Los grandes fallos de Luis de la Fuente en el naufragio escocés
La falta de autocrítica, la fragilidad defensiva, un plan sin excelencia, un equipo sin reacción, la sombra de Luis Enrique...
Como diría Javier Clemente, el puesto de entrenador nacional es el más difícil de todos. En España hay 50 millones de seleccionadores. Más ahora, después de la primera derrota de Luis de la Fuente al frente de la Selección. El riojano debe afrontar la críticas que recibieron sus predecesores. Luis Enrique necesitó cuatro encuentros para encajar su primera derrota, Del Bosque 14, Luis Aragonés 26, Iñaki Sáez 10, Camacho 13, Clemente ocho y Miera dos.
España no perdía un partido por más de dos goles de diferencia desde junio de 2016 contra Italia (0-2), en la Eurocopa, y por primera vez en la fase de clasificación para la Euro desde 2006, frente a Suecia (2-0). La imagen que brindó La Roja en Hampden Park fue decepcionante. La nueva España ha cambiado el sello, pero no ha mejorado la versión anterior. Estos son los grandes fallos de De la Fuente tras el naufragio escocés.
Un plan sin excelencia
Parafraseando la célebre frase de Florentino cada vez que cesa a un entrenador, España debe buscar la excelencia. La Selección se presentó en Hampden Park bajo la falsa seguridad de que por fin contaba con un plan B, el que no tuvo ante Marruecos en el Mundial y que le mandó para casa después de un disparo en 120 minutos. De la Fuente montó una revolución respecto al debut en La Rosaleda, con ocho cambios. Una defensa completamente nueva: de Carvajal, Nacho, Laporte y Balde a Porro, David García, Iñigo y Gayà. Y sólo tres jugadores repitieron en el once, Kepa, Rodri y Merino. El seleccionador diseñó un plan B sin haber mejorado el A. España acabó con 74% de posesión en Hampden Park y con ocho disparos (tres a portería y cinco fuera), pero sin conseguir lo más importante en el fútbol, el gol. La nueva España no tiene una columna vertebral reconocible…
Sin reacción al primer resbalón
A España le faltó reacción y personalidad cuando el plan no se desarrolló como se encontraba previsto. Puede que no se trate de un asunto baladí el tema de la capitanía. En el debut, en Málaga, fue Morata; en Glasgow, Rodri. "No empecemos con las dudas, por favor", subrayó el mediocentro del City. Pesa la ausencia de Busquets, y también la de un líder sobre el terreno de juego, que no se venga abajo al primer revés. Se antoja complicado que el nuevo seleccionador evite más preguntas sobre Sergio Ramos en próximas comparecencias, sobre todo, por datos como el que ofreció Pedro Martín: los once titulares de España acumulaban 155 encuentros internacionales entre todos ellos, menos que los partidos jugados por Sergio Ramos (180).
Preocupado por diferenciarse en exceso con Luis Enrique
El factor Aspas es una muestra de ello. Insistió en la conferencia prensa previa ante Escocia: "Aprovecho para decir que yo no hablaré de falso nueve o falso delantero. Los delanteros son eso". Aspas se quedó sin ir al Mundial, pero fue titular ante Noruega (58') y suplente ante Escocia (34'). En Hampden Park salió por Merino, no pisó mucho el área y no se convirtió en la solución a la sequía goleadora de la Selección. El técnico riojano insistió mucho en los entrenamientos con los centros laterales y los remates, en lugar de la posesión en espacios cortos que practicaban con Luis Enrique. No sólo introdujo 15 nombres diferentes respecto a Catar, sino que ha reforzado el concepto de cambio de identidad. La intención, de por sí, no es mala, ni mucho menos, pero este resultado en Glasgow ha empeorado esa mutación de estilo. La comparación es odiosa, pero la realidad del fútbol español se asienta en una Selección menos ganadora: del 82% de los triunfos, entre 2007 y antes del Mundial de 2014, al 59% de las victorias desde entonces.
Falta de autocrítica
Escocia, 42ª clasificada en el ránking FIFA, derrotó a España después de 39 años. La Roja no perdía un partido por más de un gol de diferencia desde hacía siete años y no lo hacía en un encuentro de clasificación para una Eurocopa o Mundial desde hacía 17. "Sí estoy satisfecho de haber reconocido situaciones y gestos y planteamientos que hemos trabajado en estos pocos días", "les he dicho a los futbolistas que éste es el camino" o "no me muevo ni un centímetro de la idea que traslado a los jugadores", fueron las frases que repitió De la Fuente en televisión y en conferencia de Prensa.
Fragilidad defensiva
El estreno de la Selección en Málaga resultó plácido gracias a la ausencia de Haaland. Con el delantero del City en La Rosaleda, posiblemente La Roja habría sufrido más. Pero en Hampden Park fue un quiero y no puedo. Kepa recibió nueve remates a portería, y eso que Escocia no llegó al 25% de posesión. Cualquier balón en largo del equipo dirigido por Steve Clark supuso un quebradero de cabeza para España. Para colmo, dos fallos individuales propiciaron los goles de McTominay. El primero por un resbalón de Pedro Porro, que si bien no tuvo la culpa del mismo, sí que arriesgó en exceso al realizar esa acción en una zona comprometida; y el segundo, el de Carvajal, que cometió un doble falló en el segundo tanto del jugador del Manchester United. Imperdonables.
Apuesta por los 'suyos'
Uno de los motivos por los que Luis Enrique fue duramente criticado consistió en el hecho de llevar a la Selección jugadores que no gozaban de muchos minutos en sus propios clubes, como Eric García, Ferran Torres, Sarabia, Asensio o Soler. Luis de la Fuente peca del mismo vicio, esto es, dar confianza a los futbolistas que le brindaron la gloria en las categorías inferiores de la Selección, como Oyarzabal (23% de los minutos con la Real) o Dani Ceballos (29% de los minutos con el Madrid) y que fueron titulares. Por otra parte, optó por poner de inicio a Yéremy Pino, que sustituyó en el último momento a Pedri y en un principio iba a ir a la Sub-21, y se encomendó en los últimos 25 minutos a Borja Iglesias, que entró también in extremis en la lista por la lesión de Gerard Moreno, para dejar sin jugar al capitán, Álvaro Morata.
La sombra del modelo Sub-21
La Absoluta no presenta la misma dimensión que las categorías inferiores. Luis de la Fuente mantuvo las costumbres de su etapa en la Sub-21, cuando disponía de varios cambios entre partido y partido de competición para hacer sentir a todo el grupo partícipe. Puede que el nuevo seleccionador no calibrara bien la dimensión mediática de esta derrota. Para empezar, su contrato expira en la Eurocopa de 2024. Nadie concibe la idea de no clasificarse para esta cita, en un grupo de cinco en las que se clasifican dos y donde Escocia aparece como la 42ª del ranking FIFA, Noruega la 43ª, Georgia la 78ª y Chipre la 110ª. De momento, afronta siete partidos. Seis más de clasificación y el de la final four de la Nations League (uno más si llega a la final). Pero llega con presión extra y muchas dudas para la cita de junio, cuando se celebra la Nations en Holanda y donde seguirá apareciendo la sombra de Luis Enrique.