puso en contacto con sus compañeras para decirles que iba a demandar a la Federación ante el Tribunal Federal por la violación de la ley de igualdad de salario y del título VII. "No obtuve respuesta". "Avisamos a los medios, tampoco respondieron. No lo cubrieron, nada. Sólo Hope Solo siendo Hope Solo. No hubo ninguna cobertura", revela Rich Nicols.
"La lucha por la igualdad salarial se convirtió en mi nueva pasión. Estábamos progresando y ¿sabéis qué? Que otras jugadoras presentaron sus demandas colectivas", cuenta Solo en el documental.
Carga contra la generación del 99: “Era una red tóxica e incestuosa”
En febrero de 2022, el equipo y la Federación de fútbol de Estados Unidos llegaron a un acuerdo por un total de 24 millones de dólares. La noticia fue anunciada a bombo y platillo. "Pero no consiguieron la igualdad salarial. La gente se pensaba que habían llegado a un acuerdo, no. Lo que recibirían serían 24 millones para resolver la demanda. Así como el compromiso de la Federación de que si se cumplían ciertas condiciones en el futuro, se garantizaría la igualdad salarial", traduce Rich Nicols.
"Habíamos fallado, vale que habíamos hecho progresos, pero ese no era nuestro objetivo. Creo que escogieron el camino fácil", dice Solo. Mientras, la cinta reproduce los discursos de Alex Morgan o Megan Rapinoe —"Siento mucho orgullo por nosotras, por las jugadoras, que hemos permanecido juntas por algo por lo que sólo podíamos soñar" — o cómo a esta última le conceden la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima distinción civil de Estados Unidos. Las imágenes se suceden y Hope Solo continúa con su discurso:
"Muchas jugadoras del 99 se subieron al carro, empezaron a llevarse el crédito. Estuvieron en la Casa Blanca cuando se conmemoró la igualdad salarial cuando no habían hecho prácticamente nada por la igualdad salarial y aún se habla de todo lo que ha hecho el equipo de 1999. Nos dejaron sin seguro de salud, sin plan de jubilación, sin plan de pensiones. Lo único que nos dejaron fue un ambiente tóxico. Las jugadoras salían entre ellas, otras jugadoras salían con entrenadoras, las entrenadoras con las psicólogas, era una red tóxica e incestuosa y todavía siguen pensando que tenemos que inclinarnos ante ellas en cuanto al fútbol femenino se refiere".
La Federación de Fútbol de Estados Unidos rechazó participar en el documental, pero declaró: "Como hemos dicho en repetidas ocasiones, la elección de los jugadores las toman los entrenadores de nuestras selecciones". La demanda de Hope se desestimó.