El fútbol español está enfermo con otro fin de semana con amenazas de muerte: "No vais a salir vivos de aquí, os voy a partir las piernas"
Un bochornoso partido en Salamanca evidencia el grave problema en las gradas: "Ojalá os matéis con el coche. Te espero fuera que te van a recoger en ambulancia".

El fútbol español tiene un grave problema que conviene solucionar cuanto antes. No es que lo tenga en su conjunto, pero hay que erradicar lo antes posible a individuos de esta calaña. Aún es difícil de entender cómo alguien está tranquilo en su domicilio, coge las llaves y sale para disfrutar del deporte en directo y acaba amenazando de muerte a un colegiado. ¿Cómo se puede ser así? Ocurrió en una categoría regional en Castilla y León.
Las frases de la vergüenza en Salamanca:
- «Aunque nos eches no vas a salir vivo de aquí, hijo de puta, luego te esperamos a la salida»
- «De aquí no vas a salir vivo hijo de puta. Puto línea que eres un mierda»
- «Sois unos hijos de la gran puta, ojalá os matéis en el coche, os voy a partir las piernas a los tres. No tenéis ni puta idea, panda de hijos de puta. Siempre que vienes aquí nos la lías, te espero fuera que te van a recoger en ambulancia»
Pese al voltaje en categorías más bajas, en Primera División reinó una vez más la cordura. Afortunadamente, en el fútbol de élite se suele imponer el sentido común. Más allá de la torpeza de Marcos Alonso saliendo al campo sin permiso, los cuatro minutos de demora del Celta que provocaron el retraso en Vallecas o la expulsión de Juan Soriano por lanzar un balón desde el banquillo. Una cita tranquila.
Tampoco hubo especial revuelo en Segunda y es digno de elogiar. Al menos en el Huesca-Mirandés, donde hubo tres expulsiones por roja directa, dos de ellas en la primera mitad. Un escenario con el que sería de lo más natural que las protestas se desbordasen o hubiera algún tumulto mayor. No ocurrió. El derbi asturiano es un capítulo aparte. A Sesma Espinosa no se lo pusieron fácil. El partido fue tenso, con entradas, discusiones y tanganas. Pero lo peor llegó desde la grada.
Parte del público del Carlos Tartiere aprovechó las cartulinas del tifo para molestar de forma continuada a los jugadores del Sporting de Gijón. Es cierto que las bolas no ponían en riesgo la salud de los futbolistas y eso hicieron saber cuando les pusieron un micrófono delante. Pero eso no exime de culpa al público. Pasó en el minuto 5 y se avisó. Sesma Espinosa podría haber suspendido el partido temporalmente a la segunda, aunque decidió que por la naturaleza del encuentro convenía avisar otra vez. Y como se volvió a repetir ya tuvo que mandar a los protagonistas a los vestuarios, en perfecta aplicación del protocolo. Al menos, en ningún momento se rozó la tragedia.
Primera Federación también ha empezado la temporada con buenos propósitos. Partiendo del Grupo I, Manuel Escobar, técnico del Lugo, tenía voz tras estos días de parón y decidió usarla para gritar al colegiado para protestar. Como no podía ser de otra manera, expulsado. ¿Y ya? ¡Y ya!
🆕 COMUNICADO OFICIAL | Decisión determinada tras estudiar los incidentes acaecidos ayer en un encuentro de cantera y disculpas públicas.https://t.co/80HekUtdPY
— Unionistas de Salamanca CF (@UnionistasCF) January 12, 2025
Era todo demasiado bonito. El Yeclano-Ceuta transcurrió sin mayor incidencia y con un empate a cero en el marcador. Sin embargo, tras la finalización del encuentro, el coordinador de seguridad avisó a los colegiados que los jugadores del Ceuta habían recibido insultos racistas por parte de un 'aficionado'. Rápidamente fue identificado por la Policía Nacional con la colaboración del club local. Gente así sobra en el fútbol y en cualquier sitio en general. Actos así dejan en anécdota la expulsión de Millán Fernández, del Algeciras, por gritar al colegiado.
O el lanzamiento de una botella semivacía al campo en el Antequera-Real Murcia, sin mayor consecuencia más allá de un parón de un minuto. Más incidentes con la expulsión de Rubén Parra en el Marbella-Alcorcón por protestar a gritos. Un clásico.
Aunque no lo parezca, se puede protestar sin dar golpes a la pared
Llegamos a Segunda Federación, donde los líos son de alta frecuencia. Y también las curiosidades, siempre más agradables de leer. En el Llanera-Rayo Cantabria no hubo suficientes camisetas para evitar que los árbitros vistieran los mismos colores que el portero visitante. Tampoco pasaba nada. Peor fue cuando Iñigo Pérez se tuvo que poner un peto verde porque los jugadores y el línea le podían confundir, una de las historias del fin de semana. Ojalá fuera todo eso en la cuarta categoría. Diego Campo, jugador de la Gimnástica de Torrelavega, se pasó de la raya. Tras la finalización del encuentro, se dirigió al asistente en el túnel de vestuarios a voz en grito, golpeando la pared y pronunciando: "¡Qué puta vergüenza!".
No podía faltar el jaleo del Grupo III. El Espanyol B derrocó al líder Sant Andreu en su propio domicilio y, cómo no, quiso celebrarlo en el campo. Algunos individuos de los locales se abalanzaron contra ellos y tuvieron que intervenir los servicios de seguridad. En el Sabadell-Torrent, el técnico David Catalá se enzarzó con un aficionado a la par que es discutido por la situación del equipo. Las imágenes son impactantes:
⚽ CRÒNICA | @CESabadell 0-1 @tcf_oficial: any nou, situació insostenible
— RàdioSabadell (@RadioSabadell) January 12, 2025
La figura de @davidcatala6 ―ha protagonitzat un incident amb un aficionat al final del partit― penja d'un fil després d'estrenar el 2025 amb derrota a la Nova Creu Alta
La Minera volvió a la realidad tras su aventura copera, con la consecuente frustración. Pedro Martínez, preparador físico, se pasó de frenada protestando a gritos y se marchó del campo antes de tiempo. Algo similar a lo que ocurrió en el Valladolid Promesas-Pontevedra, aunque Alejandro Otero añadió a su queja un "me cago en la puta". Como anécdota, la Real Sociedad C iba a jugar en un campo... en el que estaba el primer equipo ejercitándose. No lo sabían los árbitros, aunque sí la Federación, tal y como se refleja en el acta arbitral.
El Grupo V tuvo un fenómeno de lo más extraño en el Coria-Real Madrid C y no es que el filial madridista acabara con nueve futbolistas. El equipo local entregó la licencia federativa de Alonso Bragado, pero al introducirla en el sistema, este salía como jugador del Getafe B. Aun así, formó parte de la convocatoria. Se trataba tan solo de un error de la plataforma, ya que estaba inscrito con total normalidad. No llegó a salir al terreno de juego, aunque, en principio, no hubiera pasado nada.
La vergüenza en el fútbol salmantino que demuestra la enfermedad del fútbol español
El fútbol modesto, por desgracia, no se ha aplicado aquello de año nuevo, vida nueva. En el grupo 5 de Tercera RFEF se ha suspendido un San Cristóbal-L'Hospitalet por lanzamiento de objetos a un linier. Agotador. Al menos, en otros sitios se da ejemplo. Unionistas ha expulsado de forma fulminante al entrenador del Cadete C después de una vergonzosa actuación frente al Béjar Industrial. El técnico agarró al colegiado de la camiseta, se lanzó a por él y trató de propinarle, sin éxito aparente, un cabezazo. El club, al día siguiente, anunció su marcha inmediata. Así se gestionan las situaciones de esta índole que, desgraciadamente, parecen inevitables.
También en el fútbol salmantino, en el duelo entre el Peñaranda de Bracamonte y el Villa de Simancas de Regional de Aficionados, Alberto Pérez Manjón decidió dirigirse así a los árbitros: "No tenéis ni puta idea, panda de inútiles, hijos de puta". Mientras, golpeó una valla derribándola. Pablo Gómez Valverde, también del Peñaranda, señaló al colegiado principal a escasos centímetros de la cara mientras le decía: "¿Cuánto le vas a echar como me echaste a mí hace dos años, gilipollas? Que sepas que eres mal árbitro y peor persona".
#Peñaranda 🆚️ #VillaDeSimancas
— Mr. Asubío (@MrAsubio) January 12, 2025
🤮 Otro "Partido-batalla" en la provincia de Salamanca.
🥊 Agresión física de un jugador a otro, insultos de los jugadores locales a los colegiados y reiteradas amenazas, incluídas de muerte, del público a los trencillas.
🏟 Me informan que… pic.twitter.com/4qpyvKqWb0
Si se hubiera quedado ahí… Desde el público fueron más lejos, lo que obligó al colegiado a parar el partido. Le dijeron: "De aquí no vas a salir vivo hijo de puta. Puto línea que eres un mierda". Fueron desalojados, como es lógico, y antes de marcharse uno gritó a escasos centímetros del asistente lo siguiente: "Aunque nos eches no vas a salir vivo de aquí, hijo de puta, luego te esperamos a la salida". Cinco minutos después, otra decena de seguidores del Peñaranda insistieron: "Sois unos hijos de la gran puta, ojalá os matéis en el coche, os voy a partir las piernas a los tres. No tenéis ni puta idea, panda de hijos de puta. Siempre que vienes aquí nos la lías, te espero fuera que te van a recoger en ambulancia". También fueron expulsados y el árbitro, por seguridad, solicitó la llegada de la Guardia Civil, deteniendo de nuevo el partido. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?
Así se dio la jornada arbitral en las cuatro principales categorías del fútbol español. Desde Relevo, no hemos detectado más episodios de especial gravedad en Tercera Federación o fútbol base, lo que no quiere decir que no existan. En caso de que conozcas alguno, háznoslo saber a través de nuestras redes sociales.