La vergüenza de Roma pone en alerta a Bilbao por el desembarco el jueves de otro grupo ultra
Esta semana visita San Mamés el AZ Alkmaar, con un grupo de radicales conocido por su violencia.
La ilusión que hay entre la afición del Athletic Club por volver a competir en Europa seis años después se ha visto manchada a las primeras de cambio. Si bien ha quedado claro que el incidente sucedido en el Olímpico de Roma fue responsabilidad de unos pocos, el mal trago fue generalizado. En los aeropuertos de regreso a Bilbao, el tema era este y no tanto el fútbol, lamentablemente. Y, lo peor, es que ya se esperaba que este año volviera a haber altercados casi cada jueves con la vuelta de la Europa League, algo que ya vivió la ciudad y su afición en las últimas temporadas en las que disputaron diferentes competiciones continentales con episodio tan lamentables como los vividos ante el Anderlecht en 2010, el Spartak de Moscú, el Olympique de Marsella y el APOEL de Nicosia en 2018.
La duda era cuándo llegaría el primer problema. Y fue en Roma, según los radicales como respuesta a la 'caza' que los ultras locales llevaron a cabo el miércoles por la noche por el popular barrio del Trastevere. Siempre hay excusas. Y, en ese sentido, las instituciones y el propio club están preocupados de lo que pueda suceder el próximo jueves en Bilbao. Visita la Catedral el AZ Alkmaar y con ellos suelen viajar el grupo radical Ben-Side, conocidos por su violencia y su radicalidad. Ya lo han demostrado en Europa, sobre todo con un ataque a los aficionados del West Ham en las semifinales de la Conference League del 2023 para intentar a la zona en la que se ubicaban los familiares de los jugadores.
Entre otras cosas, este grupo de jóvenes ultras tiene en su historial un intento de asesinato con arma blanca y decenas de batallas campales frecuentes. Se hicieron conocidos durante la pandemia por asaltar encuentros a puerta cerrada para lanzar pirotecnia dentro del estadio y obligando a suspender momentáneamente un choque. Las noches europeas en Bilbao son, además, de infausto recuerdo, con la muerte de Iñigo Cabacas por un pelotazo de la policía en el año 2012 tras el choque ante el Schalke 04, cuando los rojiblancos caminaban firmes rumbo a la final de la Europa League.
"Es responsabilidad de todos que actuemos y nos comportemos como es debido y que seamos respetuosos con las otras aficiones"
Consejero de Seguridad del Gobierno VascoLógico que haya preocupación y que incluso el Consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, se haya referido a ello este viernes, pidiendo que no se repitan este tipo de situaciones, recordando momentos de violencia de la temporada pasada: "El próximo jueves, sin ir más lejos, hay dos partidos de la Europa League en Euskadi y otro de baloncesto en Vitoria. Es responsabilidad de todos que actuemos y nos comportemos como es debido y que seamos respetuosos con las otras aficiones", ha completado, después de haber calificado el incidente del Olímpico como "actuaciones que atentan contra el respeto a las personas, ponen en cuestión la deportividad y son un atentado a la convivencia".
Las peores experiencias
En la época moderna ha habido un largo historial de violencia en los diferentes encuentros continentales, aunque también en competiciones locales. El grupo Herri Norte, incluido en la lista de aficiones radicales y violentas de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte desde el año 2018, ha sido protagonista de varios de ellos. El último, sucedido el curso pasado en el duelo ante el Atlético de Madrid de Copa del Rey, con un violento ataque a las puertas de la Catedral tras la bienvenida al autobús rojiblanco, además de un ataque a aficionados colchoneros en un bar de las inmediaciones del escenario deportivo. Hubo varios heridos, entre ellos un periodista.
Echando la mirada atrás, el más impactante fue el que sucedió ante el Anderlecht, cuando grupos violentos de ambos equipos saltaron al césped y protagonizaron una batalla campal ante los ojos de los miles de aficionados rojiblancos. Después, en el choque de vuelta, fueron muchos los hinchas rojiblancos que pasaron miedo por las calles de Bruselas en uno de los viajes más complicados que ha vivido esta afición. Allí también hubo batalla entre ambos grupos radicales, completando una eliminatoria de mal recuerdo para el Athletic.
Más recientemente, en 2018, fue especialmente grave el enfrentamiento en la previa del choque ante el Spartak de Moscú. Aquel día, además de Herri Norte, retenidos por la policía en la previa del encuentro, llegaron otros grupos ultras hermanados con los seguidores vascos para enfrentar a una de las aficiones más violentas del fútbol continental, conocida por su ideología de extrema derecha. La batalla campal en la explanada de San Mamés, con pirotecnia incluida, se saldó con varias detenciones y con la muerte de un policía por un infarto.
Esa misma campaña, la última en la que el cuadro vasco compitió en Europa, también hubo incidentes en el doble enfrentamiento ante el Olympique de Marsella. Dos miembros de Herri Norte fueron heridos en Francia y en el encuentro de vuelta se repitió la batalla con lanzamientos de sillas y sombrillas de los bares. Han pasado seis años y medio desde entonces, ya que aquel fue el último partido continental del Athletic hasta ayer. Y, lamentablemente, el regreso a Europa estuvo acompañado de una mancha que persigue al club y al que se le debe buscar remedio cuanto antes.
Reacción de la afición
Este próximo domingo, el Athletic vuelve a San Mamés para enfrentarse al Sevilla. Muchos aficionados piden en redes sociales que haya una nueva demostración de que los hechos sucedidos en Roma no representan al grueso de la afición. Hay un gran hartazgo por estas manchas que, además, ponen en peligro a miles de seguidores que únicamente quieren disfrutar del gran momento deportivo que atraviesa su club.
Cabe mencionar que la mayoría de radicales situados en la zona baja de la grada visitante en el Olímpico de Roma no acude a San Mamés habitualmente. Los líderes de la Grada de Animación de la Catedral se situaron en la zona alta de la zona destinada a los rojiblancos en el estadio italiano, distanciado de este grupo de radicales de Herri Norte, que encendieron varias bengalas durante el partido y lanzaron varias de ellas a la pista de atletismo y a la grada local, donde había niños e incluso algún seguidor del cuadro bilbaíno.