OPINIÓN

De la Fuente se marca un Pablo Iglesias

Luis de la Fuente da órdenes en Glasgow./GETTY
Luis de la Fuente da órdenes en Glasgow. GETTY

La presentación en sociedad de Luis de la Fuente ha pasado de revolucionaria a ser una auténtica locura. Y hay veces que el método más eficaz para llegar pronto a un objetivo es justo no correr. Hace no muchos años un político recién llegado a la primera línea de batalla, en su afán de querer hacer muchas cosas buenas, y sobre todo rápidas, dijo que "el cielo se toma por asalto". Desde hace ya un buen rato está apartado en casa.

El seleccionador debería tomarse un café con Del Bosque. Ha sobreactuado en su afán por querer ganarse a todo el mundo en el menor tiempo posible y, al mismo tiempo, en diferenciarse de forma acentuada de Luis Enrique ante el vestuario y, más que nada, de cara a los que mandan. Ha trabajado tanto la estrategia, los centros laterales sin necesidad de llegar a la línea de fondo y el añorado plan B, los tres puntos que sabe que le echaron en cara a Lucho en Las Rozas, que se ha olvidado del sello que ha diferenciado a la Roja durante la última década, de la paciencia en el toque y del Plan A.

La Selección se presentó a este doble compromiso internacional con 15 cambios respecto a la lista del Mundial. Y eso exige más repetición y entrenamiento que nunca porque De la Fuente no ha tenido amistosos de por medio hasta su bautizo ni tendrá muchas más ocasiones por el camino hasta la confirmación veraniega de la Nations League. Cambiar a ocho titulares de Málaga a Glasgow no parece la mejor estrategia para consolidar ningún concepto. El hecho de que en ambos partidos ya hubiera gente calentando en la banda a la media hora, porque había una clara intención de hacer sustituciones al descanso, no es una buena señal y airea desconcierto. Esto, si no es ansiedad, se le parece demasiado.

Pero no sólo fue un detalle el que evidenció inestabilidad y falta de experiencia. Y no hablo de que Balde, el hombre más en forma en el actual panorama futbolístico, viera el partido desde la grada. O que Gavi se quedara en el banquillo justo el día en el que más garra se necesitaba para ganar el medio campo del patatal. Hay muchos más datos que confirman que De la Fuente va a tener que soportar su primera crisis nada más llegar.

El equipo compareció en Hampden Park con un único titular de los que, hace unos meses, jugaron ante Marruecos en Catar: Rodrigo. Una decisión entre la valentía y el suicidio. Ni siquiera repitió en el mismo sitio. Entonces, en aquella eliminación, el sustituto natural de Busquets lo hizo como central y esta vez, el capitán fue mediocentro. Lo más curioso es que de los ocho convocados en noviembre del peor Barça en mucho tiempo se ha pasado a los tres que fueron citados en esta última concentración pese a que, justo ahora, el equipo de Xavi es sólido líder de LaLiga. Por si esto fuera poco, Yeremy salió en la foto inicial en un partido trascendental para espantar las dudas, cuando hace sólo una semana había sido reclutado en la Sub-21 en una clara retirada de galones.

Quizás el mejor plan del seleccionador es aplicarle a corto plazo al equipo lo que hace con su persona. Tiene tiempo, sabiduría y capacidad. Si en su obsesión por diferenciarse de su predecesor tira de métodos clásicos y, por ejemplo, pasa de explicarse en Twitch, La Tuerka futbolera, convendría que en el verde regrese a los orígenes y no invente: esto es, que de aquí al verano alguien, aunque sólo sea él, se sepa el once tipo de memoria.