VALENCIA CF - CELTA DE VIGO

Jaume Doménech vuelve a Mestalla dos años después

El segundo capitán del equipo ha sido pegamento para el vestuario en las buenas y en las muy malas.

Jaume en Mestalla. /Archivo.
Jaume en Mestalla. Archivo.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

Dos años es mucho tiempo. Hace dos años el Valencia jugaba una final de Copa del Rey. Hace dos años Fernando Alonso estaba en Alpine. Hace dos años todavía se usaba mascarilla en el metro. Y hace dos años fue la última vez que Jaume Doménech jugó en su casa, en Mestalla, en su estadio. El gato de Almenara volverá a ponerse bajo la meta esta noche por primera vez en casi dos años en el Valencia-Celta de Copa del Rey.

Entre que el valenciano solo juega la Copa y la lesión de ligamentos que le tuvo 'roto' el último año, ha sido mucho tiempo sin poder hacer lo que más le gusta en el lugar donde se siente arropado. Jaume, que cedió su ficha el año pasado para que el equipo pudiera reforzarse, volverá a la portería en Mestalla. Como lo hizo con Marcelino, o con Nuno, o con Bordalás, o con Javi Gracia.

Todos los entrenadores que han pasado por el club desde que él está le han dado la portería -mínimo- en la Copa del Rey ¿Por qué? Lo vivido con Rubén Baraja es el mejor y más reciente ejemplo. Cuando El Pipo convocó el año pasado a Jaume por primera vez, en el partido ante el Elche, el portero no estaba para jugar. De haberse roto Mamardashvili, 'Jau' no podía jugar, no estaba 100% apto, de hecho Herrerín estaba en la convocatoria por si las moscas. Pero Rubén se lo llevó porque le necesitaba.

Le necesitaba porque el vestuario estaba hundido. Sin química. Con la moral por los suelos. Baraja recurrió a su portero para tratar de unificar el grupo: Cavani acababa de hacerle un 'feo' en el banquillo, internamente el 'choque' con Castillejo se acababa de producir... El vestuario necesitaba una figura positiva como la de Jaume y el resultado no fue otro que un '+3' a las primeras de cambio. Ese día, Baraja agarró a Jaume en el vestuario y le abrazó durante varios segundos. Se había encomendado a él y él, estando lesionado, hizo lo que mejor hace: unir a sus compañeros.

Y, precisamente, Jaume es uno de los artífices de la tremenda unión que sí hay entre los jugadores a día de hoy. Baraja lo tuvo claro y desde el minuto uno de la pretemporada le aseguró que tendría la Copa del Rey. De hecho en Cartagena dos intervenciones de mérito del cancerbero evitaron que el equipo cayera eliminado. La cifra de dos años sin jugar en casa no ha pasado desapercibida para el propio Jaume, que sabe que hoy será un día especial. Hoy vuelve a casa.